La PS5 Pro es una estafa

La PS5 Pro es una estafa
ps5-pro

No tengo palabras para describir lo que me parece la PS5 Pro.

Qué tontería. Claro que las tengo. Me dedico a escribir palabras, unas detrás de otras. Me pagan por ello, así que insisto: las tengo. Son todas sinónimos de estafa.

La nueva consola de Sony es eso. Una estafa. Un fraude. Un engaño. Un timo. Una farsa. Un embuste. Una maquinación. Una vileza. Una chapuza. Una patraña. Un camelo. Una falacia. Una burla. Una fullería. Una treta. Una añagaza. un embaucamiento. Un gatuperio. Un apaño. Un pechazo. Un sablazo.

Una estafa, vaya.

Y lo es por muchas razones. En primer lugar, por cómo fue presentada. Con un vídeo de menos de 10 minutos en el que Mark Cerny, que hasta ahora tenía un pequeño pedestal, se me cayó del pedestal. Aparte de por su aparición robótica —¿no sería un avatar de Cerny creado por IA?—, por su escaso análisis técnico. Cerny, por si no lo recordáis, hizo una presentación excelsa del hardware de la PS5 hace cinco años. Había promesas y expectativas, sí, pero todas estaban fundamentadas en datos y hechos claros.

En esta ocasión solo hubo promesas y expectativas. Cerny básicamente nos dijo que teníamos que creernos que la consola iba a ser una maravilla a nivel técnico. Sin detallar nada sobre su GPU —que se sepa, el único cambio apreciable— y sin ofrecer pruebas fiables de la mejora que podemos esperar. Una mejora que además no depende tanto de la máquina, sino de los desarrolladores: son ellos lo que tendrán que adaptar sus juegos para aprovechar todo ese potencial, y por ahora la lista de los que lo harán —al menos por lo explicado por Cerny— es muy, muy limitada.

Lo explicaba bien mi compañero Alejandro Alcolea, que antes había publicado un tema aún más importante. No es que la PS5 Pro pueda decepcionarnos y se quede sin cumplir la promesa de esas experiencias de nueva generación.

Es que ni las PS5 ni las Xbox Series S/X la han ofrecido. No han cumplido. Nos prometieron otra era de juegos increíbles a nivel gráfico, pero cuatro años después tenemos juegos que básicamente parecen idénticos a los de la generación anterior. La única mejora en mi opinión ha venido gracias a las unidades SSD, pero es que los desarrolladores no han aprovechado demasiado las opciones que planteaban estas máquinas... o esas opciones no eran para tanto. Y tampoco lo serán probablemente las que ofrece esta PS5 Pro: la promesa de poder jugar en 4K a 60 FPS siempre tuvo letra pequeña, y ahora la sigue teniendo.

Pero como decía, hay más razones por las que la PS5 Pro es una estafa, pero la más contundente es el precio. 800 euros es un precio absolutamente absurdo para una consola que de hecho debería haber mantenido el precio y haber incluido el lector de discos que ahora no incluye. Eso es otra jugada sucia de Sony que apunta a dos cosas chungas para la próxima generación de consolas. Una, que serán más caras que nunca. Y dos, que arrinconarán al formato físico, si es que no lo matan directamente.

Las críticas han sido bastante masivas. Los usuarios de YouTube han dejado clara su opinión sobre la PS5 Pro en el vídeo oficial: hay casi el doble de votos negativos que de positivos, pero es que probablemente el ánimo general sea aun peor: solo se ven los "No me gusta" de la gente que tiene la extensión instalada en el navegador para ver esos votos negativos ('dislikes') que por defecto ya no se ven en YouTube.

En Reddit también se ha notado el mosqueo: en el hilo del subrredit /r/PS5 en el que se comenta la noticia hay más de 12.000 comentarios, y haciendo un repaso rápido por todos ellos abundan las críticas, la sorna y los improperios.

Por supuesto, el calentón que provoca la noticia probablemente no tenga el efecto que podríamos pensar. Diría que a pesar de ese precio mucha gente —incluidos algunos de los que han votado negativo— acabarán comprándola. No solo eso: acabarán gastándose pasta extra —ya lo están haciendo— en la maldita unidad opcional de disco, que cuesta 120 euros aquí, e incluso el soporte para ponerla en vertical, que cuesta 30 euros en estos lares. Y no debería poder decir mucho, porque la realidad es que cada cual se gasta el dinero en lo que quiere.

Pero sí lo digo. Comprando la consola ayudáis a Sony a sacar pecho y decir "¿ves?, yo tenía razón: da igual al precio al que pongamos nuestra consola. Estos estúpidos la van a comprar igual". Tampoco ayudáis al futuro del formato físico, y tampoco ayudáis al futuro de las consolas en general, sobre todo porque este engendro servirá para demostrar que te pueden vender lo que quieran aunque las mejoras sean marginales, y ponerle una etiqueta de precio exagerado sin que eso importe porque la gente solo quiere tenerla para molar más que los demás.

Que es exactamente lo que ocurre con los iPhone.

Pero ojo: incluso Apple aquí se porta (mucho) mejor que Sony. Ellos acaban de sacar los iPhone 16, y los precios no han cambiado desde el año pasado. Y son mejores móviles, más potentes, con mejores cámaras, el nuevo botón de cámara y alguna pijada más. Voy a tener que decirlo aunque me duela.

No compréis la PS5. Guardad ese dinero para el iPhone 16, si acaso.

Que yo diga eso, telita. Pero es que es verdad.

Menuda estafa.