Los iMacs son más caros que los PCs. Demostrado.
Esta semana se presentaron por sorpresa los nuevos iMac, Mac mini y Mac Pro de Apple. Como suele suceder, la cobertura en medios fue espectacular, y pronto llegaron las primeras comparaciones respecto a los modelos anteriores y a PCs de otros fabricantes. Una de ellas la realizan en TGDaily, y allí afirman que los Mac mini son, por ejemplo, un 40% más caros que otras máquinas con similar formato y configuración.

Sin embargo los iMac son un escenario aparte: según ese mismo artículo, los ordenadores que comparativamente compiten con el iMac en ese segmento -el Dell XPS One de 24 pulgadas y el HP TouchSmart IQ800t- son inferiores en prestaciones, y además son más caros. Hay que reconocer que hoy por hoy Apple no tiene competencia con los iMac. Son, como casi todo lo que hace Apple, unas máquinas con un diseño prodigioso y que además ahora se han vuelto aún más competitivas con esa reducción de precios y ese aumento de prestaciones. Ahora bien: ¿qué pasa cuando los comparas con un PC convencional?

Ahí está el problema: Apple no vende PCs convencionales ('mainstream') en el segmento de sobremesa. Del iMac pasamos directamente a los Mac Pro, unas máquinas que son verdaderas estaciones de trabajo y que cuestan un ojo de la cara y la niña del otro. Sin embargo, sus prestaciones son realmente interesantes, así que me he puesto a realizar una sencilla búsqueda de lo que uno puede comprar por ese mismo precio en el mercado de PCs de sobremesa tradicionales. Una simple búsqueda en Dell de qué podía comprar por 1.499 dólares ha tenido como resultado un Dell Studio XPS muy, muy cargadito:

(1) Dell no especifica la placa base utilizada, pero todo apunta a que es una MicroATX con chipset Intel X58 / DDR3-800/1066/1333 (2) Disponible como opción, con un coste de 70 dólares. Se incluye para igualar prestaciones.
Salvo por la conectividad Bluetooth (se pueden conseguir adaptadores USB por 5 euros), como veis la configuración del equipo de Dell es muy, muy superior. No niego que el diseño del iMac es una pasada. De hecho, no se trata de un sobremesa tradicional: en realidad es un portátil encerrado en una pantalla de 24 pulgadas, o al menos así nació el concepto, que hacía uso de componentes para portátiles. Hoy en día sus prestaciones han mejorado notablemente, claro está, pero esa tabla deja claro dos vertientes claras:
- El iMac está recomendado si:
- Quieres lo último en diseño y ahorrar en espacio, y no te importa pagar un plus por ello.
- Necesitas como sea trabajar con Mac OS X, y no te importa pagar un plus por ello.
2. El PC está recomendado si:
- No te importa ocupar algo más de sitio en tu mesa o debajo de ella.
- Prefieres la potencia al diseño.
Para mí la opción está clara, pero obviamente comprendo que a muchos usuarios no les importe pagar por ese espectacular diseño, aunque no obtengan lo último en prestaciones. Para gustos, como suele decirse, los colores, pero con los datos en la mano -y sin tener en cuenta el diseño, insisto- los Mac son más caros que los PCs tradicionales.