Esperando (sin pretensiones) la Xbox One

Esperando (sin pretensiones) la Xbox One
XboxOne
XboxOne

No pensaba pillármela, pero la oferta del pack con el FIFA 14 fue demasiado tentadora. Así que sí, caí hace unos meses, y esta semana confirmé la pre-reserva que había hecho. Resulta curioso, sobre todo cuando cada vez juego menos (ya casi nada) y cuando realmente no espero demasiado de esta Xbox One. Tampoco lo hacía de la PS4, y es que en esencia me parece que ambas consolas dan un salto cualitativo muy cortito para lo que muchos esperábamos de ellas.

De hecho, las diferencias entre anteriores generaciones y lo que se podía lograr con unas (las antiguas) y otras (las nuevas) es asombroso en comparación con este último paso generacional, mucho más modesto. Casi anodino. Probablemente acabemos viendo juegos significativamente mejores en calidad gráfica, pero... ¿pueden exprimirse los juegos mucho más? Realmente, no lo tengo demasiado claro.

Por supuesto, esa es una de las razones de que me haya decantado por la Xbox One. A falta de un salto claro en su función clave (los juegos), lo que buscaba era garantías de futuro en otros apartados. Kinect y las funciones PVR son en mi caso esos apartados. Puede que lo sean con muchas sombras, sí, pero aún así, tienen posibilidades.

Puede que sean los años, pero no tengo esa loca impaciencia que tenía por probar la consola cuando salió la Xbox original o la Xbox 360. Mis expectativas son distintas, y lo veo bastante más como una apuesta de futuro que como algo que vaya a poder aprovechar al 100% ahora.

No soy el único en esta impresión, y sin haber tocado la consola ya era posible valorar buena parte de lo que podemos esperar de la Xbox One. Lo ha contado de forma muy acertada (coincido en sus sensaciones casi al 100%) Antonio esta tarde en Xataka. Pero es que además en Estados Unidos ha habido jornada repleta de análisis , y hoy me he leído unos cuantos. De todos ellos destacaría especialmente uno: el de The Verge, que acabo de terminar de paladear (y digo bien, paladear) porque es de esos textos que le hacen reconciliarse a uno con un medio que ha hecho muchas cosas realmente bien pero que empezaba a torcer el camino. El análisis es de los que me atrapan. Crudo, honesto, inmisericorde. Por ejemplo, deja claro que hoy por hoy la función PVR está muy mal acabada, que el reconocimiento de voz de Kinect es muy mejorable, y que los juegos del catálogo inicial no son nada del otro jueves. Con esos argumentos cualquiera --yo también-- se plantearía su compra. Pero es que hay un gran "y si". Precisamente ese "y si" es el que me hace ser optimista y pensar que la Xbox One podría ser en el futuro todo lo que hoy aún no llega a ser. Cierro con la última frase de ese fantástico análisis:

The Xbox One is here for a decade. If Microsoft can deliver on all its promises in that time, it will have built a console truly worthy of Input One — but that's a big if.