Esto es lo que me gusta y lo que no del Samsung Galaxy S8

Esto es lo que me gusta y lo que no del Samsung Galaxy S8
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Listo. Mi Galaxy S7 acaba de convertirse en un dispositivo obsoleto. Han llegado el Galaxy S8 y el S8+, los nuevos super teléfonos de una Samsung que desde luego ha dado el do de pecho en algunas áreas. En otras, yo diría, no tanto.

Empecemos hablando de lo que perdemos con estos nuevos dispositivos. Para empezar, perdemos algo importante: el hecho de que ya no tenemos la posibilidad de contar con un teléfono "plano", sin pantalla curva. Por mucho que me mole la pantalla de estos nuevos modelos, el problema con ella es que los convierte en candidatos perfectos a romperse ante cualquier descuido. Eso unido a esos precios (809 y 909 euros del ala, vámonos) hace que tenga que comerme mis palabras. Las carcasas no son de blandengues en este caso. De hecho, no ponerle una carcasa al S8/S8+ me parece una verdadera temeridad.

Desaparecen por tanto las versiones Edge, pero es que es curioso que la característica que los definía sea ahora la que define a los nuevos modelos que, por si no lo habéis notado, copian directamente la nomenclatura de los iPhone. Aquí debo hablar bien de Apple por una vez: el precio "Plus" del modelo "Plus" tiene más sentido, porque además de un mayor tamaño tienes la doble cámara. En el S8+ tienes más pantalla (y más batería), punto. Meh. A priori diría que la mayoría de la gente va a ir a por el Galaxy S8: ese factor tamaño no me parece diferencial, sobre todo viendo cómo solo aumenta la diagonal, pero no la resolución. De nuevo, Meh.

No sé si hablar de esa pantalla en tono positivo o negativo. Es cierto que visualmente es una pasada y que para fotos para la revista Vogue queda pintona a tope, pero ¿no nos estamos obsesionando un poco con la moda de los móviles sin marcos? ¿Qué ventajas reales se obtienen en dichos diseños? Pues lógicamente, que logras tener más pantalla para el mismo tamaño global. El problema es que aquí yo creo que los fabricantes se han contagiado del postureo que se inició con el Mi Mix y no acabo de ver un razonamiento real para eliminar unos marcos que 1) hacen algo menos frágil del dispositivo y 2) no molestaban tanto.

De hecho en Samsung han tenido que hacer un par de sacrificios importantes para reducir a la mínima expresión los marcos superior e inferior. No me convence que haya desaparecido el botón de inicio —me gusta tener una referencia visual en el frontal, habrá que acostumbrarse— pero sobre todo no me convence cómo han resuelto el tema de la huella dactilar, que tendría que haber estado debajo de la cámara con una separación respetable, y no pegado a su derecha como ahora. Como han comentado quienes lo han toqueteado un poco, lo normal es que al usar la huella acabes dejando continuamente la huella en el objetivo de la cámara, así que las fotos podrían salir peor de lo que deberían por esa circunstancia. Mal, aunque acabo de ver que el móvil te avisa de que puedes haber dejado grasaza en el objetivo si lo detecta, curioso.

Ocho años, ocho Galaxy S. Cómo ha cambiado el cuento.

Si obviamos ese detalle, empiezan las buenas noticias. Una de ellas, curiosamente, ni se ha mencionado en la presentación como creí que se haría. Todo el mundo esperando al Snapdragon 835, y en Samsung ni siquiera han presumido de ello. Es cierto que el nuevo Exynos también forma parte del lote (en Estados Unidos), pero también que ninguno de estos dos micros parece que vaya a suponer un salto demasiado llamativo en rendimiento. Eso sí, son relevantes porque gracias a ellos se ofrecen cosas como el reconocimiento de voz, cara (habrá que probar si una foto impresa engaña el sistema), o iris (muchas opciones biométricas aquí, mola) y sean claves para que el nuevo modo escritorio de DeX tenga sentido.

Eso es precisamente uno de los apartados que como sabéis, me intriga. Por lo que he leído de momento hay pocas aplicaciones que aprovechen ese "modo escritorio", lo que sumado al precio del accesorio (150 dólares) y al rendimiento real en ese modo convergente puedan acabar convirtiendo esto en una anécdota, pero yo diría que no es difícil que Samsung lo haga mejor de lo que Microsoft lo hizo con Continuum, al que por cierto (por cierto) ha dejado más tirado que una colilla. Mucho Windows 10 Creators Update, pero a los Lumia 950/XL les tienen totalmente olvidados. Qué penita.

Bixby es una incognitosis para mí. Por si no habéis leído nada sobre el tema aquí tenéis mi artículo de hoy, en el que dejo claro que lo que mola de Bixby es que no trata de contestarte a preguntas chorras, sino que propone una forma distinta de usar el móvil. Que todo lo que puedas hacer con el dedo lo puedas hacer con la voz. Es como un modo de accesibilidad a lo bestia, así que la gente con problemas de movilidad debería prestar atención a esta propuesta de Samsung que además tiene pinta de que acabará conquistando otros productos. Si se porta como debe (mucho más fácil de decir que de hacer), desde luego podría ser el desarrollo software más importante de la historia de Samsung, que en esto normalmente ha fracasado de forma aplastante una y otra vez.

Aunque han avanzado mucho en diseño, no lo han hecho tanto en una opción que podría perjudicarles: la cámara. Que yo haya visto, conservan el mismo sensor, aunque podría haber truco en el post-procesado. Cuando tomas una foto, explican en Samsung, en realidad se sacan tres imágenes que luego se combinan para que se reduzca el desenfoque. La técnica, por cierto, me suena de algo. Veremos si sirve de algo, pero creo que aquí Samsung debería haber echado el resto y ofrecer cámara dual en el S8+ al menos. Oportunidad perdida: aunque seguro que la cámara se porta brutal, probablemente no sea la mejor del año, y eso me preocupa.

Habrá que ver además cómo se porta esa curiosa resolución del dispositivo —veremos cómo se adaptan contenidos y apps—, pero sobre todo cómo se comporta en batería. Esos 3.000 mAh parecen algo escasos (seguramente han preferido no forzar tras el desastre de los Note), pero es cierto que una de las ventajas del Snapdragon 835 es precisamente la eficiencia. No espero grandes revoluciones aquí, y curiosamente apenas se ha hablado de carga rápida. Siempre mola el tema de la resistencia al agua aunque sea un poco de pega —mejor no lo metáis en el agua, que cuesta mucho dinero— pero en general me parece que Samsung podía haber hecho algo más en terrenos como el lector de huella, la cámara e incluso la batería. Pero oye, como teléfono pintón, lo es un rato, desde luego.

Ah, una última cosa. Tiene conector de auriculares. Y es capaz de emitir audio a dos auriculares distintos (Bluetooth) al mismo tiempo. E incluye unos auriculares de 99 dólares de AKG. Bien por las opciones (y el "regalito"), Samsung.