El secreto de la Raspberry Pi 3 no es la Raspberry Pi 3
Mis peques saben lo que es la Raspberry Pi. No porque programen con Scratch o hagan robots como posesos. Nope. Lo saben porque cuando quieren ver la tele quieren o "clan", o "la rasberripi" o "netfis". Hace tiempo que abandoné aquel viejo HTPC que me hice a medida y del que hablé largo y tendido y lo sustituí con una RPi 2 y ese NAS que afortunadamente puse en mi vida, y el resultado no puede ser mejor para mí.
El caso es que siempre que salen nuevos modelos del miniPC más popular de todos los tiempos me pongo a curiosear. A la Raspberry Pi 3 le tenía echado el ojo desde hace tiempo (ese soporte WiFi...), pero no tenía un motivo claro para dar el salto. Al final hoy me he comprado una, y la razón ha sido bastante mundana: he visto una oferta que no he podido resistir.


El caso es que antes de darle al clic había estado mirando información sobre una de las muchas alternativas que le surgen a las RPi constantemente. Durante las últimas horas se ha estado hablando del Orange Pi PC 2, una placa con un diseño de PCB curioso —lo de los chips en diagonal llama la atención, pero no aporta ventajas ni desventajas, ojo— que promete cosas interesantes, como la inclusión de su micro Allwinner H5, un micro quad-core con núcleos Cortex-A53 de 64 bits (no se desvela la frecuencia de reloj) que son poco habituales en este ámbito. Esa novedad se une a la presencia de Gigabit Ethernet y 1 GB de RAM, además de tres puertos USB 2.0 y de una flash NOR SPI de 8 Mbit que destacaban en varios artículos y que sinceramente no sé muy bien por qué es importante o deja de serlo (ilustradnos, por favor). El precio, desde luego, es rompedor: 21,62 euros en Aliexpress.

Cuando he visto lo del conector GbE he salivado un poco: tengo mi RPi conectada al router por cable, pero el problema es que la RPi 2 (y la RPi 3) soportan sólo Ethernet 10/100. Tener más ancho de banda disponible es buena idea de cara al futuro y a esa avalancha de contenidos 4K, 8K, 16K y diossabequéK, pero tras echarle un vistazo al debate en Hacker News se me aclararon las ideas.
La conexión Ethernet de las Raspberry Pi tira del bus USB 2, así que por mucho que quieras conectarle un adaptador GbE, estarás limitado por esa opción. En las Orange Pi PC 2 no se aclara si ese soporte es real, pero me choca que el procesador Allwinner H5 no soporte más que Ethernet 10/100, o al menos eso muestra el diagrama de bloques oficial. Aun cumpliendo con esa opción, las Orange Pi tienen un problemilla.

¿Qué me detenía? Pues que efectivamente hay otras alternativas muy llamativas. Probablemente la más resultona sea la Odroid C2, sensiblemente más cara que la RPi3 (69,95 euros en Amazon), pero también sensiblemente más potente y atractiva para los que buscan más rendimiento aunque eso también implique mayor consumo —y calor disipado, el disipador de las Odroid C2 es famosete—. Y de nuevo, el problemilla de las Orange Pi y de todo el resto de competidoras, llámense BeagleBone Black, Pine A64, Creator CI40 o incluso las alternativas ultrabaratas como las propias Raspberry Pi Zero y las C.H.I.P.
La comunidad.
Ese es el ingrediente secreto de las Raspberry Pi y lo que hace que estas plaquitas estén en todos lados y sean referente en artículos sobre estos temas. Es obvio que con el resto podrás hacer muchas de las cosas que haces con las Raspberry Pi, pero ese puntito de soporte excepcional solo lo tienes con las RPi. De esto sabe mucho uno de los eternos en Incognitosis, Manuti, a cuyo blog, Raspberry para torpes, acudo para consultar la actualidad en este sentido —deberíais hacer lo propio— y que habla largo y tendido de todas esas alternativas que acechan a las RPi.
A mí me gusta comparar la situación con la de los viejos ordenadores de 8 bits. En el cole el 60% tenían Spectrum, el 35% Amstrad, el 4% C64 y el 1% MSX. Me he inventado los porcentajes, pero os hacéis una idea: si uno quería compartir experiencias, lo mejor que podía hacer era comprarse un Spectrum. Luego estábamos los crazy ones. Los misfits. Los rebels. Los del C64, ya sabéis. Los que jugábamos al Match Day II más y mejor que cualquiera de esos pobres usuarios del resto de plataformas.

Con las Raspberry Pi 3 pasa lo mismo: que puede que solo la utilice para darle aún más caña a mi OSMC, pero siempre tendré la posibilidad de aprovechar para trastear con alguno de los muchos proyectos que parecen más fáciles de hacer cuando uno utiliza el dispositivo de referencia, sea este cual sea. Los tutoriales maker con este tipo de placas —no hablo ya de Arduino, que es mucho más popular en ese segmento— tiran más de las RPi que de sus competidoras, y si uno tiene un problema con ellas es más probable que encuentre soluciones gracias a esa inmensa comunidad.
Ahí está el secreto de las Raspberry Pi.
Bueno, ahí y en el hecho de que estos días haya salido una oferta bastante jugosa para comprarla. En Gearbest la tenéis a 36,69 dólares, pero con el código "ReyesRPPB" (sin comillas) se os queda en 33,35 dólares, apenas 30 euritos. Ole. Aprovechad, que creo que ese código no va a durar mucho más.