Incognitosis cumple 13 años
Trece años ya. Cada año me sorprendo como si fuera el primero, parece mentira. Con esta llevaré 2.887 entradas en Incognitosis, que son muchas para un blog personal. Qué orgullo, la verdad.
Este aniversario marca otro hito tras un año en el que ha habido muchísima actividad en Incognitosis, en el que he consolidado los Incognichollos y en el que además he empezado a experimentar con el formato podcast en Incognicast, ese oasis en el que mi voz profunda y serena de vez en cuando —me está costando mantener el ritmo— os permite conocer qué se ha cocido en el mundo de la tecnología.
Pero lo importante es que Incognitosis sigue siendo el verdadero oasis para mí. Un refugio para cuando llueve fuera, y uno en el que puedo compartir sin pelos en la lengua esas reflexiones sobre todo lo que rodea a la tecnología.
No hay mucho más que decir. Quizás que Incognitosis es en cierta medida mucho más que ese libro que quiero escribir pero que está ahí como un reto personal. Casi como un enemigo invisible al que debo enfrentarme de una vez por todas. No sé si caerá, pero como digo estos 13 años y estas 2.887 entradas —algunas ciertamente más memorables que otras— ya dicen mucho (más) para mí.
No sé lo que traerá el futuro. Las ideas vienen y van, los proyectos surgen y se abandonan, pero lo que es cierto es que Incognitosis, sea como fuere, permanece. Eso mola.
Feliz cumpleaños, Incognitosis.
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PD 2: Para los curiosos, enlaces a los pasados post-aniversario: no hubo artículo para el primero, pero sí para el resto: 2º, 3º, 4º, 5º, 6º, 7º, 8º, 9º, 10º, 11º y 12º.