iPhone 3G, a comerse el mundo
Es difícil que algo así te sorprenda cuando llevas hablando de ello durante semanas. Ayer me tragué toda la keynote vía Engadget y Gizmodo gracias a su cobertura "Live" en modo blog, y pronto me di cuenta de que el enfoque a las aplicaciones móviles fue uno de los pilares de la esperada keynote de Steve Jobs. De hecho, habló mucho más de las aplicaciones y el SDK que del teléfono en sí, lo que demuestra que el cacharrito sólo es un medio para aprovechar lo que está por venir: las aplicaciones móviles de las que ya hablé ayer largo y tendido.

Así que debo admitir que la keynote no me sorprendió, y podría decir que en algunos puntos me decepcionó. Jobs parece depender quizá demasiado de esos vídeos promocionales en los que los partners hablan de lo maravilloso que es todo en su trabajo con Apple, y deberían disimular esos publirreportajes un poco, aunque supongo que las presiones son muchas en todos los frentes. El resumen rápido sería algo así como:
Pros:
- Conectividad 3G.
- Receptor A-GPS (ya sabéis, que combina GPS con la triangulación de antenas de telefonía móvil para aumentar la cobertura y calidad de la señal).
- Firmware 2.0.
Contras:
- Me da igual que salga más barato: sigues ligado a una operadora, y por lo que dicen, será complicado comprarlo si no firmas el contrato de marras.
- No dijeron nada de Bluetooth, así que se presupone que seguimos igual de mal en este apartado.
- La cámara sigue siendo una patata.
- No dijeron nada de posible videoconferencia a través de un cliente iChat para el iPhone.
Si a eso le unimos el hecho de que nos encontramos una vez más ante un dispositivo claramente cerrado y con todo tipo de tecnologías propietarias -tampoco me sorprende- resulta que este móvil resuelve la principal carencia del anterior modelo (conectividad 3G), pero no supone en modo alguno una revolución. La ausencia de Bluetooth para usarlo como módem 3G es especialmente molesta para mí, y seguro que también lo es para muchos usuarios de portátiles que van de aquí para allá.
Y sin embargo, tened por seguro que da igual que la fiebre del iPhone 3G se expanda por todos lados (gracias a que lo venderán desde el 11 de julio en unos cuantos países, incluido España vía Telefónica), porque lo que importa, de nuevo, no es que tenga 3G. Lo que importa es el nuevo soporte del SDK y de las aplicaciones móviles que son las que revolucionarán el mundo de la movilidad.
Y si no, al tiempo.