Incognitosis cumple 12 años

Aquí me tenéis, inflado de orgullo, 12 años después. Lo digo todos los años con esa misma sensación de sorpresa agradable: la de haber conseguido llegar hasta aquí con las mismas ganas de escribir que el primer día. O más.

Hay otros números llamativos detrás, claro, como las 2.626 entradas (o posts) que he escrito a lo largo de todos estos años. Que son unos cuantos, aunque haya escrito "un poquito más" por otros lados. Desde 2014 el ritmo se ha vuelto a incrementar sensiblemente, y aunque no voy a post por día, la cifra se acerca bastante:

Estoy bastante orgulloso tanto de la cantidad como de la calidad. Aquí me voy a tirar un poco el pisto, como solemos decir por estos lares, y añadir que intento huir del post fácil y con poco menene. Es cierto que no siempre lo consigo, pero si hay algo que tiene Incognitosis, es personalidad: la que da hablar sin pelitos en la lengua y sin cortapisas. El tono ayuda, creo yo,a que los parroquianos sigan pasándose por aquí de cuando en cuando. Aunque sigo sin alcanzar los niveles regios de años gloriosos, superar tranquilamente los 35.000 usuarios únicos al mes y rondar las 50.000 páginas vistas de media no está nada mal.

Pero eso, como digo, son todo cifras. He ido celebrando el resto de cumpleaños (salvo el primero, siempre me pregunto en qué estaría pensando aquel 15 de mayo de 2006) por aquí, así que aquí tenéis los posts cuando cumplí esos 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 y 11 años. Mucho ha llovido desde aquellos primeros tiempos en los que iba un poco más a la pausa kitkat, al post algo facilón y, sobre todo, a la guía de cacharreo para hacerle el jailbreak el iPhone o a la PSP (de ahí el auge de visitas, a la gente le mola el todo gratis).

Algunos echáis de menos aquellas guías, lo sé, pero el tono y el contenido han migrado a cosas más factibles y que no ocupen tantísimo tiempo. Eso no significa que no me sigan interesando los temas de cacharreo (alguna cosa he hecho), pero ahora invierto algo más en

el FIFAel Battlefield 1

mi mujer y mis niños y eso me deja algo menos de espacio para esos temas. Lo suplo con otras historias, claro, como las de Harry y Sally que seguirán llegando poco a poco porque también ocupan algo de mi precioso y preciado tiempo.

Ha habido además alguna que otra novedad curiosa en Incognitosis. Los Incognichollos han sido el principal cambio en la estructura del blog, y esas ofertas creo que van siendo bien aprovechadas por vosotros, además de darme algo de alegría gracias a los afiliados. Aquí he encontrado un buen complemento a mis patrones: la campaña de Patreon —algún día hablaré un poco de ella tras todos estos meses— sigue animada con las IFs, esas lecturas de fin de semana que son coto privado de mis patrones, y atrás quedaron experimentos como los micropagos que en un blog como este tienen (al menos en mi opinión) poco recorrido.

¿Hay cambios a futuro? Pues sí. Al menos uno, y gordo. Está todo aún en modo borrador. Muy mascado en mi cabecita, pero a falta de convertir en una realidad. Aquí la idea no será transformar o cambiar Incognitosis, sino acompañarlo, y aunque alguno sabe ya un poco de qué va el tema, prefiero no decir mucho más. No sé si eso dará lugar a un rediseño, pero en principio me resisto a tocar este formato que sigue funcionando muy bien para lo que se creó Incognitosis, que no es ni más ni menos que para que de cuando en cuando pasáseis un rato simpático mientras yo me desahogo

poniendo a parir a Apple

reflexionando sobre la actualidad tecnológica o contando alguna que otra historia con esos giros que le dan su gracia a este blog.

Mientras llega ese cambio/mejora/novedad (si es que llega, como el libro que algún día quiero escribir), la idea es seguir disfrutando de esto. Lo he hecho durante 12 años, así que a priori dudo que no siga haciéndolo otros 12 años más. Espero que sigáis por aquí, porque como digo todos los años en plan Premios Goya, Incognitosis es un poquito de todos vosotros. Los que comentáis, los que leéis, los que sois patrones (bueno, de vosotros un poco más ;) ) y los que en un momento u otro habéis pasado cinco minutos leyéndome y habéis esbozado una sonrisa. Si lo habéis hecho, ole. Eso ya es un triunfo, creedme.

Ale, a por otros 12.