Hola, 3G
Seguramente recordéis la inmensa pasta que pagaron las operadoras dominantes en el año 2000 para conseguir licencias 3G. En aquel momento nadie veía el sentido de aquellas millonadas por una tecnología que ni siquiera hoy día tiene su respuesta práctica, pero creedme: al final la inversión dará sus frutos. Este será probablemente el último verano en el que no disponga de una conexión 3G. A pesar de que me vendría muy bien para ciertas situaciones, la verdad es que me niego a pagar los precios que las operadoras cobran por unos servicios demasiado limitados. Las velocidades y límites de transferencia no compensan por el momento, creo yo, y aunque para muchos escenarios este tipo de soluciones sean perfectas, creo que por el momento la conectividad 3G y HSDPA todavía se nos escapa a la mayoría de los españoles.
Sin embargo, esto cambiará muy pronto, y puede que los netbooks hayan tenido mucha influencia en ese giro de los acontecimientos. Tanto Everex como ASUS ya han anunciado modelos con un módem 3G interno para finales del verano, y de hecho Telefónica (y alguna otra) ya ofrece un contrato de conectividad a su red de datos en la que oferta un ASUS Eee PC 701 (caca, caca) por un precio que parece un chollo en el que incluyen el módem USB 3G de marras. Seguramente aquellos más despistados (los que no leen este blog, por ejemplo ;) ) se tirarán de cabeza a esas ofertas sin darse cuenta de que les van a dar un netbook de primera generación que ya está obsoleto antes de que caiga en sus manos.
Sea como fuere, la aparición de estas ofertas y del inminente iPhone bajo el paraguas de Movistar es el que marcará la nueva etapa de tarifas de conexión a las redes de datos. Es algo que se huele en el ambiente, y sobre todo, en la actualidad tecnológica. Por todos lados se oye hablar de nuevos módems y mejores coberturas de 3G y HSDPA, de nuevos dispositivos, móviles y portátiles de todo tipo con conectividad 3G integrada, y además de más y mejores ofertas de conexiones con menos limitaciones y con mejores precios. Puede que a finales de año y a tengamos alguna oferta perfecta para usuarios ocasionales como yo, que se conectan permanentemente desde su casita u oficina pero que aprovechan poco o nada las redes GPRS/3G que hasta ahora han supuesto un coste demasiado alto para nuestras necesidades.
Mientras tanto, toca esperar acontecimientos. Lo que parece claro es que es muy probable que, como decía, este año sea el último que viva verdaderamente desconectado de las redes de datos ( y me refiero a las de banda ancha) cuando me vaya por ahí de vacaciones o de viaje, sea de trabajo o no. A riesgo de rivalizar con Rappel y Aramis Fuster, creo que el 2009 será el año del despegue definitivo de la conectividad 3G en nuestro país. Y si no, al tiempo.