Menéamela, Menéame
Es realmente impresionante ver el escándalo que se ha montado en este conocido agregador social de noticias. Lo cuenta de forma fantástica Victor Pimentel en GenBeta, en un artículo en el que se analizan los hechos cronológicamente para aclarar una situación increíble.

Fuente: GenBeta
Todo ha partido de una inocente recomendación de uno de los usuarios más valorados del sistema, Me_meneo_pensando_en_ti (MMPET), que fue acusado de hacer microblogging. Tras debatir el asunto en los comentarios con uno de los administradores del sitio, acabó siendo baneado. Eso provocó una reacción en cadena -impulsada por la explicación pormenorizada de MMPET- que ha tenido como resultado el "Ban Day" ("día del baneo") de ayer, y que ha acabado provocando que en el lateral de Menéame las noticias más populares hagan referencia a esta escandalosa actuación de los administradores de este sitio web.

Hace unas horas que
mi gran amigoRicardo Galli ha publicado una nota al respecto en el blog oficial de Menéame en el que ha tenido que aceptar las críticas, asumir la responsabilidad del desastre y dar marcha atrás aceptando de nuevo a los usuarios baneados. No sé si esas disculpas y sus comentarios serán sinceros, pero es una actitud lógica que trata de capear el temporal y la avalancha de críticas negativas a Menéame, un agregador que para muchos -y me incluyo- sigue dando la sensación de estar claramente controlado, dirigido o manipulado por cierto grupo de usuarios.
Ese "efecto mafia" ya ha sido comentado por aquí en alguna que otra ocasión ("Quien se pica ajos come", y "Wisdom of Crowds: ¿existe la sabiduría popular?") en las que de hecho he tenido mi particular rifi-rafe con Ricardo Galli. Está claro que tenemos puntos de vista muy diferentes sobre estos temas, y no tiene ningún sentido seguir debatiendo sobre el tema, pero estas cosas me hacen reafirmarme en lo que ya comenté en otras ocasiones.
Sigo pensando lo que opinaba desde el principio. La idea de fondo de Menéame es excelente, pero lamentablemente la puesta en marcha de la misma no es aceptable. No tengo pruebas -aquí sería donde el amigo G las pediría- porque no me paso la vida analizando la traza evolutiva de entrada de posts y meneos -ni tiempo ni ganas-, pero es una sensación constante de que esa teórica democracia/meritocracia de Menéame no es real ni efectiva. No cuando unos pocos tienen tanto poder y lo usan de formas como la que ha dado pie a este escándalo. Hay otras alternativas, y sería bueno comenzar a darles una oportunidad, y aquí siempre trato de destacar una fantástica pero tristemente olvidada Fresqui.
Lo dicho. Menéamela, menéame.