¿Fanboy de Apple? ¿Yo?
Hoy aparecía la noticia de los nuevos modelos que llegan al catálogo de Apple: un MacBook Pro Retina de 15 pulgadas y un iMac Retina 5K. Tanto yo en Xataka como sobre todo mi compi Pedro Santamaría en Applesfera hemos dado cuenta de los nuevos modelos, que son básicamente una estafa.
En el MacBook Pro la novedad es el trackpad Force Touch, y aunque las unidades SSD mejoran y la gráfica también parece algo superior, el procesador sigue siendo un modelo de la familia Haswell. Pedir entre 2.249 y 2.799 euros por estos equipos me parece una locura. Por cierto, suben desde los 2.029 y 2.529 euros de la vieja squadra con la excusa de la paridad euro dólar y las nuevas configuraciones. Alucinante. Nota: como señala Ángel en Twitter, la culpa la tiene también Intel, que no dispone de alternativas válidas para los MacBook Pro con unos Broadwell que se quedan cortos. Pero para eso, mejor ni actualizar. Esperad a Skylake, y listo. Estos MacBook Pro no tienen demasiado de Pro.
La cosa no mejora con los iMac Retina 5K que se han sacado de la manga, algo más baratos pero que debido a eso pierden enteros en varios aspectos también. Por ejemplo, integran una unidad de disco duro tradicional de 1 TB. Que es como ponerle una losa a todo el equipo para que mueva todo con fluidez. Y que como esos MacBook Pro, mantiene como protagonistas a los Intel de la familia Haswell que tienen ya un añito de vida. Pedir 2.329 euros por un equipo en el que la pantalla mola mucho pero que se quedará probablemente corto salvo (exagerando un poco) para navegar por Internet me parece igualmente absurdo.
Este tipo de cosas son las que no soporto de una Apple que parece querer tomar a los usuarios por tontos. Con la excusa del diseño y de un ecosistema que teóricamente funciona bien están logrando colar equipos que vuelven a confirmar la leyenda urbana del impuesto revolucionario de Apple. Eso no ocurría en los MacBook Air (chavales, estos sí van con Broadwell, siguen siendo de lo mejorcito de su catálogo) que han sido de los pocos productos con un precio “adecuado” para el mercado con el que competían.
Por eso me resulta gracioso que en la noti de Xataka uno de los lectores me haya calificado de fanboy -está claro que no me lee por aquí- y por eso quería hacer un repaso de las cosas que actualmente Apple hace bien y hace mal en mi opinión, de los productos que valen la pena o no la valen. Atentos que seguiré el estricto orden de la página oficial de Apple en sus distinas súper-secciones.:
- Mac: salvaría el MacBook Pro Retina de 13 pulgadas y los MacBook Air (que siguen siendo maquinazas a un precio muy decente). Ya está. El resto de modelos tienen precios absurdos para su configuración, o son equipos a los que yo no les encuentro el sentido como esos Macbooks, esos iMac Retina 5K, o esos Mac mini que lo serán en tamaño (y no tanto) porque en precio de mini nada. Qué decir de OS X.
- iPhone: abreviaré también. Sobre el papel, carísimos, pero luego la experiencia de usuario es la que es, fantástica si no te sales del tiesto en el que Apple te mete. Si lo tenemos todo en cuenta diría que no son carísimos. Solo muy caros. Jamás los pillaría. Salvaría a iOS 8, que muestra una vocación más abierta y cosas chulas en el tema convergencia. Buena evolución de una plataforma móvil que es destacable siempre y cuando, insisto, no quieras salirte del tiesto. No vaya a ser que quieras explorar el árbol de directorios del dispositivo al conectarlo al PC. Ni se te ocurra.
- Watch: absurdo en esta primera generación, un dispositivo prematuro en hardware y en software que solo vende diseño. Veremos en el futuro, pero hoy por hoy, un horror.
- iPad: uf. No soy de tablets. Reconozco que está bien resuelto, pero poco a poco parece que va pasando esta fiebre que yo nunca entendí.
- iPod: ¿para qué, teniendo un móvil? En esa sección (no me preguntéis por qué) tienen también al Apple TV, un producto que podría haber dado mucho más de sí. Hoy en día hay opciones muy superiores, pero debo reconocer que lo que hace lo hace simple y bien. No hace otras muchas cosas, desde luego, y piden mucho por cada una de las que hacen bien, así que como en muchos otros casos, a mi no me compensa. Fail.
- iTunes: encerrándote más y más en un ecosistema del que no tendrías por qué salir. Salvo que no funciona más que con dispositivos móviles de Apple, y a estas alturas sigue sin haber resuelto el streaming de música y la competencia con Spotify y similares. Para una empresa como Apple, incomprensible.
Me dejo en el tintero todo ese mundo de accesorios que solo confirman que Apple puede cobrar lo que quiera por lo que hace -normalmente lo hace- y que justifica esos precios por una atención al detalle que efectivamente existe pero que está sobrevalorada, o que tiene sobrecoste, o ambas cosas.
Todas estas críticas –hay muchas más, Apple siempre me ha dado pie para meterle mucha tralla- no impiden que pueda echarle flores a Apple cuando lo merece, que también ocurre. He sido usuario feliz de un MacBook Air durante años a pesar de sus sombras, y simplemente ocurre que yo no soy el usuario objetivo de Apple. A la empresa de Cupertino le encanta la gente que no quiere pensar. Y el caso es que a mi, de momento, me sigue gustando hacerlo.
Se lo decía en la respuesta al lector. ¿Fanboy de Apple yo? Dios me libre.
Actualización (20/05/2015): la necesaria (tras los comentarios) secuela del post: Lo fantástico y peligroso de no tener que pensar.