Libra y la decadencia del dinero
El mundo es extraño. El lunes una noticia mía bastante chorra de coches lo petaba en Xataka. El tráfico generado era absurdo para un artículo que me llevó poco tiempo y que no era ni mucho menos profundo. Lo petó, insisto.
Llega el martes, el mundo asiste al nacimiento de Libra, y nada.
Ninguno de los temas que publicamos, mucho más currados que el del cochecito, llegaron ni siquiera a la suela de su zapatos en términos de tráfico. Es más: la cobertura en medios generalistas fue sorprendemente rácana. Escasa como pocas, como si esto no tuviera demasiada) importancia.
Y para mí Libra es el iPod de nuestros días. O el iPhone. Algo tan gordo que no entiendo cómo el resto del mundo no se ha dado cuenta.
¿Me estoy flipando un poco? Probablemente, pero como decía en Twitter, esto me parece increíblemente relevante. Un desarrollo que podría cambiar nuestro mundo un poco. Uno en un apartado que sigue sin ser cómodo o sencillo: el de los pagos digitales.
No es porque otros no lo hayan intentado, claro. Los bancos tienen su aplicaciones propias y hay soluciones de terceros que llevan tiempo metiendo la patita (Twyp, Bizum). Tenemos PayPal, tenemos Apple Pay, Samsung Pay y Google Pay, pero da igual: ninguna de ellas cuaja. Tienen su público, tienen su encanto, pero su despliegue no es masivo.
No triunfan por que no trabajan más que entre ellas. Puedes ser usuario de algunas, pero los inconvenientes hacen que al final tires con una (ya si eso) y te olvides de las demás.
Con Libra la cosa podría cambiar. No porque pueda trabajar con todas las demás, claro. Lo hará con algunas (PayPal y Stripe están metidas en el ajo), pero no con otras. La clave de Libra es otra, y la resumían en un sencillo titular en Recode:
Puede que Facebook tenga demasiados usuarios para que su criptodivisa fracase.
Así es. Ni más ni menos. Libra tiene todas las papeletas para triunfar por la sencilla razón de que hay 2.000 millones de usuarios que la tendrán a su alcance de forma casi transparente. Y sabiendo cómo se las gasta Facebook, dudo que no insistan bastante en que acabemos tirando de esta divisa tarde o temprano.
Para mí hay dos analogías claras. Dos historias del pasado y presente que hacen que piense que esto es el futuro. La primera es WhatsApp, una aplicación que nos hizo darnos cuenta de que los SMS no tenían sentido. La segunda es WeChat, que se ha convertido en pilar fundamental de muchas de las rutinas diarias de los ciudadanos chinos, incluyendo la del pago con el móvil.
No entiendo a los que dicen que Libra no soluciona ningún problema. Por supuesto que lo hace: es una alternativa a los pagos personales que no existía. Combina algunas de las ventajas de las criptodivisas con algunas de las ventajas del dinero fiat de toda la vida y las lleva a ese terreno en el que (casi) todos estamos a gusto: el móvil. Si la integración es tan buena como promete, lo de enviar dinero a una persona o a un comercio va a ser tan fácil como enviar un mensaje de WhatsApp.
¿Me mola que haya sido Facebook quien ha creado Libra? No. Nasty de plasty. Me sentiría más cómodo con una PayPal, una Apple o incluso ya puestos una Google que al menos no ha tenido los escándalos de privacidad que ha tenido Facebook. Ellos, claro, se desmarcan, la "ceden" a la llamada Asociación Libra para que sea esa oligarquía (que lo es, la definición de la RAE lo deja claro) la que controle el devenir de la divisa. Que deberíamos empezar a llamarla así, porque esto de criptodivisa, salvo por su particular cadena de bloques, tiene poco. Esto va a por la banca tradicional, y si no mirad la lista de miembros de la asociación. Ni un banco, como apuntaban en Financial Times, que ha publicado una serie de temas tratando de analizar la repercusión del anuncio.
No sé. Yo lo veo blanco y en botella. En dos años estamos todos pagando el pan con Libras. Y si no es con Libras, será con una alternativa que por una u otra cosa se convierta en la solución a un problema real: el dinero tal y como lo conocimos muere. Debe hacerlo, porque tiene demasiadas pegas.
Lo decía Jack Dorsey, que poco antes del lanzamiento de Libra hablaba en Quartz sobre esa oportunidad que teníamos para crear una divisa global para internet. Él creía que bitcoin era una buena alternativa, pero esa moneda tiene demasiadas limitaciones como para convertirse en moneda de cambio. Igual Dorsey se podía haber sacado su apuesta -igual está en ello- pero lo que es probable es que si ni Amazon, ni Google, ni Apple, ni Microsoft han dicho ni pío de puertas afuera, es porque deben estar piando a tope de puertas adentro.
Esto es disruptivo, chavales. De una forma u otra. Si no triunfa Libra, será otra, pero diría que este es el principio del fin del dinero.
Toma dosis de JaviPas en plan visionario. Ale, a ver qué es de este post dentro de dos años. Igual nos reímos juntos una vez más de mis dotes adivinatorias.