Jugar a 4K no importa, hacerlo a 60 fps sí

Jugar a 4K no importa, hacerlo a 60 fps sí
4kevolution

En The Verge suelen robarme unas cuantas ideas para reflexiones tecnológicas de las que surgen en el día a día, y uno de esos pequeños atracos (el mérito es de ellos, claro) se ha producido hoy con el artículo de Sam Byford titulado '4K is the wrong target for Xbox One X and PS4 Pro'.

El título descubre buena parte de esa reflexión, que es obvia y transparente. Tanto Sony como Microsoft nos han querido vender la moto de los juegos en 4K con sus nuevas consolas, cuando en realidad jugar a esa resolución será la excepción y no la regla.

Lo será por dos motivos. El primero, que la inmensa mayoría de la gente no tiene aún un monitor o una televisión 4K a la que conectar estas consolas, así que ese argumento de venta se pierde sin más. El segundo, que no todos los juegos —ni mucho menos— podrán disfrutarse a esa resolución. De los que lo hagan, habrá que ver cuál es el impacto en la tasa de frames y en la fluidez de unos títulos que sobre todo en la PS4 Pro no lo van a tener fácil. Es cierto que la Xbox One X tendrá algo más de margen gracias a esos 6 TFLOPs de capacidad de cálculo en su GPU, pero no os engañéis: ni por esas se podrá garantizar que todo se vea en 4K en ella.

Mucho más relevante, como dice el amigo Sammy, es el poder jugar con tasas de fotogramas por segundo más elevadas, y aquí la barrera psicológica clásica de los últimos años está en los 60 fps.

My personal opinion is that 60fps makes a vastly bigger difference to the actual experience of playing games than 4K resolution — just look at Microsoft’s own Halo 5, which appeared to have been entirely designed around this principle — and I would be happy to buy updated PS4 or Xbox One models that focused on this aspect of performance. Unfortunately, that’s not what we’ve got.

Estoy bastante de acuerdo con el chico, y eso que ni siquiera puedo apoyar mis palabras con hechos: nunca he podido jugar a 60 fps porque mi gráfica o mi monitor lo impedían. Cuando me compré el Dell con resolución 5K lo hice pensando en lo mucho que ganaría a la hora de leer y producir contenidos. Eso no quita para que no me planteara otras opciones, y entre ellas, algún monitor con soporte de frecuencias de 144 Hz o 165 Hz —esta web es referente en información y recomendaciones al respecto— como los ultrapanorámicos que ahora están cada vez más en boca de todo el mundo. Teniendo en cuenta que tecnologías como FreeSync y G-Sync ayudan a que esas experiencias sean tan fluidas como perfectas, la cosa parecía clara.

No era una solución buena para mí (juego poco), pero eso hubiera implicado además la actualización a un PC más potente que por ahora me resisto a hacer y que, eso sí, podría caer aprovechando el Black Friday de este año, que va a estar jugosito.

El caso, como decía, es que las dos consolas de Sony y Microsoft se equivocan en su enfoque, porque hoy por hoy parece claro que el santo grial de los gamers está en lograr las mayores tasas de fps posible sacrificando si es necesario —aunque siempre con un equilibrio coherente— el nivel de detalle o la resolución.

Es una pena que al final dichas empresas acaben siendo arrastradas por el término molón del momento, porque de otro modo probablemente estaríamos en una era mucho más coherente tanto para las consolas como para desarrolladores y usuarios. En lugar de intentar sacar de donde no hay, esos desarrolladores se centrarían en ofrece esos juegos a 60 fps a 1080p o 1440p. Al final salimos perdiendo todos, me temo.

Qué pena. Oportunidad perdida, Microsoft. A ver cuándo me ficháis para que comience a ayudaros a levantar el negocio, leñe.