Las IAs que aterrorizaban a los mediocres

Las IAs que aterrorizaban a los mediocres
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A mí la mayoría de la música que hace Nicki Minaj me parece una mierda. Me parece mediocre, como gran parte de la música que se hace ahora, aunque probable y trágicamente esa será la música que recordarán mis niños.

No soporto el trap, y sobrevivo al reggaeton y al autotune porque aunque la mayoría de esas canciones me aterran —no digamos las letras— hay alguna que de vez en cuando me hace gracia.

Pero como digo, hoy en día diría que en el ámbito de la música reina la mediocridad. De hecho, la industria musical me parece bastante triste: llevan décadas centrándose más en proteger su chiringuito y en ganar pasta que en el hecho de crear. No hablo solo de los sellos musicales, que ya de por sí son terribles, sino de los artistas, que durante años nos estafaron con los álbumes (una o dos canciones buenas + 12 o 14 patéticas) y ahora, como han tenido que "regalar" su música a los Spotify del mundo, nos estafan con los precios de los conciertos.

Por eso me da un poco la risa cuando leo la carta abierta que unos 200 artistas han firmado quejándose de que la IA "sabotea la creatividad de los músicos". Entre los firmantes hay varios artistas a los que admiro y respeto —Sheryl Crow, Norah Jones, R.E.M. o Luz Casal, por ejemplo, me parecen fantásticos— y por eso me extraña que se hayan unido a la misiva. Y me extraña por una cosa:

Ellos no son mediocres.

Lo que hace la IA suele ser mediocre. Asombroso, desde luego, entre otras cosas porque no podríamos lograr esos resultados por nosotros mismos fácilmente, pero al fin y al cabo, mediocre. Me alucina Midjourney —la imagen de cabecera es este modelo de IA— y la música que generada por Suno.ai es igualmente sorprendente, pero sé que son refritos. Muy potentes, sí, pero refritos basados en un montón de obras de un montón de gente que, ojo, también puede ser mediocre.

Y ahí está el problema. Nicki Minaj, que llora porque la IA se basa en su trabajo, es una hipócrita, como otros muchos de los que firman. Se queja de que la IA ha sido entrenada con sus obras y por tanto su música es un plagio de unos y de otros, pero es que ella también plagia. No solo es que la hayan condenado por ello —"plagió" a Tracy Chapman y tuvo que pagarle 450.000 dólares por la broma— sino que su música no ha salido de la nada (actualización: pongo entre comillas el "plagió" tras la aclaración del lector Awsomo —gracias—, que comenta que no fue exactamente eso).

Su capacidad para crear no es innata: se ha "entrenado" durante toda su vida con música de otros. Escuchándola en la radio, comprándose CDs y vinilos, o viendo videoclips en YouTube. Luego aprovechó todo aquello, se lo curró —supongo— y logró convertirse en artista de éxito. Y ahora ve la amenaza de algo que puede competir y claro, se defiende, como todos los demás.

Entiendo el miedo si eres un mediocre, pero si verdaderamente tienes talento, ¿qué miedo puedes tener? La música —o los libros, o las imágenes— que acabes creando tendrán algo especial y distinto. Algo que no tengo nada claro que puedan tener las obras creadas por una máquina. Y aunque lo logren, que también puede ser, serán eso: obras creadas por una máquina. Algo creado masivamente —una herramienta, un móvil, un mueble— puede ser fantástico y práctico, pero al menos en el mundo del arte lo artesanal tiene un valor especial.

Por eso sigo siendo relativamente optimista con el mundo de la inteligencia artificial. Porque creo que siempre habrá gente que apreciará —y pagará por ello— la creatividad humana. Aquí no niego que también tengo mis temores: los modelos de IA se están volviendo tan buenos a la hora de realizar tareas creativas cotidianas que amenazan muchos trabajos en este ámbito, y es factible que me acabe tocando la china y que una IA se ponga a escribir artículos porque saldrá mucho más barato que lo haga yo.

Si eso ocurre, eso sí, tendré claro por qué habrá sido.

Porque después de todo, también yo era un mediocre.

Imagen | Lilfilth con Midjourney

Actualización: me chiva Persiles (¡gracias!) que el post ha dado lugar a un debate de lo más interesante en Menéame, y así es. Mola.