Luces y sombras del crowdfunding

Luces y sombras del crowdfunding
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Lo de Kickstarter me parece alucinante. En el buen sentido, entendámonos. Que gracias a este y otros servicios del estilo uno pueda sacar adelante una idea es, en sí mismo, una prueba más de la ‘democratización del talento’. De esa capacidad fantástica de que quien tenga un sueño en forma de producto pueda hacerlo realidad.

Evidentemente, estos servicios no están faltos de problemas. El más común, el de los proyectos que consiguen la financiación buscada pero que llegan con mucho retraso o, aún peor, acaban no llegando. Los hay aún peores: proyectos que a pesar de su aparente atractivo no son más que un fraude. Un refrito que se aprovecha del talento y del trabajo de otros.

Es el caso de Anonabox, que tras recaudar más de 600.000 dólares en Kickstarter al prometernos un ingenioso dispositivo para proporcionar anonimato y privacidad a nuestras sesiones de Internet. El problema es que en Reddit varios usuarios descubrieron el pastel: ni el producto ni su software eran originales, y el avispillas que ha puesto en marcha el proyecto está tratando de salirse por la tangente. Muy al estilo de esos altos cargos de Bankia -aquí un ejemplo de honorabilidad- que ahora intentan hacer mutis por el foro  -y que en otro despliegue de panderetismo ibérico, lo están consiguiendo-después de gastarse un dineral con las famosas tarjetas ‘black’. Perdón por el off-topic.

Afortunadamente esos casos son los menos: la mayoría de proyectos que tratan de cristalizar en servicios como Kickstarter son honestos, y lo consigan o no demuestran esa vocación por resolver problemas y necesidades a través de ideas más o menos afortunadas.

Estos últimos días, como sabéis, he andado investigando sobre teclados, y en especial sobre teclados mecánicos. La oferta de WASD Keyboards que recomendaba un lector (¡gracias, Jorge!) parece especialmente atractiva (y cara), pero mientras echaba un vistazo y me planteaba autohacerme un regalo navideño adelantado han ido apareciendo alternativas a medida que me informaba. La más destacable hoy ha sido el Infinity Keyboard (tenéis que registraros para acceder), un proyecto especialmente curioso porque está hecho por y para los frikis de los teclados.

La historia la cuentan en Gizmodo -donde recomiendan este buen tema sobre teclados mecánicos de hace tiempo en Lifehacker-, pero por si queréis ahorraros un poco de lectura, resumo. Coged un foro especializado en teclados -Geekhack, que no conocía, y que en donde bastan 5 minutos para darse cuenta de lo frikis que pueden ser los frikis de los teclados-, preguntad a sus usuarios más avanzados si quieren colaborar en la construcción de un teclado especializado, y unidles en un equipo con personas que además de esa inquietud tienen una visión comercial.

De ahí nace un proyecto que ha utilizado una plataforma colaborativa distinta. Se trata de Massdrop, que más que dar salida a productos aún por fabricar trata de popularizarlos con descuentos por cantidades. Cuanta más gente compra un producto, más barato sale, y esa es la idea para poner a la venta el Infinity Keyboard. De partida cuesta 129,99 dólares mas gastos de envío (unos 36 dólares a España) pero si se apuntan al menos 100 personas el coste se reduce a 99,99 dólares.

infinity-2
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Toma. Teclado. Minimalista.

Si uno se lee la información en Massdrop queda patente que el Infinity Keyboard es para los muy friquis. Para empezar tienes que ponerte a soldar para montar el teclado, además de contar con un diseño demasiado minimalista hasta para mi (y mira que soy minimalista) y unas funciones que van más allá de mis necesidades (como la diferenciación entre el teclado hacker y el estándar en base a una barra espaciadora un poquito más estrecha y que da más espacio a las teclas de Función, por ejemplo).

No seré yo el que compre el teclado desarrollado por este singular esfuerzo colaborativo, pero sí quería reflexionar sobre ello porque me asombra y me fascina que proyectos de este tipo logren por fin salir a la luz. Y todo gracias a esta era en la que nos ha tocado vivir y que con sus sombras y sobre todo con sus luces es, creo yo, una revolución para la creatividad, la imaginación, el emprendimiento, y el trabajo duro. Ole.

El que quiere, más que nunca, puede.

Imagen | DisfrutaDelCastigo (buen blog, pardiez)