El iPad de la inflación

Mis niños usan iPad. Fue regalo de comunión, y le sacan mucho (demasiado) partido. En su día cogí las versiones más básicas en cuanto a almacenamiento, así que en ambos casos —sobre todo con el de Lucía, de tan solo 32 GB— tenemos las típicas quejas de "es que ya no me cabe nada".
Este año me planteé vender ese modelo en Wallapop y tratar de ir a por un modelo de 128 GB, pero la broma no salía barata, así que me dije a mí mismo "bueno, igual vale la pena renovar a los nuevos modelos o ver si con los nuevos bajan los del año pasado".
Hoy Tim Cook se ha reído de mí y de todos los que tenían una idea similar. Rollo esto.


Lo de hoy con el iPad ha sido otra lección magistral sobre el mercado de la oferta y la demanda. Todo el mundo quiere uno —como ocurre con el iPhone—, así que Apple puede hacer básicamente lo que quiera con los precios porque la peña —al menos, de momento— seguirá comprando.
Y es que por si no lo sabéis, el iPad ha subido de precio. Pero a lo bestia. La versión básica del iPad (2021) del año pasado costaba 379 euros. Hoy la versión básica del iPad (2022) cuesta 579 euros. 200 pavazos más que lógicamente Apple defenderá con el discurso actual de la inflación. Todo sube chavales, así que ajo y agua.
Las malas noticias no son solo esas: sin decir nada también han subido el precio de los iPad (2021), que ahora es de 429 euros. Por el artículo 33, como suele decirse. La evolución, en un gráfico rápido:

Como veis, el salto es absolutamente desproporcionado, y aquí Apple ha aprovechado la situación económica actual para darle un empujón dramático a la etiqueta de precio. Puede que el iPad (2022) mole por sus cambios, todos ellos bienvenidos. El problema es que el iPad de la inflación sale demasiado caro, y lo hace además con otra pega importante: aun con la subida de precio sigue contando con 64 GB como capacidad de base. Haría otro meme con Jobs y Gates, pero seguro que os imagináis cómo sería.
Nos vamos a pique.