El iPhone que quería ser un PC

El iPhone que quería ser un PC
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Es día de evento Apple, y eso para los periodistas tecnológicos significa una cosa: mucho curro. Llegar primero y mejor es clave, así que todos los que trabajamos en esto estaremos unas cuantas horas en las que el estrés es notablemente superior al de un día "normal". No recuerdo que en los últimos años haya podido ver uno de estos eventos en "modo espectador" para disfrutarlo (o sufrirlo) sin obligaciones, y me temo que eso seguirá así una larga temporada. Dicho lo cual, cubrir estas cosas suele tener su puntito. Alguna que otra vez.

Con Apple la expectación, al menos en mi caso, es mínima. Hace años que me sé la cantinela —que vivan las mejoras iterativas— y que se viene confirmando la estrategia de la compañía de Cupertino, que es rácana hasta el extremo con las novedades salvo en contadas ocasiones (M1, quizás Apple Vision Pro).

En unas horas podré confirmar si este evento ha sido o no una decepción, pero los rumores apuntan a una evolución que puede tener sus puntos de interés —el chip Apple 17 con litografía de 3 nm promete—, y sus momentos "Apple siendo Apple" con un probable iPhone 15 Ultra que tenga un precio de unos 2.000 dólares sin ser especialmente mejor que sus hermanos pequeños salvo por, dicen, el titanio y un zoom óptico algo más potente. Se habla también de un Apple Watch Ultra que será un gran más de lo mismo, meh. Todo indica que tendremos que esperar para ver el teórico Apple M3 (importante porque también se da el salto a los 3 nm, más potencia y eficiencia) y los primeros MacBook equipados con él, así que por ahí la cosa tampoco dará para más.

Así pues, ¿qué esperanza (me) queda? Pues una que no me parecía para tanto. El adiós al puerto Lightning —en The Verge hacen una buena reflexión al respecto— es desde hace meses la gran noticia de los nuevos iPhone 15, que llegarán con conector USB-C.

Lo interesante no es tanto el conector, obligatorio en la UE a partir de finales de 2024 para todos los fabricantes —Apple ha querido adelantarse—, sino lo que puede haber detrás de ese conector. Aquí es donde la cosa se pone sabrosona, porque se habla de que en los iPhone 15 Pro y Pro Max la interfaz será Thunderbolt, como ya hace Apple en varios de sus Mac y MacBook.

¿Qué significa tener un puerto Thunderbolt en el iPhone 15 Pro/Max? Pues tener margen de maniobra para una carga y una transferencia de datos, pero hay algo aún más llamativo, porque ese puerto abriría la puerta a algo de lo que llevo hablando un tiempito por aquí:

Convergencia.

El iPhone podría, gracias a ese puerto, convertirse en tu PC. Sería básicamente lo mismo que hace Samsung DeX o Huawei con el modo escritorio. Yo tengo este último en mi P40 Pro+, aunque debo confesar que no lo uso. La idea es simple: conectarías el iPhone a un monitor a través de un cable USB-C (con esa interfaz Thunderbolt), y luego también a un ratón y teclado vía, por ejemplo, Bluetooth. Y luego, a tirar millas, porque iOS se adaptaría a formato y la resolución del monitor para ofrecer un escritorio teóricamente idéntico al de iPadOS.

Como explican en TechCrunch, eso abriría las puertas a una opción de lo más pintona. Según los rumores, la propia Google podría plantear justo eso (al fin) en los Pixel 8 que se presentan dentro de un mes. El problema es que dudo que Apple plantee siquiera esa posibilidad hoy por hoy.

La razón es sencilla: hace tiempo que podían haber hecho algo así en los iPad y nunca lo han hecho. Puedes conectarlos a un monitor, pero lo único que obtendrás es un espejo de la pantalla que conserva resolución y que difícilmente ayuda a mejorar la productividad. No se ha mencionado nada al respecto —que yo sepa o recuerde— sobre un potencial "modo escritorio" para los iPad —y mucho menos para los iPhone— en la WWDC, y sería de esperar que hubieran aparecido datos o filtraciones en las betas de iOS 17, cosa que no ha ocurrido.

Estamos pues ante el enésima ciclo que siempre vivimos antes de los eventos de Apple, a saber:

  1. Se filtra alguna característica
  2. Los usuarios empiezan a soñar con el potencial de esa característica y a montarse películas sobre todas las cosas increíbles, avanzadas y maravillosas que Apple hará con ella.
  3. Apple no hace absolutamente nada con ella salvo lo más básico. Ya si eso la aprovechará en el futuro si lo considera oportuno. Y lo hará con cuentagotas.
  4. Lágrimas y desesperación. Dará igual: la gente seguirá comprando esos productos como si no hubiera mañana.

Pero oye, nunca se sabe. Igual Cook y sus chicos me leen desde hace años y tienen preparada la jugada. Por soñar, que no quede. Aunque luego vengan las lágrimas y la desesperación.

Actualización (13/09/23): Evento finalizado y, cómo no, decepción en este apartado. La interfaz es USB 2.0 (¡USB 2.0!) en los iPhone 15, y USB 3.2 Gen 2 en los iPhone 15 Pro. De Thunderbolt nada, y de convergencia, menos aún. Lágrimas y desesperación, pues.

Imagen: Patrick Rambles