España, en rojo y azul
No soy muy dado a comentar temas políticos: me siento muy lejos de nuestros 'líderes' y aunque he votado, lo he hecho sin un convencimiento claro de que ninguna de las propuestas fuese realmente buena. Así que he optado por lo que me ha parecido menos malo, que es lo que seguro que habrán hecho otros cuantos milloncejos de españoles. Sea como fuere tenemos al PSOE ganador y al PP resistiendo el embate.

El resultado de las elecciones está siendo analizado desde todas las perspectivas, pero está claro que estos comicios destacan por el protagonismo absoluto de los dos partidos mayoritarios. Los medios no han dado apenas opciones a otras propuestas, y probablemente Llamazares tenga razón cuando haya repetido aquello de que el "Tsunami bipartidista" se ha cargado la pluralidad en nuestro país. Lo peor de todo es que nos esperan otros 4 años que serán probablemente una repetición de los anteriores en el tono político - crítica y contracrítica, normalmente poco constructivas - y que seguimos sin contar con herramientas muy válidas para mejorar este proceso democrático: yo aplicaría las dos ideas que funcionan por un lado en EE.UU. y por otro en Francia. De los yanquis copiaría las primarias para elegir a los candidatos de cada partido - y que no nos impongan a ZP y Rajoy por las buenas - y de los franceses también copiaría su segunda vuelta, en la que se definiría mucho mejor quién quieren los electores que gobierne.
Harina de otro costal es hablar del voto electrónico, que en EE.UU. está muy de moda tanto por sus posibilidades como por los constantes hackeos que demuestran que la seguridad de estos métodos está muy lejos de ser perfecta. Parece que ayer hubo pruebas piloto de un software para ayudar a vocales y demás personal de las mesas electorales a ir controlando los votos - tarea sacrificada, pardiez - pero por lo que vi tampoco esa solución se aplicará a gran escala de manera inmediata. Es otro de los aspectos que demuestran que el ambiente tecnológico en nuestro país y en nuestra política es prácticamente nulo. No he estado demasiado atento, pero poco o nada he oído a esos mismos líderes al hablar de la tecnología en sus propuestas electorales. Es lo que nos toca a los técnicos y los que apostamos por cosas como una mayor inversión en I+D o en esa equidad en el acceso a Internet y nuevas tecnologías que permita precios menos abusivos para que nos alejemos de un fenómeno que ya está expandiéndose como la pólvora en nuestro país: el analfabetismo digital.