'La Casa del Dragón': meh

Mucho ruido y pocas nueces. Ese podría ser el resumen de 'Juego de tronos: La casa del dragón', una serie que muchos esperaban (esperábamos) con bastante expectación tras disfrutar durante años enteros de 'Juego de tronos' a pesar de sus mil hilos argumentales.
La serie prometía, pero no me puse a verla en cuanto la estrenaron. Soy más de esperar a que terminen de emitirlas y luego verlas a mi ritmo, pero aquí noté algo importante.
Casi nadie hablaba de la serie.
Lo hicieron al principio, desde luego. Pero al poco, ya no veía en Twitter los típicos comentarios con (o sin) spoilers y con críticas pormenorizadas de los episodios. Aquello solo podía significar una cosa: que la serie no estaba cuajando. Que era una serie sin chicha. Una serie meh.


El caso es que cuando me puse a verla confirmé esas impresiones muy pronto. Más allá del lío de nombres raros —al acabar la serie me sé apenas los nombres de tres de los protagonistas—, la historia no engancha, o al menos no lo hace de forma contundente. Es un más de lo mismo, una precuela que huele a secuela, a traiciones, corruptelas y envidias de corte medieval. Aderezada, eso sí, por los dragones y por un aspecto visual realmente alucinante.
De hecho esto no es una serie de televisión. Parece más una especie de sucesión infinita de fondos de escritorio. La fotografía y el cuidado en el detalle visual es exquisito, lo reconozco, pero de poco sirva que las escenas sean una delicia visual cuando no transmiten mucho. Cuando al final lo que cuentan es mediocre. Y mejor no hablamos del séptimo episodio, que yo pude ver medio bien gracias a mi tele OLED, pero que es un ejercicio bastante absurdo de mostrar las cosas como (¿quizás?) se veían en realidad en aquel momento.

No ayudan tampoco los saltos en la trama que implican el cambio de protagonistas —al menos podrían poner un cartelito de "10 años después" antes de darnos el susto, caray—, pero lo que desde luego no entiendo es que la serie sea tan poco juegotronil.
De hecho, hay poco de aquel espíritu original. Aquella serie brutal que nos alucinaba cargándose a sus protagonistas sin piedad y mostrando violencia y contenido sexual sin tapujos aquí es bastante bienqueda. Hay un poco de todo, sí, pero es todo muy light, previsible. Aburrido.

No sé. Me quedo frío tras verla, y eso no me ayuda a coger con ganas "Los anillos de poder", que también tenía pendiente y de la que tampoco he oído prácticamente nada salvo críticas. Qué mal.
De hecho está siendo un año terrible para mí en el ámbito de las series. No he ido apuntando las que voy viendo como de costumbre y no sé si podré construir una lista de las series que vi en 2022 como ya hice en 2020 y en 2021, y si lo hago va a salir una ristra bastante deprimente, porque salvo excepciones estupendas como 'Severance' me he pasado buena parte del año probando a ver series que no me convencían y que resultaban ser una castaña pilonga.

No sé, si tenéis recomendaciones rápidas, os invito a que dejéis un comentario por si tenéis dos o tres sugerencias que puedan salvar un poco el año. Gracias por adelantado.