El Pixel 8a me guiña el ojo

El Pixel 8a me guiña el ojo
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Mi Huawei P40 Pro+ pronto cumplirá dos años, y desde hace cierto tiempo me planteo si no será el momento de cambiar. La cámara sigue comportándose de forma fantástica, pero de cuando en cuando aparecen móviles que me hacen ojitos. El iPhone 15 lo hizo hace unos meses, y recientemente el que me ha gustado es el Pixel 8a.

Lo hace por varios motivos. El tamaño es compacto para los estándares actuales, la pantalla ha mejorado mucho, el SoC Tensor G3 es bastante majo —sin ser la pera— y me llama especialmente la atención poder usar una versión stock de Android con todas sus ventajas (y siete años de actualizaciones, hasta demasiadas), incluidas las que afectan a la IA. Y luego, claro, están las cámaras, que prometen.

En realidad esa es la clave, porque como sabéis, si hay algo que me interesa en un móvil son las cámaras. Por eso me pillé el P30 Pro en su día y más tarde el P40 Pro+. Cuando Google presentó los Pixel 8/Pro el año pasado me planteé si apostar por ellos, pero eran demasiado caros.

Pero el Pixel 8a no lo es tanto. O más bien, no lo será, porque no pienso comprarlo ahora. Si lo hago será más adelante, cuando baje de precio, porque será entonces cuando podré considerarlo un candidato a ese galardón famoso y célebre en Incognitosis. Ya sabéis: me encantan los cholloteléfonos.

Hoy por hoy puedes comprar el Pixel 8a aprovechando la renovación de "un teléfono apto", pero a mí eso no me sirve de mucho porque lo máximo que dan son 150 euros y creo que puedo sacar algo más si acabo vendiendo el P40 Pro+.

Los 549 euros que cuesta ahora mismo son excesivos. O quizás no tanto si te gusta la marca: hasta el 3 de junio regalan 100 euros en tarjeta regalo que solo puedes aplicar a productos de Google. Aun así, el precio debería bajar de forma sensible en Black Friday o incluso antes. El 7a bajó de 509 a 449 y ahora lógicamente está mucho más barato, a 379 euros.

Ha pasado un año y el Pixel 7a sigue siendo una opción estupenda, pero es que el Pixel 6a ya lo era hace un año. Lo sé bien porque es el móvil que tiene mi mujer desde entonces y es estupendo. La cámara es fantástica, me encanta la ciencia de color de los Pixel y algunas fotos me gustan más en su móvil que en mi Huawei, así que iré siguiendo la evolución del Pixel 8a, pero aquí puede haber tema. Mi compañero Ricardo Aguilar, que de móviles sabe un porrón, lo analizó y quedó de lo más contento por duplicado. Precisamente él mismo recomendaba esperar a que el precio bajase, y estoy con él al 100%. Paciencia y a otear cómo va evolucionando la cosa.

De hecho, en los últimos días he estado cotilleando el mercado de segunda mano. Wallapop suele mostrar ofertas pintonas para los Pixel 8 e incluso los Pixel 8 Pro (hace unos días me tentó mucho uno a 600 euros, pero resistí), y no soy especialmente picajoso con esto de los móviles reacondicionados o de segunda mano.

¿Y qué pasa con el Huawei? Nada en realidad. Supongo que me podría aguantar una buena temporada, así que todo esto son sencillamente flirteos tecnológicos. Tonteos que me gusta comentar por aquí para que compartirlas con vosotros, amados lectores. Si alguno tiene un Pixel 8a (o un Pixel 8, o un Pixel 8 Pro) y quiere comentar, fantástico.

Imagen | Android Police