Kinépolis y sus salas de cine digital: ¿valen la pena?

Kinépolis y sus salas de cine digital: ¿valen la pena?
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Ayer, por una vez y sin que sirva de precedente, fui al cine. Normalmente me niego a pagar una entrada para ver una película, sobre todo porque en casa tengo montado mi súper HTPC con proyector 720p y pantalla gigante y no suele apetecerme salvo por algún que otro estreno al que acabo esperando en su edición "doméstica".

Sin embargo hay películas que sí vale la pena verlas en el cine, aunque cada vez sean menos. Esperaba que Australia fuera una de ellas, y me gustó, sí, pero no tanto. De hecho, la experiencia me sirvió más para valorar la calidad de la sala 25 de Kinépolis, que hace bastante que está reservada a proyecciones en calidad digital.

Esa prestación adicional hace que la entrada cueste entre 7 y 8 euros (dependiendo de si la compras online o no), y eso el día del espectador, lo que me parece una absoluta locura para cualquier cine. Vale que las butacas del Kinépolis son las más cómodas del mundo, que la pantalla es la pera (es más grande que la mía, que ya es decir) y que el sonido es igualmente impresionante, aunque este apartado queda algo ensombrecido por el alto volumen al que ponen todas las películas. Pero es que aún así el precio es exagerado...

Lo cierto es que sí que se aprecian diferencias en la versión digital: cualquiera que haya visto una película en alta definición se dará cuenta de que esta sala presenta una diferencia similar con las salas convencionales a la que puede haber entre una película 720p y una película en DVD. Bueno, puede que no tanta, pero sí se nota mucha definición, vaya.

Leyendo un poco he descubierto que el sistema implantado en Kinepolis para esta sala es el llamado Dolby 3D (una evolución de Dolby Digital) y que además está implantado en otras 4 salas (al menos así lo indican en la propia Dolby). No he visto artículos sobre las especificaciones técnicas de este sistema (seguro que son importantes, dado que proviene de Dolby), pero lo cierto es que como ya comentaba, sí se notan las diferencias. Aún así, ¿justifica eso que una película te cueste 8 euros?

Jamás.