Firefox OS no tiene sitio en España (de momento)

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He estado un poco desaparecido toda la semana. El lunes tuve viaje a Londres para probar los nuevos Snapdragon 800 (impresionantes), y el jueves cogí unas pequeñas vacaciones y estuve totalmente desconectado salvo por alguna consulta rápida a correos urgentes. Eso ha impedido que dedique un ratito a Incognitosis desde hace bastante, y como suele ocurrir en estos casos, los temas se acumulan. Borradores que van apareciendo en la lista de pendientes y que no sé si en algún momento podré retomar.

Así que prefiero coger temas nuevos como el de este post, que va dedicado a Firefox OS. Hace poco tuve la ocasión de trastear durante unos días con un Geeksphone Keon -publiqué mis impresiones de forma detallada y repartidas en Xataka Móvil y en Xataka- y hoy he asistido a la presentación de los primeros terminales comerciales basados en esta plataforma. Jefazos de Movistar, Mozilla (estaba Mitchell Baker, por ejemplo, muy conocida por su particular look Firefox) y ZTE presentaban el ZTE Open, que ya está disponible en España por 69 euros.

El desembarco inicial de Firefox OS a nivel comercial es muy significativo, pero el hecho de que hayan elegido a España para ese lanzamiento me parece puro marketing. El ZTE Open es muy similar al Geeksphone Keon: pantalla de 3,5 pulgadas, micro a 1 GHz, 256 MB de RAM y cámara de circunstancias con un sensor de 3 MP. Eso es solo parte del problema, porque el verdadero hándicap lo tenemos en Firefox OS, que hoy por hoy es un sistema operativo que está verdecito y que resultará una pequeña tortura para todos los que estamos acostumbrados a plataformas muy rodadas ya.

Decía esta mañana Carlos Domingo, presidente de Telefónica I+D, que el ZTE Open está orientado a usuarios "primerizos" de smartphones. Yo hubiera matizado: su orientación no es un mercado asentado como el español, donde incluso a los enanos parece estar acostumbrados a que sus padres le compren un iPhone 4. Este y otros dispositivos baratos deben buscar su hueco en mercados emergentes, donde Firefox OS tiene muchísimo sentido por esa apertura de miras que, desde luego, debería llegar a mercados como el nuestro en terminales mucho más capaces.

Pero para eso tienen que pasar dos cosas. La primera, que Firefox OS se popularice primero en mercados donde esa plataforma y esos terminales tenga sentido. Y la segunda, que las aplicaciones puedan demostrar que son capaces de competir con las que los usuarios aprovechan a diario en sus terminales de gama media y alta. Si la percepción es la que todo va más lento o la de que faltan esas aplicaciones, Firefox OS no tendrá nada que hacer. Y lo digo con dolor de corazón, porque sigo creyendo que Firefox OS huele a triunfo. Para que no solo huela, sino que también sepa a triunfo, los responsables del proyecto deberían hacer las cosas en el orden adecuado.