Los problemas del iPhone los quiero para mí
Inevitable no hablar un poco de los resultados fiscales de Apple, que ocupan las principales portadas de todos los diarios tecnológicos -echad un vistazo a TechMeme– y que destacan por sus luces y, desde luego, por sus sombras.
Hay muchos titulares relevantes y muchas reflexiones derivadas. Yo mismo he escrito ‘¿Ha tocado techo el iPhone?‘ en Xataka esta mañana y también he hecho un breve comentario en The Unshut, pero como digo los enfoques y perspectivas parecían inacabables. A mí me ha gustado el resumen en diagramas de Quartz donde también hablan de cuánta gente aguanta con sus iPhones “pequeños” o esa pequeña reflexión sobre la categoría “Others” que ha tenido unos ingresos de 4.300 millones de dólares y que apoya la hipótesis de que el Apple Watch, sin ser la pera limonera, tiene un crecimiento notable pese a quien pese.


Como digo hay titulares y análisis para todos los gustos, pero evidentemente los protagonistas son los iPhone, los smartphones que marcan la pauta desde que aparecieron y que por primera vez en años tienen ante sí un panorama comprometido. Aunque han batido un nuevo récord en el 4T15, no ocurrirá lo mismo ni en 1T16 ni en 2T16, porque en ambos casos habrá caída de ventas. Algunos estiman bajadas del 15-20% para este primer trimestre y del 10-15% para el segundo, pero yo diría que incluso habrá caídas en el 3T16, justo al final del cual se presenta el iPhone 7 y el 7 Plus.
Solo la presentación de un iPhone 5se (o iPhone 6c, o como quieran llamarlo) parece poder salvar un poco la papeleta, porque desde luego lo que está claro es que las ventas del iPhone han tenido su primer momento de madurez. Como decía en Xataka eso no significa demasiado: si Apple se esfuerza mínimamente con el iPhone 7 debería volver a romper récords en el 4T16 (dicen que venderá 80 millones de iPhones entonces, algo más alucinante que los 74,7 que han vendido el 4T15), pero aún así la conclusión parece clara si uno evalúa todas las previsiones: 2016 será el primer año en el que las ventas anuales del iPhone serán peores que el año anterior.

Aquí uno puede sacar conclusiones tremendistas y que algunos quisiéramos creer. Ya sabéis, tipo “A Apple se le acabó el chollo“, pero me temo que esos razonamientos son absurdos porque el potencial y la inercia de Apple es tal que puede hacer básicamente lo que le apetezca con el iPhone o con cualquier otra cosa y casi dará igual. Con cerca de 215.000 millones de dólares en caja yo no me preocuparía, pero además está el hecho de que estamos ante una etapa de verdadera incertidumbre en la que es imposible asegurar hacia dónde tirarán las cosas. Ya sabéis que yo creo que la convergencia es el futuro y que cosas como Remix OS me descubrieron por dónde iban a ir los tiros, pero en realidad esa es solo una de las muchas posibilidades.
De hecho los problemas que asolan al iPhone los querría tener todo el mundo. Sigue generando más beneficios que nadie en su App Store -eso hace que me incline cada vez más a un iOS para el escritorio-, sigue siendo el referente en gama alta aun cuando para mí algunos rivales ya le superan (cof, Galaxy S6, cof) y básicamente sigue siendo el móvil que todo el mundo que no tiene ganas de complicarse la vida recomienda aunque hace tiempo que la gama alta Android puede satisfacer a ese tipo de usuarios sin problemas.
Cierro ya, y lo hago además citándome a mí mismo desde The Unshut, donde acababa el artículo con una frase que creo que resume estos resultados de Apple:
No diré que los inversores usuarios de Apple deberían estar preocupados. Diría no obstante que deberían estar preocupados sobre la posibilidad de comenzar a estar preocupados.
Toma filosofía tecnológica.
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