Homenaje a Windows XP
Windows XP ha sido, pese a quien pese, el mejor sistema operativo de la historia de Microsoft. Puede que no empezara con buen pie cuando se lanzó el 25 de octubre de 2001 (ver nota de prensa original de Microsoft, que curiosamente marca el 24 y no el 25), pero lo cierto es que su éxito comercial y la situación de las alternativas de aquel entonces (ni Mac OS ni Linux eran lo que son hoy) hicieron que su uso se propagase como la pólvora. La llegada del Service Pack 2 en agosto de 2004 fue crucial, y a pesar de que Mac OS X era una realidad palpable con características fantásticas y que Linux había crecido, y mucho, el dominio de XP era indiscutible, fueran las prácticas de Microsoft éticas o no.

Lamentablemente, el pasado lunes 30 de junio de 2008 comenzó el fin de una época. Microsoft dejaba de vender ese día a tiendas y fabricantes de PCs nuevas licencias y cajas de Windows XP en cualquiera de sus ediciones. Aunque aún será posible conseguir el sistema operativo en ciertos escenarios, es evidente que este hecho marca el declive inexorable del sistema operativo, que verá un nuevo hito más el 8 de abril de 2014, cuando acabará definitivamente el soporte a este sistema operativo. No está mal: 13 años dando soluciones y parches son un verdadero porrón de años.
Así que mientras todo el mundo hace balance de la larga carrera de Bill Gates al frente de Microsoft (una empresa que seguirá liderando en la sombra, de eso estoy seguro), también conviene recordar el sistema operativo que supuso junto a Windows 95 la verdadera piedra de toque de Bill Gates en el mundo de la informática personal.

Mi relación con XP empezó pronto. Antes, incluso, del lanzamiento oficial. Por aquella época ya trabajaba en el Laboratorio técnico de PC Actual, y había que publicar el típico número especial que acompañaría al lanzamiento, así que fui uno de los responsables del análisis. A pesar de sus defectos, el salto desde Windows 98 era gigantesco. De hecho, creo que fue mucho más importante que el que han dado ahora con Windows Vista, un producto al que sigo viéndole futuro (a pesar de Windows 7, sí) pero que aún tiene que limar bastantes asperezas. En Windows XP todo era nuevo y en muchos casos mejor, aunque los primeros meses dieron muchos problemas, que luego fueron solucionándose gradualmente. Muchos de ellos por temas de drivers, un apartado en el que Microsoft mejoró notablemente con respecto al horror de Windows 98 y que se convirtió en algo más fácil de controlar.

Y como decía, el Service Pack 2 fue la guinda de un pastel que acabó siendo del gusto de cientos de millones de usuarios, pese a las críticas, pese a los agujeros de seguridad, y pese a las políticas monopolísticas de Microsoft, que siempre ha pecado de mala fe a la hora de imponer sus productos. Sea como fuere, Windows XP se ha convertido en el sistema que por fortuna (o desgracia) utiliza todo el mundo, y al menos hay que atribuirle un mérito: tener un producto aceptado (con críticas, claro está) por cientos de millones de personas es algo realmente impresionante. Seguro que muchas de ellas seguirán usando XP durante unos cuantos años (yo seguramente esté en ese grupo de cuando en cuando), así que a pesar de ser linuxero, hay que darle al César lo que es del César.
No lo hiciste mal del todo, XP.