La mafia de las impresoras de tinta

Es un tema recurrente en Incognitosis, pero es importante que lo sea, porque estamos en 2021 y las impresoras son un timo. Uno de los mayores de la tecnología junto a los cables HDMI 'premium' o (sorpresa) hasta cierto punto las unidades SSD PCIe 4.0, de las que por cierto tengo que hablar otro día.
Pero hoy quiero dedicarle la reflexión a las impresoras, sobre todo porque hace unos días vi un hilo de Cory Doctorow (creador de Boing Boing, blog eterno) en el que precisamente hablaba de este tostón. Para empezar hacía como yo, recordando que en noviembre había escrito para la Electronic Frontier Foundation un tema sobre esta maldición. En ese tema hablaba de cómo Lexmark trató de proteger sus cartuchos para evitar cartuchos compatibles a toda costa, pero también de una HP que calibraba impresoras con un método que desperdiciaba tinta en lugar de tratar de sacar hasta la última gota de los cartuchos.


Es flipante, sobre todo teniendo en cuenta que la tinta es un líquido precioso que dominan tres o cuatro fabricantes en todo el mundo. Epson, por ejemplo, también ha intentado deshacerse de la competencia en alguna ocasión, y estamos aquí ante una absoluta mafia que ha acabado moviendo ficha de una forma sorprendente: ahora no compras tinta, sino que te suscribes a la tinta.
La idea de HP con su programa Instant Ink es a primera vista interesante, pero no es —como cualquier otra suscripción— una forma bastante lamentable de aprovecharse de los usuarios haciéndoles la vida imposible si quieren otras alternativas. Por ejemplo poniendo una y otra vez barreras al uso de cartuchos compatibles, sobre todo, pero también haciendo que comprar cartuchos a demanda —cuando los necesitas de verdad— salga caro de narices. Pero no te preocupes, que HP te ofrece una estupenda suscripción para que siempre tengas cartuchos de repuesto en casa y nunca te quedes sin tinta (mientras no imprimas más de lo que te permite tu cuota, claro).
Ese servicio llamado HP Instant Ink de hecho tenía cuando nació una variante básica gratuita. Podías imprimir hasta 15 hojas en color cada mes sin pagar, y se te suministrarían cartuchos cuando HP "detectase" que te hacían falta (porque las impresoras, que ahora conectas sí o sí a internet, son máquinas chivatas a tope). Pero ahora ya no puedes disfrutar de ese programa, y su variante "free ink for life" ahora se ha sustituido por un plan de 0,99 dólares al mes con las mismas condiciones. Y lo venden como algo guay para el usuario:

Lo que HP ha hecho aquí es una vez más lamentable, y aunque es la más notoria en este tipo de prácticas, todas hacen más o menos lo mismo en el ámbito de las impresoras de tinta.
Es algo que comentaban en un podcast reciente en NPR en el que mencionaban el caso de una pobre abuelita que quería imprimir unas fotos de sus nietos. Su odisea era un ejemplo más de una historia que se repite una y otra vez en el negocio de las impresoras de tinta y que nadie parece querer corregir. La Unión Europea recibió hace años una petición de los fabricantes de cartuchos compatibles para que HP, Epson, Canon y Lexmark les permitieran trabajar y competir, pero curiosamente la Comisión Europea desestimó el caso. Para ellos la posición de esos fabricantes no era dominante, algo que no tiene sentido porque precisamente ellos cuatro dominan el mercado. Es un "monopolio a pachas", pero monopolio al fin y al cabo.
Y mientras, por supuesto, tenemos intentos de que al menos el tema del coste por página baje y los cartuchos se aprovechen mejor. Aquí hablé en el pasado de Epson y sus EcoTank, que parecen una opción curiosa, pero supongo que al final este es el mal menor. La gente se busca las castañas y trata de comprar cartuchos compatibles en todo tipo de sitios (como China, aunque tarden en llegar más de un mes con todo esto de la pandemia), pero empiezo a pensar que igual la solución es otra.
Igual lo que deberías hacer es no comprar una impresora de tinta en color jamás. Igual deberías comprar una láser monocromo —aunque también intenten caparla, como yo sufrí— y, como mucho, una láser color si necesitas imprimir con colorines. Eso no te sirve de mucho para imprimir fotos porque nunca quedarán tan bien como en una impresora de tinta con papel fotográfico y calidad óptima de impresión, pero es que con ese modo de impresión gastas tanto que probablemente salga a cuenta 1) irte a un servicio de impresión de fotos en algún centro comercial o tienda especializada, o 2) encargar la impresión de fotos en servicios de internet, que hay mil.
Por opciones que no quede. Mi consejo, repito, es claro: si podéis evitarlo, no compréis impresoras de tinta a esta mafia.