El M1 es increíble

El M1 es increíble
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Pobrecita Intel. Pobrecita AMD. Pobrecitos fabricantes de PCs y portátiles basados en Windows. Pobres todos aquellos que hayáis comprado un Mac o un MacBook en 2020 o en 2019. Debéis estar tirándoos de los pelos. Como los citados Intel y AMD del mundo.

Así de buenos son los M1 de Apple. Son brutales.

No es que haya tocado ninguno. Llegará ese momento (espero), pero es que me han bastado tres análisis en vídeo y uno en texto para confirmar aquello que ya sospechaba. Hoy han comenzado a aparecer los primeros reportajes sobre los nuevos MacBook Air, MacBook Pro 13" y Mac mini y las conclusiones son aplastantes. Esto, señores, es un salto generacional sin precedentes.

Lo dicen más o menos así de claro todos los protagonistas de los tres vídeos que he visto hoy. El primero Dave Lee, que se está convirtiendo en mi youtuber favorito por su frescura. Ya en un vídeo de hace unos días hacía un apasionado comentario de la eficiencia del M1. Bromeaba hablando de cómo la gente (yo incluido) se quejaba de que no había cambios de diseño cuando estos equipos lograban hasta 20 horas de reproducción de vídeo. Podéis ver el fragmento aquí. Esperaba con expectación su análisis, y aquí está:

Lo curioso del caso es que Dave no recomienda claramente comprar estos equipos. Son una primera generación, explicaba, y a buen seguro la segunda y tercera generación de estos productos mejorará a lo bestia. Es un buen consejo, aunque yo lo seguiría por otra cosa: esperaría a comprar no solo por un hardware "de primera generación", sino porque así damos tiempo a que la transición software también se complete.

El segundo vídeo, el de Marques Brownlee (MKBHD) es igualmente estupendo (la intro desde luego es simpática) y sin meterse demasiado en detalles técnicos sí alaba la batería (aunque tampoco lo usó demasiado, parece) y esa compatibilidad software, que es mucho mejor de lo que podríamos esperar de una primera generación tan radicalmente distinta de su antecesora.

Incluso aplicaciones no optimizadas (las x86 que corren vía Rosetta 2) funcionan realmente bien y sin pérdida aparente de rendimiento. De hecho es como si corrieran incluso mejor que en cualquier Mac Intel actual, y Brownlee no se había encontrado con problemas salvo en el caso de Pixelmator.

El tercer vídeo, de los editores de The Verge, es algo más flojete, y esa forma de analizar conjuntamente el MacBook Air y el MacBook Pro a mí no me ha gustado mucho y el cara a cara de Nilay con Dieter es un poco pegote, no queda bien. De hecho el sonido -y eso que yo tengo oídos de corchopan- es claramente defectuoso, como si hubieran grabado con móviles y sin micros en condiciones.

Sea como fuere, "Este MacBook Air es el portátil más impresionante que he probado en años", apostillaba Dieter Bohn, que destacaba su rendimiento y lo hacía destacando algo importante: chavales, esto no tiene ventiladores, es alucinante. De hecho la única diferencia con el MacBook Pro (y el Mac mini) está en que esos dos pueden aguantar funcionando a tope durante más tiempo, mientras que el MacBook Air acaba haciendo throttling al cabo de cierto tiempo (unos 10 minutos), pero es un throttling "ligero", y los números en Cinebench son sorprendentemente buenos en ciclos de 30 minutos incluso en un equipo ninja y fanless como este. Es flipante.

En The Verge sí hacían unas cuantas observaciones negativas. Una respecto al hardware que criticaba de forma cruel la webcam de estos equipos, que es mala malísma. Dieter hacía una broma al hablar del nuevo procesador de imagen del M1 que se supone que iba a mejorar la calidad de la imagen de la webcam. En lugar de eso, decía, lo que obtienes es una mala imagen que seguía siendo mala, pero procesada. También mencionaban la parte de cómo las aplicaciones no optimizadas pueden hacernos la puñeta, y parece que Chrome es un pequeño infierno, así que es una de esas herramientas que seguro que cuando lleguen de forma nativa (y supongo que lo harán pronto) será otra gran sorpresa en estos equipos.

La crítica más interesante en mi opinión era la que hacía Nilay al hablar de las aplicaciones de iOS y iPad, que ahora puedes ejecutar de forma nativa. Funcionan mal en su mayoría (lo mismo que cuando usas DeX o el modo PC de Huawei, me temo) porque los desarrolladores no han pensado en esa adaptación. Aquí lo llamativo era la conclusión de Nilay, que criticaba las alternativas que Apple ofrece en Big Sur para interactuar con esas aplicaciones móviles en los Mac, y decía que eran "ridículas". Y luego, mirando a la cámara pero mirando en realidad a Tim Cook y a su equipo, les mandaba un mensaje: "De verdad, añadid la pantalla táctil, no va a pasar nada".  Muy al hilo, por cierto, de lo que decía Gassée esta semana al apuntar a que los MacBook con pantalla táctil parecen impepinables. Yo estoy de acuerdo, aunque creo que eso podría tardar tiempo en hacerse realidad.

Y luego, por supuesto, estaba el análisis de AnandTech, que se centraba exclusivamente en el Mac mini (qué curioso) y en el que dejaban claro que el rendimiento del M1 es "extraordinariamente bueno". No solo eso: supera el rendimiento por núcleo de cualquier desarrollo de Intel, y compite de tú a tú con los núcleos Zen3 de AMD, pero es que hablan de núcleos de procesadores de sobremesa: supera a todo lo que hay en el escenario de los equipos portátiles en x86 de largo.

Que Apple haya logrado esto es "un cambio de paradigma", y en AnandTech asguran que este chip "es un impulso masivo no solo para Apple, sino para el gran ecosistema ARM y el creciente negocio de ARM en la nube".

Aquí querría hacer una última observación: lo que ha logrado Apple con el M1 es absolutamente alucinante, pero tiene (un poco de) truco. Y el truco tiene un nombre:

Nanómetros.

Este chip está fabricado en 5 nanómetros. AMD acaba de empezar a usar litografía de 7 nm en sus procesadores este año, y como sabemos Intel lleva años anclada en unos 14 nm que han sido su particular condena. Solo ahora empieza a sacar (con cuentagotas) micros con 10 nm.

Competir con Apple así es complicado para Intel: es casi imposible (como se ve en las pruebas) que el mejor procesador de Intel pueda hacer frente al M1 si la litografía permite a Apple meter muchos más transistores que a sus competidores, y de hecho el AMD Ryzen 9 3900X tiene 9,89 millones de transistores. Los nuevos Ryzen 5000 tendrán muchos más probablemente, pero no se conoce esa cifra, como tampoco la de los últimos micros de Intel, que tampoco publica ese dato. El Apple M1 tiene 16.000 millones, una cifra mareante y que da una ventaja importante a un chip con muchos más chinitos ahí picando en la mina.

Las comparaciones, como siempre, son odiosas. Quizás AMD e Intel logren competir cuando den el salto a los 5 nm si es que Apple sigue aún usando esa litografía, pero aquí estamos ante un salto generacional que ha hecho que de repente Apple deje atrás a todos sus competidores, y que lo haga además al o bestia.

Hasta yo me planteo si mi próxima máquina volverá a usar micros x86. Hasta me planteo, fijaos, volver al ecosistema de Apple para poder disfrutar de esa potencia y esa eficiencia sin parangón. Puede que no lo haga inmediatamente, pero lo que Apple ha hecho aquí es espectacular, y sería bastante estúpido no admitirlo. Si veo que mi flujo de trabajo puede aprovechar esas opciones y no hay producto competitivo en el mercado Windows igual doy el salto como hice hace una década con mi MacBook Air. Quién sabe.

Así están las cosas, queridos lectores. Es alucinate.