El Huawei P30 Pro ya es mío
A la tercera va la vencida, parece.
Este año había hecho dos intentonas a la hora de cambiar mi Xiaomi Mi 6, que me ha acompañado un par de años fielmente pero que empezaba a quedarse atrás en algunas pequeñas cositas. La que más me preocupaba era la de la cámara: tanto escribir y leer de móviles me había generado cierta inquietud: en dos años tiene que haber móviles decentes en precio y cámaras muy superiores, ¿no?
Debía haberlas, pero mis dos primeros intentos de cambiar el móvil salieron rana. Primero lo intenté con el Pixel 3a, que aunque ciertamente tenía mejor cámara (aunque no se notara siempre) tenía también carencias importantes. Luego llegó el Xiaomi Mi 9, que era una clara esperanza para mí y que aun con sus virtudes tampoco acabó de convencerme. La cámara era de nuevo algo mejor (no tanto como la del Pixel 3a), pero tampoco compensaba invertir 400 euros en él.
Casi había desistido del tema, y de hecho mi último gran candidato era el Huawei P20 Pro que aún teniendo año y medio largo de vida seguía siendo un valioso aliado en el tema de la fotografía móvil. Encontré uno de segunda mano en Wallapop que rondaba los 300 euros y parecía estar en buen estado, pero el lunes hice una búsqueda distinta.
—¿Y si miro cómo están los P30 Pro?—pensé.
Dicho y hecho. Como por arte de magia apareció un Huawei P30 Pro a 395 euros que parecía estar perfecto. Chateé con el chico que lo vendía: 20 operaciones en Wallapop, buenas opiniones, todo parecía correcto. Quedé con el esa misma tarde, me acerqué a su barrio en la zona del Santiago Bernabéu y apañamos en un momento: el móvil efectivamente estaba impoluto, saqué una foto, todo parecía correcto. Nos despedimos amigablemente y todo listo. El vendedor me mandó la factura de compra por el tema de la garantía algo más tarde, y eso confirmó lo que me había dicho. "Me canso rápido de los móviles", dijo. Estaba en ese momento con un Note 10+, así que el P30 Pro estaba muerto de risa. Fantástico para mí, que lo saqué a precio de verdadera risa, y supongo que algo también para él (aunque menos) que se lo quitó rápido de encima aun perdiendo dinero.


Me volví a casa, terminé de hacer unas cosas y me puse a trastear con el P30 Pro a las 21.30 de la noche. Sin muchas fuerzas o ganas, pero con mucha curiosidad. De primeras buenas sensaciones por todo, y para empezar con dos detalles estúpidos y para mí fantásticos.
El primero, la presencia de una herramienta preinstalada para migrar desde otro móvil. En el Xiaomi Mi 9 no pude hacer la migración automática, es sorprendente que no haya algo rápido entre móviles que de hecho son de la misma marca. Con el P30 Pro se incluye 'Phone Clone', que tienes que instalar en tu móvil de origen (en mi caso, el Mi 6) y que funciona bastante bien para realizar la migración de cosas como los contactos, calendario o aplicaciones y fotos o música al nuevo móvil. Yo no quise mover los 50 GB de fotos que tengo en el Mi 6, así que la cosa estaba resuelta en 10 minutos aunque algunas aplicaciones tuve que instalarlas a mano (no me preguntéis por qué). Estupendo.
El segundo, una tontada, como decía: el teclado táctil no vibra por defecto ni tampoco suena o hace efectitos chorras. Todo es silencioso y tranquilo en esas primeras interacciones, y a mí me gusta que sea así: con cada móvil que pruebo suele ocurrir que está activada la respuesta háptica, la vibración, el sonido, el zoom sobre las teclas, en fin, todo tipo de pijaditas que hacen que escribir cualquier cosa sea un festival de luz y color. No me mola, así que encontrarme en el P30 Pro que la cosa no es así me dio muy buenas vibraciones.
Tan solo llevo un par de días con él, pero las buenas vibraciones continúan. Apenas he podido sacar fotos comparando uno y otro, pero la cámara del P30 Pro es sin duda mejor que la del Mi 6. De nuevo la cosa no es del todo patente en según que escenarios. En un par de retratos por ejemplo el Mi 6 sigue comportándose muy bien, pero el rango dinámico del P30 Pro es para mí mejor y en general el resultado es más chulo. En fotos nocturnas por ahora he hecho poca cosa, pero está claro que los resultados son espectaculares frente al Mi 6, sobre todo si hay muy poca luz. El P30 Pro rasca de donde no está escrito y logra fotos con poca luz increíbles. Es un modo distinto al del Pixel 3a, que lo hacía en un instante: aquí tienes que estar unos segundos con el terminal quieto para que juegue con las exposiciones y combine el resultado en la toma, pero para mí el resultado es más honesto aunque sea menos espectacular.

Pero donde la cosa da un vuelco tremendo es con el zoom. Apenas lo he probado tampoco, pero es algo sencillamente increíble. Mi pulso es bastante lamentable al poner el zoom 10x (no digamos ya 50x), pero las fotos salen realmente nítidas, y aunque el óptico solo llega al 5x el resultado con el 10x es difícil de criticar o de no confundir con un óptico, sobre todo si apoyas el móvil. Es alucinante.
No sé si lo utilizaré mucho, pero durante muchos años mi teleobjetivo Sigma de 18-200 mm (f/3.5 - f/6.3) para mi vieja Canon T1i me dio mucho juego, y me da a mí que este zoom va a hacer lo propio en el P30 Pro.
Como digo tengo mucho con lo que jugar, y como sabéis en los próximos días podré hacerlo a tope. Veremos cómo se porta en el viaje, pero esto promete, y lo hace a lo bestia.
La cámara, claro es solo parte de la historia, sobre todo para alguien con tantas manías adquiridas ya en el Xiaomi Mi 6. El lector de huella bajo pantalla del P30 Pro es bueno, pero no tanto como el físico del Mi 6. No es algo que me moleste y creo que ya me he acostumbrado, pero lo que me ha sorprendido bastante es el comportamiento del reconocimiento facial, que la verdad, me ha parecido un inventazo. No lo uso mucho porque no soy consciente de él y sigo yendo a poner el dedo en la pantalla, pero cuando me acuerdo y lo uso su funcionamiento es espectacular. No es el método más seguro de autenticación, desde luego, pero a nivel de comodidad es difícil renunciar a ese compromiso.
La pantalla es también un salto cualitativo espectacular desde el Mi 6. En todo. Muchos la critican por resolución, pero yo no he notado nada malo al respecto salvo en la única pega que tengo con el móvil: el lanzador de EMUI y los iconos son bastante cutres, pero eso lo solucionaré con Nova Launcher o algo así en los próximos días. Por lo demás la panalla como digo es espectacular en brillo, contraste y colores, y eso de no tener casi marcos -como sucedía con el Mi 9-, mola, hay que admitirlo. El mininotch para la cámara frontal no me molesta -ni lo noto-, así que aquí todo son buenas noticias.

También me ha sorprendido lo rápido que me he acostumbrado a los gestos del Huawei P30 Pro. Puedes volver a tener botones táctiles en pantalla como los terminales Android convencionales, pero los gestos funcionan muy bien aunque es cierto que difícilmente un gesto puede igualar en rapidez o memoria muscular a la presencia de un botón de inicio. Es raro no tenerlo ya ahí para eso, como el resto de botones, pero me da a mí que no voy a echarlo de menos demasiado. O nada
Y luego está lo de la batería, que es sencillamente de otro mundo. Miro el móvil de vez en cuando, lo uso un poco y nada, que el condenado no baja un puntito de batería. Nada. Aguanta carros y carretas, y ayer solo logré bajar del 95% que lo cargué al 75% después de una tarde con muchas fotos y vídeos por evento familiar. Ahora mismo, casi un día después, lo tengo al 47%. Es cierto que no soy un usuario intensivo del móvil, pero esto es ridículo. El Mi 6 a estas alturas estaría al 80%... porque lo habría recargado por la noche, claro. La recarga es además súper rápida, tal y como promete el fabricante: en algo más de una hora estaba cargadito, pero es que además me he comprado un cargador inalámbrico (con soporte vertical, mi manía y capricho, que el móvil me mire a mí) para ponerlo ahí y no preocuparme de estar conectándolo al cable USB-C. Solo lo he probado un poco pero esto promete a tope también. Otro pequeño check en la lista de cosas que quería tener en mi futuro móvil, que parece que a va a ser este de todas todas.
Tengo aún muchas cosas que probar y confirmar. Por ejemplo, el modo PC, que ni siquiera he podido explorar por falta de tiempo. Sin embargo estas primeras impresiones de apenas 48 horas me dejan buenas, buenísimas sensaciones. Compartiré alguna foto en Twitter supongo la semana que viene, pero espero también hacer un segundo post hablando un poco de esa experiencia ya un poco más reposada con el terminal para comparar también las fotos con el Mi 6. A la vuelta del viaje (probablemente algún tiempo después) caerá ese pseudoanálisis un poco másreposado.
Dicho lo cual, me fío mucho de mis primeras sensaciones con todos y con todo -no me suelo equivocar-, y aquí hay muy buen feeling.
Lo dicho. Me da a mí que este es el bueno.
Ya eres mío, P30 Pro.