Kindle 2: Huxley y Orwell estarían orgullosos
Seguro que los que os mantengáis un poco al día ya lo sabréis: ayer se presentó el nuevo lector de libros electrónicos de Amazon. Kindle 2 es una evolución muy destacable de la primera versión de ese dispositivo, y eso que el Kindle revolucionó este segmento... aun cuando estas soluciones ya llevaban años disponibles. Pero Amazon es Amazon, y que un gigante como este apueste de forma tan clara por una solución de esta clase es motivo suficiente para la industria y los medios presten una atención que antes no dedicaban al sector de los libros electrónicos. Ya hablé de este apasionante segmento hace tiempo (de hecho, el artículo fue publicado posteriormente en PC Actual), y sigo pensando que tarde o temprano acabaré comprando uno de esos dispositivos.

Sin embargo y tal y como apunta el siempre lúcido Antonio, el negocio de los libros electrónicos que ha creado Amazon es algo diferente de lo que muchos desearíamos. Al igual que ocurre con el iPhone de Apple -y mira que me repatea, porque en el resto de apartados es un teléfono asombroso- el Kindle de Amazon no está aquí para abrir las puertas de los libros electrónicos a los usuarios...
Más bien, la idea es abrir las puertas de Amazon (léase Apple) a los usuarios. Todo en el Kindle (léase iPhone) está pensado para que uno se introduzca, ignorante e inocente él, en el fantástico mundo de facilidades que se ofrecen. Un mundo cómodo y seguro.
Pero a la vez un mundo cerrado, sin opciones, sin alternativas, limitado y restringido al control de Amazon.
Es lo que pasa con todas las soluciones cerradas y propietarias que tratan de imponernos ciertos fabricantes y desarrolladores: o te acoges a lo que ellos te ofrecen, o te conviertes casi en un enemigo. Y el Kindle 2, con todas sus buenas prestaciones -que las tiene- sigue pecando de lo mismo: un catálogo cerrado (al menos, si quieres disfrutar de libros especialmente adaptados al Kindle), y unas prestaciones que en todo momento están dirigidas a encerrarte en el mundo Amazon.
¿Por qué estas empresas siguen sin entender que los usuarios quieren opciones y libertad? ¿No se dan cuenta de que eso probablemente haría que muchos más usuarios utilizasen la propia plataforma del fabricante?