HTC 10: música para mis oídos

HTC 10: música para mis oídos
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Ya sabéis que no soy muy de gamas altas en el terreno de la telefonía móvil. Hoy en día el 99% de la gente hace prácticamente lo mismo en un móvil, pero lo más importante es que el 99% de lo que hacemos lo puede hacer un móvil de menos de 200 euros.

El problema es que luego llegan factores subjetivos, como el gusto por cierto diseño, cierta marca o cierta característica sin la que aparentemente no podemos vivir. Aquí entran en juego características triviales y otras que no lo son y que efectivamente pueden servir como argumento razonable para invertir más en según qué teléfonos.

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La cámara era hasta ahora el único factor que yo destacaba para gastarse un dineral en un móvil. Es uno de los pocos elementos en los que la diferenciación entre las gamas bajas/medias y la gama alta (siempre hablo de precios) es evidente. La conclusión siempre es la misma: si quieres sacar fotos pintonas, tendrás que aflojar mucha pasta. Eso sigue siendo así, aunque en los últimos tiempos la frontera que da acceso a móviles fotográficos de calidad ha bajado sensiblemente.

Hay otro apartado en el que curiosamente no me había fijado, y aquí tengo que fustigarme por no haberlo entendido antes. ¿Qué hace casi todo el mundo con su móvil en algún momento del día?

Escuchar música.

No es que yo sea precisamente un audiófilo: mis oídos de corcho me convierten en el prodigioso hombre-trompeta. Soy probablemente incapaz de diferenciar un MP3 decente de ese mismo archivo con un formato lossless de calidad excelsa. Pero tampoco estoy sordo, y de hecho durante el MWC pude disfrutar brevemente del sonido del LG G5 conectado a unos auriculares bastante potentillos que tenían en su stand. Es ahí donde me di cuenta de que la diferencia entre la calidad de aquella combinación y la que yo tenía en mis manos era brutal. Era como pasar de ver un VHS a una peli 1080p.

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Mi OnePlus One no destaca especialmente por su tecnología de audio, pero lo que desde luego es evidente es que utilizo unos auriculares que no favorecen mi capacidad auditiva. Diría casi que son auriculares de corcho para mis oídos de corcho. Todo muy a juego.

El caso es que me había olvidado del tema hasta que ayer se presentó el HTC 10. Quizás tendría que hablar en detalle del terminal, pero al menos hoy toca post dedicado a una de sus facetas. Y esa es la del audio, claro. Esta mañana he invertido más de dos horas en preparar y publicar "El HTC 10 quiere ser el smartphone definitivo para audiófilos", y allí he explicado con pelos y señales toda esa apuesta alrededor del sonido que ha confeccionado este fabricante.

Y claro, me he quedado salivando. O más bien lo han hecho mis oídos de corcho, que piden a gritos -y nunca mejor dicho- algún tipo de solución para este apartado. Lo curioso del caso es que prácticamente ningún fabricante presta atención a este apartado de forma tan clara. Sí, hay acuerdos con algún que otro fabricante de soluciones de sonido, pero nadie parece tampoco arriesgar demasiado en una opción que precisamente es de las más aprovechadas por los usuarios.

Uno de los que lo hacía recientemente era el citado LG G5, que como sabéis cuenta con un diseño modular que hace que nos encontremos con un "amigo LG" ('LG Friend', qué estupidez de apelativo) que a priori parecía interesante. El DAC Hi-Fi de Bang&Olufsen que uno puede acoplar para obtener una experiencia auditiva más potente. ¿Funciona el invento? A juzgar por lo que dice este artículo -y está muy bien argumentado, así que yo me lo creo- no.

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Está claro que hay mucha tontería en el mundo del audio y en la alta fidelidad, pero lo que está claro es que aquí HTC parece tener algo importante entre las manos. Y que ningún fabricante potencie tan insistentemente ese apartado me parece un error brutal. Para una cosa en la que te puedes diferenciar con cierta facilidad, ¿y no lo haces?

No sé si esa característica vale los 749 euros (en reserva) que cuesta el HTC 10, pero si a eso le sumamos una cámara que parece brutal -por aquí la ponen como la mejor del mercado al nivel de la del Galaxy S7 Edge- y una configuración hardware tope de gama, las cuentas empiezan a salir. Lo he comentado también en Xataka: con el HTC 10 se incluyen unos auriculares con certificación Hi-Res (eso por sí solo puede no significar nada) que parecen claramente superiores a los típicos auriculares de corcho que te meten en la caja del móvil. Y eso también suma, majos.

No sé, si os mola lo de usar el móvil para escuchar música y os estáis planteando renovar cacharrito, atentos al HTC 10. Ah, y si alguno tiene una recomendación para unos buenos auriculares in-ear de unos de 100 euros para darle una oportunidad a mis oídos de corcho, por favor, comentad. Mi cumple es la semana que viene, así que me voy a dar un mini-capricho. O quizás me lo dé alguien, quién sabe.


Si os ha gustado el artículo, quizás queráis aportar,  ¡a ver si mis oídos de corcho se benefician de esos futuros auriculares chulos! ¡Gracias!