La chica que no sabía usar un PC

La chica que no sabía usar un PC
nativos-digitales-2023

Octubre de 1991. Allí estaba yo, en el laboratorio de prácticas de álgebra, asignatura impartida por el profesor Abellanas. Acababa de aterrizar en la Facultad de Informática de la UPM, en el infernal campus de Montegancedo, y tenía curiosidad por saber qué podía depararme aquel primer contacto con un contenido práctico en el curso.

Las prácticas se hacían con Derive, una aplicación con una interfaz de lo más espartana que ejecutábamos en PCs con MSDOS. Qué tiempos aquellos: rebuscando por ahí he visto cómo por aquí tienen una guía de introducción a su funcionamiento. Y lo mejor de todo, capturas.

Mon dieu.

Esta historia del abuelete cebolleta —madre mía, me han salido más canas solo de escribir esos dos párrafos— viene a cuento no por la magia de ese programa, sino porque cuando llegué al laboratorio y me senté con mi compañera de prácticas, recuerdo perfectamente algo importante.

Ella no tenía ni idea de manejar un PC.

Pero cuando digo que no tenía ni idea, es que no tenía ni idea. Eso sería quizás más extraño cuando uno empieza a trabajar y como parte de la jornada uno tiene que hacer cosas en un ordenador, pero es que amigos, esto era la carrera de informática. Uno pensaría que allí habría gente que más o menos pilota de ordenadores.

Pues no.

Resulta que en la facultad, como descubriría a lo largo del tiempo, había mucha gente que hacían informática, supongo, por hacer algo. Le verían salidas y se apuntaron, pero está claro que allí había dos clases de personas: aquellas a las que les gustaban los ordenadores —moi— y aquellas a las que eso de los unos y los ceros era un medio necesario (pero no suficiente) para encontrar trabajo.

Lo otro curioso es que eso al final daba bastante igual: que te fuera bien en la carrera no creo que tuviera mucho que ver con que fueras friqui. A mí, por ejemplo, me fue de culo. Yo, que me creía digno sucesor de David Lightman, que pensé que gracias a mis conocimientos infinitos y mi experiencia con mi C64 y Amiga 500 sacaría la carrera con la gorra, me llevé un buen chasco. Informática, como pude comprobar una y otra vez, no es (o al menos, no era) una carrera para gente a la que le gusta la informática.

Todo este rollo maravilloso es un prólogo necesario para lo que viene ahora. Que no es otra cosa que hablar de los célebres nativos digitales, una tribu de la que ya hablé en 2010 y en 2014.

Hace años que a los chavales se les engloba en ese singular grupo. Como nacen rodeados de cacharritos y enseguida están haciendo zooms y gestos en pantallas táctiles, parece que todos van a ser el próximo Elon Musk. Qué cracks, cómo manejan las pantallas, cómo controlan TikTok, cómo usan los stickers en WhatsApp (¿o eso también se ha quedado anticuado?). Y luego les pones delante de un ordenador y, ¿qué pasa?

Nada. Son como aquella compi mía de prácticas.

Así es: los chavales manejan muy bien todas esas cosas casi por ósmosis. Los niños ven e imitan, y si todos a su alrededor —nosotros los primeros— no paramos de hacer zooms y gestos en pantallas táctiles, que lo hagan ellos es natural. Eso no implica que vayan a ser unos hackers del copón. Simplemente implica que saben utilizar algo porque no paran de hacerlo.

Por eso resulta bastante sorprendente encontrarse (otra vez) con gente que se sorprende por esa situación, como comentábamos en Xataka hace unos días. ¿Cómo es posible que los adolescentes no sepan usar un PC? Pues por la misma razón que no lo sabían usar hace 10, 20, o 30 años. Salvo ciertos casos, no tenían necesidad ni interés en hacerlo.

Hoy ocurre lo mismo. Salvo en el caso del colectivo gamer —y desde luego, los adolescentes friquis, que los hay—, los chavales no saben usar un PC y tampoco entienden conceptos tan obvios como el de qué es una carpeta de Windows o macOS. Eso pasa, pero también pasaba antes y seguirá pasando después.

De hecho yo mismo pensé al ver esa idea de tema eso de "ya verás cuando quieran encontrar un trabajo". A los dos segundos me di cuenta de que esa reflexión era una estupidez. Los chavales que no tienen ni idea de usar un PC acabarán sabiendo cómo usarlos cuando encuentren un trabajo. La razón es sencilla: no van a tener otra opción. En esos trabajos necesitarán acabar sabiendo usar cierta aplicación, sistema o plataforma, y obviamente lo harán.

Como aquella compi mía de prácticas. No sé donde andará, pero os aseguro una cosa: acabó sabiendo usar un PC.