Y llegó el iPad mini

Mega evento Apple ayer con muchas novedades. La primera, una importante en su propia puesta en marcha, ya que por primera vez en muchos años mucha gente pudo ver la retransmisión en directo (solo en iOS y OS X). Pero esa anécdota, que sin duda ayudó a la cobertura mediática del evento -que en su desarrollo fue como la ceremonia de los Oscar, bastante rutinaria- no es más que una minucia al lado del repaso casi completo de la gama de soluciones hardware de un gigante que da la impresión de ir sobrado. La renovación ha afectado a prácticamente todos los productos, y lo ha hecho de forma notable. Lógica, evolucionaria, pero no por ello menos notable.
En primer lugar, los MacBook Pro de 13 pulgadas. Schiller comenzó presentándolo con un dato interesante: "You might not know that our best selling notebook is the 13 inch MacBook Pro", y que demuestra que las 13 pulgadas son probablemente el compromiso perfecto entre portabilidad y resolución de pantalla. El nuevo modelo no tiene misterio, y hereda casi todas las características del 15 pulgadas que asombró tanto por su pantalla Retina... como por su precio. Se convertirá en un nuevo superventas, seguro, aunque en mi caso las prestaciones y el precio siguen estando descompensadas. Otro gallo cantará cuando en 2013 lancen con seguridad los MacBook Air con pantallas Retina... y con Haswell. Ahí veremos si no vuelvo a renovar equipo de nuevo, pero la cosa tirará mucho.
Los iMac también han ganado en todos los apartados, desde el diseño -bien por Apple y esa obsesión por la delgadez, aunque en este equipo la cosa no era tan necesaria-, y además han introducido el invento de Fusion Drive que yo no veo nada claro. Por muy buena que sea la integración software y hardware de estas unidades híbridas, lo suyo es tener un SSD con la partición de sistema y una unidad de datos de almacenamiento masivo, y no mezclar tanto churras y merinas y que el software se ocupe de que cada cosa esté donde más se necesite. La idea no me parece mala para el usuario novel, pero dudo que el rendimiento pueda competir con la combinación -probablemente más barata- de una unidad SSD y un disco duro tradicional.
El Mac mini es uno de esos productos de Apple que yo eliminaría. No sé quién lo compra, pero pagar 649 ‚¬ por un miniordenador así no tiene demasiado sentido, a no ser que vivas en un estudio de 20 metros cuadrados. Y para eso mejor un MacBook Air de 11 pulgadas, digo yo.
El iPad de cuarta generación merecería un post propio, porque es increíble que Apple haya renovado el iPad en 6 meses, algo que no sentará nada bien a todos los que se han comprado un modelo que como comentaba con un compi esta mañana nunca debió salir al mercado, y que probablemente lo hizo (me refiero al "iPad 3") por la presión mediática, apretando para que Apple renovase su ya viejuno iPad 2, que por cierto, seguirá vendiendo a unos increíbles 399 ‚¬. Nada mal para un producto que en año y medio no puede competir en hardware con prácticamente ninguno de sus contendientes actuales. El "iPad 4" es lo que debería haber sido el iPad 3. Es al iPad 3 lo que probablemente Windows 7 fue a Windows Vista. The real deal, como dicen los yanquis. Pero así es Apple. Inmisericorde, porque puede permitírselo.
Y entonces llegó el iPad mini, un lanzamiento del que primero dudé pero que luego se hizo más y más evidente. El nuevo iPad no es tan pequeño (casi 8 pulgadas de diagonal), y su apuesta hardware es más bien discreta, con el mismo procesador que el iPhone 4S y el iPad 2, y con una pantalla muy discretita que queda muy por detrás de las presentes en los últimos iPad. Y luego está el precio: 329 dólares, que son una absoluta exageración si tenemos en cuenta cómo la competencia. Los Nexus 7, Kindle Fire y sobre todo el Kindle Fire HD dan más por menos, y tienen que hacerlo para competir. Pero Apple no. Apple va sobrada, y sabe que por muy alto que sea el precio del iPad mini, la gente lo pagará. Por ahora. Lo explican con bastante claridad en TechCrunch, haciendo un viaje al pasado: muchos analistas afirmaron que el iPad original era carísimo, y 2 años y medio después Apple ha vendido 100 millones de esos dispositivos que han cambiado el mundo de la informática.
Como ya dije en alguna ocasión, algo deben estar haciendo bien. Pero lo lamentable es que la gente no acabe de entender que Apple una vez más está vendiendo un producto decente (por decir algo) a precios de producto revolucionario. Algún día dejarán de poder hacerlo, pero mientras tanto, ole con ole.