Google es tan malvado como el que más

De cuando en cuando me echáis en cara por aquí que le doy mucha cera a Apple, poca a Microsoft -si hubiera empezado mi blog en los 90 otro gallo hubiera cantado- y casi ninguna a Google. Y tenéis razón, así que toca ración doble de collejas para la empresa que actualmente domina mi vida digital.

Lo hace porque hoy en día hago uso de los servicios de Google para casi todo. Lo hago desde que enciendo mi PC y uso Chrome y las búsquedas de Google, o Gmail, o Google Calendar, o Google Maps, por supuesto, Android. Soy un esclavo más de la comodidad, y lo grave es que tengo todo lo necesario para evitarles.

Podría usar Firefox, montarme un servidorcito de correo o usar alternativas como ProtonMail, montarme un ownCloud de una vez en una Raspberry Pi que tengo aquí aparcada o usar ROMs basadas en AOSP sin los servicios y aplicaciones de Google. El problema es, como casi siempre, la pereza. Que es una pobre excusa teniendo en cuenta que al menos yo tengo la capacidad de hacer todo eso por mí mismo. Para la mayoría de la gente eso es prácticamente inviable, así que aquí debo reconocer que soy un poco hipócrita. No mucho, no obstante: sé lo que hay y acepto -al menos, de momento- las consecuencias.

Pero claro, eso no quita para que como digo no se le puedan dar collejas a la empresa por una actitud que desde hace ya bastante tiempo se aparta totalmente de aquel famoso mantra del ‘don’t be evil‘.Google lleva mucho tiempo usando su posición de privilegio para forzarnos a no salir de su jardín amurallado -aun con más libertades que el de otros, es otro jardín amurallado, al fin y al cabo-, y nadie le tosía.

Al menos, hasta hoy.

La Unión Europea ha dejado claro que la actitud de Google no favorece la competencia, y aunque la empresa se ha defendido con los argumentos esperados, aquí solo espero que precisamente Google tenga que empezar a jugar limpio. Al menos, un poco más, porque no pone demasiado fácil que uno acceda a otras alternativas en muchas de las plataformas en las que podemos usar sus aplicaciones y servicios. Es algo que tenía que pasar tarde o temprano: lo comentaba en Xataka hace tres meses y sabiendo cómo se las gasta la Comisión Europea en estas lides, ya estaban tardando.

Como decía en Twitter, ya está bien de ser tan avispillas, Google. Vive y deja vivir.