Los plegables no tienen futuro

Normalmente intento no ponerme muy tajante con esto de las predicciones. Tampoco es que me guste matar productos de buenas a primeras, pero es que no entiendo que varios fabricantes sigan apostando por los móviles plegables.
Es un tema del que llevo tiempo hablando y que me ha tenido un poco en un tira y afloja interno. En 2019 se desataba la fiebre de los plegables y también la incógnita más evidente: ¿lograrían triunfar?
Tras unos meses de ver estos dispositivos apareciendo en el mercado, me quedó claro que estos móviles eran en esencia el mejor gimmick de 2019. Eran estupendos como escaparate de hasta dónde hemos llegado a nivel técnico y tecnológico —las pantallas plegables molan, eso es así—, pero no servían de mucho más. El resumen para mí era el de siempre:
Eran la solución a un problema que no existía.
Lo curioso es que en 2023 tenemos más plegables de más fabricantes que nunca. Samsung sigue siendo referente absoluta con sus últimos Fold5 y Flip5, pero también están el Motorola Razr, el Oppo Find N2 Flip y, cómo no, el Google Pixel Fold del que llevábamos años hablando. ¿Por qué?
Ni idea.
No tiene (para mí) ningún sentido. No lo ha tenido nunca, pero quería aprovechar que David Pierce afirma que "todos los smartphone deberían ser plegables, desde ya" exponiendo razones bastante flojas. Veamos, que voy a dar mi opinión sobre todas ellas:
- Compactos: es cierto que al poder doblarlos son más compactos y caben mejor en el bolsillo, pero a estas alturas eso ya no importa demasiado. La gente se ha acostumbrado a los móviles "no plegables", y no quieren móviles más pequeños —de hacerlo, Apple no hubiera matado el iPhone mini y Sony quizás seguiría haciendo sus Z Compact—. Quieren (queremos) móviles grandotes para verlo todo mejor. Que sí, que los plegables pueden ser ambas cosas, pero... ¿estar todo el día plegando y desplegando? A ver, que eso puede quedar muy gracioso con los amigos y puede dar hasta cierto gustirrinín —el sonidito, por ejemplo—, y sin embargo... Nah. Solo veo un caso de uso razonable: Sally me contaba que los pantalones de mujer son casi siempre pequeños y no puede guardar allí el móvil: por eso lo lleva casi siempre en el bolsillo trasero, como diciendo "róbame". Ahí el plegable (o por si las mujeres lo guardan en el bolso) sí tiene sentido. Ele.
- Dos dispositivos en uno: es curioso que aquí no hablan de que un móvil como el Fold5 puede ser como un móvil y una (mini)tableta al mismo tiempo, sino que estos móviles son casi como un móvil y un smartwatch. Lo dicen por el formato Razr/Flip3, claro, más compactito y que siempre muestra info "a lo smartwatch" en la pantalla exterior. Esa info ya se muestra en cualquier teléfono con la pantalla de bloqueo activa, por ejemplo, así que no entiendo la comparación. De hecho si buscara el valor de un "dos por uno" sería el de móvil y tableta, no el de móvil y smartwatch.
- Fricción: esta es más curiosa y está relacionada con la primera razón. Como hay que estar todo el rato abriéndolos y cerrándolos para usarlos "bien", los plegables crean cierta fricción que teóricamente permiten evitar que usemos el móvil más de lo normal. Eso puede ser cierto, pero no acabo de tener claro que si soy adicto a TikTok o a Instagram o a un juego móvil no acabe abriendo constantemente el plegable para darle duro al doomscrolling.
- Más resistentes: como los tienes plegados, la pantalla interior está protegida, cierto. Y además no tienes necesidad de comprarte una funda (si es que existen, que diría que no). Punto curioso también salvo por el hecho de que la pantalla exterior —esa tan guay que querías usar como smartwatch— sí se puede romper, y además para los móviles normales están las citadas fundas que suelen evitar bastantes problemas. Y luego está lo otro: reemplazar la pantalla de un móvil normal es asumible. La pantalla plegable de un móvil plegable es cara de narices: reparar la interna de un Fold4 cuesta 499 dólares, por ejemplo.
- Fotos: el amigo aquí afirma que estos móviles son mejores cámaras d efotos porque los puedes colocar de formas que los móviles normales no pueden colocarse. Ahí no le quito la razón, y para los selfies por ejemplo la cosa tiene su gracia. El problema es que las cámaras de estos móviles no suelen ser especialmente destacables. Cumplen, sí, pero no ganan la carrera fotográfica de los móviles. Y si quieres colocarlos en cualquier lado, trípode. Y para selfies, palo selfie o lo de siempre, gachetobrazo. Tampoco es para tanto.
Ahí acaban los argumentos de Pierce, que dice que "honestamente, eso basta para mí" y que tras exponer todos estos argumentos está convencido de habernos convertido al plegatinismo. "Te he convencido, ¿a que sí?".
Pues no. Para nada.
Hay quien dice que Apple acabará lanzando su "iPhone Flip", su iPhone plegable. Yo no lo veo nada claro, pero una cosa es cierta: si hay un fabricante que pueda sacarle partido a este tipo de dispositivos, esa es Apple. No porque vaya a cambiar lo que son —una solución buscando un problema— sino por esa otra cosa por la que la gente se compra un iPhone.
Para molar.
Y con un iPhone plegable, molarían más. Además, el iPhone sigue siendo —queramos o no— una pegatina Premium para tu vida. Si lo llevas, eres guay, entre otras cosas porque lo has podido pagar —que no es poca cosa—. El iPhone plegable, si se lanza, será previsiblemente tan caro como lo son los productos de Apple (jugando con los 2.000 dólares, diría), así que una vez más quien lo compre lo hará, no porque sea mejor que otros (plegables o no), que probablemente no lo será. Lo comprará porque 1) puede, 2) quiere y sobre todo 3) quiere molar más que los demás. Que son en casi todos los casos —la excepción, lo de las mujeres y los vaqueros/bolsos— son las mismas razones por las que ahora mismo hay gente comprándose los plegables Android del mercado, creo yo.
Pero no, querido David Pierce. Los smartphones no deberían ser todos plegables desde ya. Más bien lo contrario. Ninguno debería serlo.
Los plegables, diría, no tienen futuro.