Adiós a los Nexus tal y como los conocimos
Ayer y hoy he estado en un evento de MediaTek en Londres, y cuando esta noche por fin volvíamos al hogar patrio me he encontrado con una avalancha de noticias importantes. Los protagonistas eran los nuevos Nexus 6, Nexus 9 y Android 5.0 Lollipop de Google, aunque me resulta especialmente curioso que justo hoy se hayan filtrado los nuevos modelos de iPad de Apple y que, por supuesto, eso haya hecho que ahora mismo en Techmeme -que aquí siempre la caga- esa noticia tenga más relevancia para sus editores que la de los lanzamientos mencionados.
Pero corramos un estúpido velo y centrémonos en el lanzamiento del día, que sin duda ha sido el Nexus 6. Por cierto: ni Nexus X, ni polémicas con la marca registrada que se usó en la novela de Phillip K. Dick -y que inspiró la película 'Blade Runner'-, ni nada: Nexus 6. El nombre vuelve a tener relación directa con la diagonal de pantalla, y da un salto gigante para pasar a esas aparentemente monstruosas 5,96 pulgadas.
Y digo 'aparentemente monstruosas' porque la percepción inicial del mercado es que lo son. Pero claro, también lo fueron las 5,3 pulgadas del Note original y mira hasta donde hemos llegado. Puede que en un par de años o tres estas 6 pulgadas del phablet de Google no parezcan tanto. Mi problema con este nuevo Nexus no es el de la pantalla -que también-, sino el precio.
Porque los Nexus habían logrado en los últimos dos años convertirse en dispositivos de referencia por su relación precio/prestaciones. Nadie podía toser a Google en este sentido hasta no hace mucho, pero parece que sus responsables han decidido que ya estaba bien de ofrecer duros a cuatro pesetas porque el Nexus 6 es un dispositivo de gama alta a precio de gama alta.
De hecho esos 649 euros de la versión base lo dejan muy cerca del precio que hay que pagar por un iPhone 6 Plus, y no tengo nada claro que en esa balanza haya muchos puntos a favor del dispositivo de Google. Habrá que ver el rendimiento de esa cámara, pero a mi lo de la resolución QHD no me parece una buena decisión ni siquiera con esa diagonal gigante. Nada de resistencia al agua, nada de puntero -oportunidad desaprovechada que le daría un valor importante, como a los Note- y un software que veremos si realmente aporta algo diferencial y no simples mejoras visuales -que eso sí, siempre se agradecen-.
Puede que Google hubiera logrado atraer el interés de los usuarios si hubiera contenido mucho más el precio, pero ahora mismo no encuentro apenas argumentos que justifiquen que alguien que esté pensando en un phablet de esas dimensiones no vaya a los Note 4 de Samsung o incluso al mencionado iPhone 6 Plus. La característica diferencial de los Nexus era su relación precio/prestaciones. Sin ella, solo me queda decir adiós a una gama excepcional de dispositivos.
Os la vais a pegar, Google. Y si no, al tiempo.