Las tarjetas de embarque también pueden ser bonitas

Las tarjetas de embarque también pueden ser bonitas
takeoff

David Bonilla publicaba este tuit hace un rato:

Y de repente, recordé haber visto alguna vez cómo eso de plantear rediseños para cosas como esas era bastante común entre los aficionados a estos temas. Yo recordaba haber visto (y creo que tuiteado o publicado aquí, pero no lo he encontrado en un breve intento) tarjetas de embarque con un diseño espectacular.

Tras buscar un poco me encontré no con aquel ejemplo del pasado, pero sí con un montón de ejemplos alternativos. Este usuario, por ejemplo, aplicaba algunos que me parecían especialmente chulos en distintas variantes (algunas en monocromo y por tanto más apropiadas para las impresoras térmicas que se usan en estas cosas, pero por si acaso con otras versiones en color) hace ya un porrón, en 2010:

Otros lectores de su blog de hecho le enviaron otras versiones, incluida una de una tarjeta en formato vertical que parecía especialmente útil cuando usamos estas tarjetas como marcapáginas en los libros que nos llevábamos de viaje (cuando viajábamos, ya sabéis).

En esto de la tarjetas de embarque hay muchas más ideas (y plantillas descargables) de gente que está harta de ver que las aerolíneas no parecen invertir en algo tan (aparentemente) simple como un rediseño de las tarjetas de embarque, que han evolucionado poco en los últimos años.

Por supuesto las tarjetas de embarque son solo un ejemplo de esa afición por tratar de mejorar la experiencia de usuario (UX) con papeles que manejamos en nuestro día a día y que son difíciles de leer y entender. ¿Otro ejemplo? Las facturas de la luz, que (en a mayoría de los casos) no hay Dios que comprenda. Imaginad una factura así:

O así:

O así:

Molan, ¿eh? Seguro que hay un montón de ejemplos prácticos más que conocéis. En una de las respuestas al tuit original alguien hablaba de las nóminas, otro tipo de documento bastante feo (ya que te alegras de recibirla, podían ponerla en bonito, coñe) que podría también beneficiarse de un diseño un poco más aparente.

No he encontrado ejemplos, pero seguro que los hay, porque comunidades como Behance, Pinterest o Dribbble que están llenas de talento a la hora de intentar darle a todos estos documentos un toque UX importante. Es cierto que algunas de estas cosas han mejorado gracias a la gestión de estos temas a través de apps móviles que cuidan mucho más la interfaz y experiencia de usuario, y aunque está bien conservar ciertas costumbres, lo de hacerlo a costa de que la gente lo pase mal entendiendo esos documentos es un poco contraproducente.