How I met your mother: nueve años de risas después

How I met your mother: nueve años de risas después
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Estoy un poco-bastante mosqueado con el final de How I met your mother (la he visto siempre en VOS, así que así se queda). Soy de los que no ven la temporada en curso hasta que termina. Me gusta tragármelas enteras a mi ritmo (ahí la filosofía Netflix me tendría ganado), así que he tardado un poco más de la cuenta en poder ver ese comentado último capítulo de una serie prodigiosa. Spoiler alert, aviso.

El final no me ha gustado. De hecho, no me cuadraba del todo la temporada en sí, tan centrada en ese fin de semana del bodorrio final que, eso sí, han logrado hacer muy entretenido gracias a los constantes flashbacks (cómo echaré de menos esos inconfundibles sonidos y transiciones de vídeo) e hilos paralelos. Con algún que otro capítulo más flojete que otro y algún secundario con demasiado protagonismo (Billy Zabka debió quedarse en el grandioso capítulo Bro Mitzvah), en general la novena temporada ha sido genial en casi todo.

En mi caso, eso sí, no lo ha sido en el desenlace, que me parece injusto para una comedia. Una serie que nos ha hecho tan felices (aunque suene cursi) durante 9 años con sus situaciones exageradas no se merecía un final tan real y dramático. Cierto que todo lo que dicen ocurre: los amigos de antaño desaparecen, las relaciones se rompen, y la gente, por supuesto, muere. Pero una serie divertida y que siempre te dejaba la sonrisa en la boca yo solo la veía con un final acorde.

Podría haber perdonado el divorcio entre Barney y Robin, hasta cierto punto predecible. Pero que todos acaben cada uno por su lado, a su bola, es demasiado triste. Que se carguen a la madre me parece increíble después de todo lo que pasó el pobre Ted para lograr encontrarla. Que Ted siga eternamente enamorado de Robin --a la que no ve teóricamente ni en pintura porque se ha vuelto estrella televisiva-- tampoco me cuadra, e incluso lo de la excursión final a Italia de Marshall y Lilly me parece bastante estúpida --de hecho, no se comenta nada de si Lilly logra ese teórico sueño artístico allí, toda la polémica era inútil--. Incluso la lacrimógena despedida del S09E22 con esos amigos que repente se dan cuenta de que no se van a volver a ver (¿WTF?) es otro momentazo que le hubiera ido bien a otro tipo de serie. Pero no a esta.

How I met your mother se merecía un final feliz. Se merecía que Ted acabase forever and ever con la madre de sus hijos --por cierto, nunca me convenció como pareja de Ted, ya puestos a sacar punta a todo--, que Barney siguiese ligando a destajo tras el divorcio, que Robin se convirtiese en una solterona feliz con sus amigos, y que Marhsall y Lilly siguiesen siendo esa perfecta pareja imperfecta. Pero sobre todo, se merecía que todos ellos siguiesen estando juntos forever and ever.

Al menos, en nuestra imaginación. Nueve años de risas son demasiados para dejarnos ahora con ese mensaje de que la vida es una mierda.