La pesadilla de las videoconferencias

Esto no lo escribo en 2000. Ni siquiera en 2010. Lo escribo en 2020. Es importante que nos situemos, porque a estas alturas estamos bastante avanzadillos en temas tecnológicos. Internet va a toda pastilla, el coche autónomo está a un pasito de hacerse realidad, y nuestros móviles hacen cosas que no hubiéramos soñado hace una década.

Para algunos escenarios tecnológicos, no obstante, es como si siguiéramos en el año 2000. En Twitter un lector me enviaba foto con un producto de hace unos añitos:  (¡gracias Alejandro!)

En la imagen, los AOL Avant, más conocidos como "Paquitos". Hay hasta un anuncio en YouTube de la época que en realidad eran las llamadas Intel Dot.Station que la firma presentó en 2000 para revolucionar el mercado de las "web appliances". En España llegaron a través de un acuerdo con el BSCH (Banco Santander Central Hispano), y como contaban en 2007 en El País, fueron un timo. Había que pagar una cuota de casi 3.000 pesetas al mes y la mitad, por lo visto, ni se conectaron. En esta página rescatada gracias a Archive.org cuentan la historia en detalle.

Aquel producto estaba destinado, entre otras cosas, a que la gente pudiera hacer videoconferencias y hablar con otras personas conectadas. No funcionaba ni a tiros, pero es que estamos en 2020 y las cosas no han cambiado mucho.

De hecho ayer me sorprendía recibir una nota de prensa con un producto llamado ASUS Google Meet Hardware Kit: una solución de videoconferencias para empresas cuyo precio de partida (sin la pantalla) es de 2.000 euros. El kit se compone de un miniPC con un Core i7 (¿!para una videoconferencia!? antes era un ChromeBox como este), una webcam 4K UHD, la pantalla táctil de control opcional y el módulo de altavoz y micrófono que veis a la derecha.

No tengo ni idea de cómo funcionará el tema, pero me parece una burrada cobrar 2.000 euros por eso. Lo comentaba en Twitter y varios respondían comentando que las empresas llevan años intentando contar con soluciones que funcionen y que el tema es más complejo de lo que parece.

Manuti me contaba cómo en su caso han probado bastantes cosas profesionales como Cisco Webex o Lifesize y han comprobado en sus carnes lo de los jardines amurallados: funcionan bien si los usas con otros usuarios de Cisco o Lifesize, pero mal en entornos híbridos. Al final, decía, han acabado tirando de Microsoft Teams y (supongo) alguna webcam para coger toda la sala de reuniones o simplemente los portátiles de cada empleado. Que por cierto, en todas las imágenes promocionales salen así, sonriendo y en resolución 16K. Es mentira. Es todo una gran mentira.

La historia me dejó frío. Parece mentira, pero en 2020 no estamos preparados para hacer videoconferencia. Ahí hay dos razones que fallan:

  1. Webcam: ya lo dije hace poco. Estamos en 2020 y las webcam de los portátiles son una castaña. Eso no ayuda en nada a las videoconferencias, y al final la alternativa es usar la del móvil (con DroidCam) o comprar una webcam aparte, algo que está difícil porque las decentes (Logitech C920s es la que elegiría) se han agotado o han subido de precio de forma brutal por la demanda. Ese modelo que enlazo cuesta hoy 99,99 euros. Su versión normal, la C920, estaba a 37,40 euros el pasado Black Friday. Lo sé porque la metí en los Incognichollos en ese momento. Terrible.
  2. Aplicaciones: hay un jari importante a la hora de elegir aplicación para videoconferencias, aunque últimamente parece que Teams es la opción que está ganando enteros gracias a los problemas de privacidad que tuvo Zoom. Yo no me fío mucho de ninguna, así que uso Google Meet por tener Gmail y también Jitsi Meet. Pronto probaré WhatsApp con la familia. ¿Puntuación para reuniones de varias personas? Ni Google Meet ni Jitsi Meet aprueban. A estas alturas la latencia hace que constantemente se produzcan conversaciones inconexas en las que unos nos interrumpimos a otros. La calidad del vídeo no es suele ser buena, y unirse a las conversaciones a menudo no es trivial. Es increíble.
    No solo eso: como hay tanta fragmentación, no hay una solución que "todo el mundo tenga", así que al final tienes que instalar varias para poder hablar con todo el mundo. En el trabajo he usado Cisco WebEx (cliente), Meet, Skype e incluso (alucino) llamadas de teléfono con presentación de apoyo por correo ("ahora comentaremos la diapositiva titulada "blablabla"", en ese plan). Diría que Cisco es la que mejor se ha portado, pero si brillar especialmente.

No sé. No entiendo cómo a estas alturas no tenemos una solución más sólida en este campo. Para empezar con la familia y amigos siempre resulta mucho más sencillo hacer las videoconferencias con el móvil (sobre todo por la cámara frontal/selfie, mucho mejor para estas cosas que cualquier webcam), pero ahí la pantalla limita (a no ser que solo quieras ver al que habla) y las conexiones WiFi suelen fallar: es curioso, pero suele ser mucho más fiable tirar de datos móviles. Y da igual porque hagas lo que hagas suele pasar alguna de estas cosas (vía @antonello):

En el resto de casos, es como si la industria no quisiera plantear soluciones, y es un nicho que yo creo que tiene un potencial claro de aquí a los próximos meses y años. Diría que el principal limitación está en las webcams de nuestros dispositivos, y ahí tenemos muchas opciones:

  1. Portátiles: los fabricantes deberían prestar mucha atención a esto (y no a quitar los marcos de las narices, por Dios, eso no es importante). No creo que sea tan difícil poner una webcam de calidad y eso sería un argumento de peso ahora mismo (y no lo de "ahora con procesadores Intel de 10ª generación").
  2. Televisores: lo apuntaba Manuti y estoy de acuerdo. ¿Por qué las Smart TV no tienen cámaras (con tapita para evitar a los cotillas)? ¿De verdad es tan difícil?
  3. Monitores de PC: tenemos algunos inventos con cámara como los Surface Hub de Microsoft y variantes como las  Lenovo Smart Frame que son pintonas, pero ¿por qué no se dejan de tanta pantalla de 300 Hz y ofrecen un monitor simpático 1080p con una buena webcam y soporte de Windows Hello? ¿Tan difícil es? Hay algunos, sí —este HP EliteDisplay E243m de 250 euros parece una buena opción—, pero son la excepción, no la regla.
  4. Pantallas inteligentes: estas sí ofrecen esa opción desde el principio y pueden ser por ejemplo una curiosa forma de solucionar este apartado. Google con sus Nest Hub, Lenovo con sus Smart Display y Amazon con sus Echo Show (el de 8 pulgadas a 89,99 euros está bastante majo) deberían atacar por ahí.
  5. Webcams externas: Logitech tiene aquí mucha experiencia, pero ¿cómo es que apenas hay otros fabricantes destacables aquí? Demasiada marca desconocida que no impone demasiada confianza. No mola.

Los fabricantes tienen una oportunidad brutal aquí, y también los desarrolladores de software: si alguien logra resolver bien el problema, estoy seguro de que logrará que la gente apueste por ese producto o servicio. Me veo montando una startup y resolviendo el problema con una Raspberry Pi y una webcam, tipo esto. De verdad, no debería ser tan difícil.

Mientras tanto las videoconferencias seguirán siendo una pequeña pesadilla. A este paso igual en 2030 por fin esto está solucionado. O no.