Felices 20, Xbox

Felices 20, Xbox
xbox-encendida

Cuántas grandes cosas nacen de la envidia.

Esa envidia es uno de los grandes motores de nuestro mundo. Hacemos y compramos cosas por envidia, así que no es nada extraño que la Xbox fuera en realidad un producto nacido de la envidia.

Lo contaban hoy en GamesIndustry.biz, donde explicaban cómo Seamus Blackley, uno de sus creadores, ideó su propuesta de lanzar una consola de videojuegos porque a finales de 1998 vio un anuncio de la PlayStation 2. Uno en el que se decía que iba a ser tan potente que iba a ser como un PC en el salón.

Fuente: Wikipedia.

Podéis leeros ese artículo, que yo ya tengo guardadito para leer entero. Hay otros muchos homenajes curiosos, como este análisis que salió en CNET el día antes de su lanzamiento o los temas homenaje que han sacado IGN, Digital Trends, Protocol —con un resumen histórico conciso y claro— y OnMSFT. Yo me quedo además con un sorprendente tema que han sacado en la edición británica de GQ en la que entrevistan a Phil Spencer (un poco en modo hagiografía) y que también tiene datos e imágenes curiosas, como estos conceptos de la Xbox 360 que pudieron ser y no fueron.

Tengo que leerme todos esos artículos, pero además tengo apuntada otra lectura: la del libro 'Opening the Xbox', que Dean Takahashi escribió en 2002 contando el origen de la consola. Si queréis leerlo también podéis aprovechar como yo que se puede hacer de forma gratuita en Internet Archive.

Cuando se lanzó aquella consola yo ya llevaba un par de años largos trabajando en PC Actual, pero no fui yo quien tuvo la suerte de probarla y escribir un análisis sobre ella, sino mi amigo Juanky, con el que 20 años después —se dice pronto, majo— sigo trabajando, ahora escribiendo para Xataka.

Ahí está el comienzo del análisis de Juanky en el número 137 de PC Actual de enero de 2002.

Yo acabé comprándola al poco tiempo. No recuerdo cuándo exactamente, pero como dije hace poco en el post de 'Cuando las consolas eran hackeables', la aproveché mucho y bien. Aquí me dio un poco igual que la PlayStation 2 le ganara la partida: ya estaba acostumbrado a formar parte de grupos menores de friquis, como me pasó cuando compré el C64 y todo el mundo tenía Spectrum o Amstrad.

Desde entonces he sido fiel a la Xbox, y tengo todas aún funcionando y de hecho la Xbox 360 sigue conectada a la tele aunque hace meses que no la enciendo. Han sido muchas horas disfrutadas y algunos momentazos como aquel viaje a Nueva York que gané jugando a Top Spin jugando con ella —allí estuvo Juanky también apoyando hasta altas horas, por cierto, crack— o aquellos primeros partidos de FIFA conectado a Xbox Live desde el proyector de casa en la Xbox 360 como jugando en otra dimensión. Aquello era alucinante.

Ha dado igual la época: he disfrutado mucho de la consola, pero es que además sigo disfrutando de la Xbox Series X —no tanto como querría— y espero poder seguir haciéndolo dentro de muchos años más. Creo que algo de eso decía Spencer en esa entrevista en GQ, y tenía razón: puede que no seamos muchos —casi nadie en mi círculo cercano lo hace— pero somos una generación que seguirá jugando incluso en la residencia de mayores. No creo que deje de jugar nunca, y aunque he disfrutado y disfruto haciéndolo en todo tipo de plataformas, la Xbox siempre será especial.

Felices 20 y, como siempre digo, a por los siguientes, que en el caso de la Xbox parecen especialmente brillantes gracias a Game Pass y a xCloud. A saber cómo jugaremos en dos décadas.

Qué vértigo.

PD: Escribí también este post bastante sosainas en el décimo aniversario, por si queréis echarle un vistazo.