Los medios odian a Stadia, pero yo creo que es el futuro

Los medios odian a Stadia, pero yo creo que es el futuro
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Todo el mundo está esperando a que Stadia fracase. La frase no es mía, y de hecho no es una frase. Es el titular con el que The Verge habló de los problemas a los que se enfrenta el lanzamiento del servicio de streaming de videojuegos de Google.

Ni siquiera estaba en marcha y ya lo estaban condenando. No (solo) ellos, sino unos cuantos medios más que habían recogido declaraciones de gente y de fuera para lapidar el servicio sin darle siquiera una oportunidad. Es cierto que Google Stadia se lanza de forma un poco forzada, casi como si fuera una beta, pero es que no sé si la gente se acuerda de que Google era la reina de las betas. De hecho sus betas eran normalmente mejores que productos finales de otras empresas. Gmail nació como beta y estuvo así años aun cuando el servicio era prodigioso desde el día cero.

Quizás deberían haberle puesto ese apellido al servicio por ahora. Quizás con eso hubieran acallado las críticas que revelan que el catálogo de partida es cortito, que las opciones son cortitas y que los dispositivos y periféricos en los que se puede jugar no cumplen aún con la promesa de Google. Aquí los chicos de Mountain View prometieron mucho, cierto. Quizás demasiado.

Pero luego me leo los análisis y veo un milagro. No porque los medios que los hacen hablen de Stadia como algo milagroso, ojo. Justamente por lo contrario: porque el servicio funciona de coña, pero aún así no paran de meterle palos a Google. Todos los medios, incluidos los que me rodean en Webedia, no parecen verlo. Todo son decepciones.

El servicio funciona, señores. Que sí, que lo hace con menor calidad de imagen de las consolas y PCs convencionales -como si eso fuese una sorpresa- pero la temida latencia no es el problema que muchos auguraban que sería, al menos en estas pruebas iniciales. Cuando pulsas un botón el tipo de la pantalla dispara, o pega una patada, o salta. Y lo hace rápido: 90 ms, según el fantástico análisis de Juanky y John Tones en Xataka. Por debajo de los 100 ms habituales en un PC convencional, y eso que juegas en local, sin (tantas) nubes de por medio.

De hecho me asombran las dudas de medios como VidaExtra, que ve que lo de tener un catálogo decente va a ser chungo. Las dudas y críticas van más allá: en The New York Times dicen que Stadia quiere reemplazar tu consola, pero que no lo hace (pero es que no tiene que hacerlo, al menos no de momento), editores de Kotaku opinan que parece un fracaso monumental, en Android Authority dicen que esto no es el Netflix de los videojuegos. Hay más, claro. En Wired, publicación conocida por su amplitud de miras, tildan esto de mediocre, le ponen un 6 y destacan en su sección "Tired" que "Google tiende abandonar proyectos ambiciosos muy fácilmente". Ale. Así, como quien no quiere la cosa. Zasca.

Hay muchas más críticas, y que yo haya visto ni un solo análisis ha visto Google Stadia como yo lo veo.

A mí Stadia me parece la pera limonera.

Lo digo sin siquiera haberlo probado, pero es que la complejidad del proyecto es brutal. Vas a poder jugar a títulos muy potentes a buena calidad, de forma fluida  y sin instalar nada en tu PC, tableta o móvil. Probablemente puedas jugar con tu conexión 4G -cuidado con las cuotas de datos- y vas a poder hacerlo por un precio bastante majo que obviamente será aún más majo con el paso del tiempo. Que sí, que ha empezado un poco en plan beta, pero es que una vez más es un servicio que ofrece algo que nadie ha logrado ofrecer hasta ahora de forma masiva. Los intentos que ha habido habían sido bastante pobres, y Stadia quiere cambiar todo eso. Y podría conseguirlo, chicos.

Pero nada, la gente no lo ve. Lo llaman jardín amurallado (como cualquier plataforma que se precie hoy en día), lo califican de que su lanzamiento es áspero y afirman que en Stadia hay poco que ver.

¿Qué le pasa a la peña?

No lo entiendo, y creo que la mayoría de la gente no ha captado lo que es Stadia. Esto no es una plataforma para gamers. No al menos para los gamers de toda la vida que se compran consolas, PCs y juegos e invierten un pequeño dineral en comprar juegos a los que probablemente juegan mucho menos de lo que querrían.

No. Esto es otra cosa. Es una plataforma para los que juegan poco y quieren hacerlo sin pensar en cómo hacerlo. Quieren enchufarse y jugar sin preocupaciones. Sin tener que estar actualizando la consola o el PC, sabiendo que el juego va a estar ahí esperándoles cuando lo necesiten. Aunque estén de viaje de vacaciones. Aunque estén esperando en la consulta del dentista. A mí Stadia me recuerda mucho más a la Switch -o más bien a la Wii- que a la Xbox One, a la PS4 o al PC. Mucho más capaz de convertirse en su otra plataforma de gaming, caballero. Y cada vez en la de más gente.

Así la veo yo. Quien sea gamer puede que pille la opción para completar sus otras muchas opciones, pero es que quien creo que va a pillar esto es la gente que no se compra consola o que la tiene ahí abandonada. Hay pegas, por supuesto. No me gusta dejar atrás el modelo de propiedad una vez más, pero es algo que ya hemos hecho con las pelis o la música: parece inevitable que lo hagamos también con los juegos. cada vez somos menos dueños de lo que disfrutamos, así que protestar porque el streaming de juegos funcione como lo hace es un poco de lloricas. Peor. De lloricas que llegan tarde y que tenían que haber llorado cuando llegó Netflix o cuando lo hizo Spotify. No veo que mucha gente llore hoy en día porque, jolín, no me he comprado el último de M-Clan. Y me revienta, chico. Con lo feliz que era yo sacando el CD de la caja, metiéndolo en el lector y dándole al play.

Venga ya.

Que sí, que Stadia no es perfecto. Pero dadle unos mesecitos, chicos. Dudo mucho que esto sea un Reader, como dicen algunos. Me da a mí que Stadia va a lograr convertirse en algo muy, muy grande. Y si no lo hacen ellos, lo harán otros. Quizás Microsoft con su xCloud, no sé.

Lo que sí sé es que Stadia, con lo que tiene hoy, es alucinante. No es para mí, me temo, pero es alucinante. Así que señores de los medios, sean ustedes compañeros o no, quizás deberían darle una oportunidad a Stadia y no matarlo antes de tiempo. Antes incluso de que haya podido demostrar que no estaba tan mal.