El HTC Desire ya es mío
Cuando ayer escribí mi diatriba en contra de la política que están siguiendo en Apple lo hacía sabiendo que en pocas horas recibiría lo que ya había mirado y admirado hace tiempo y que por fin tengo en mis manos: el HTC Desire, el smartphone que espero se convierta en un cacharrito que me dure mucho más tiempo del que me han durado el iPhone original y sobre todo el iPhone 3G. Y creo que así será por varias razones.

Así a bote pronto, el Desire cumple con todos los requisitos que buscaba hace tiempo en un smartphone. El iPhone ha sido durante mucho tiempo un excelente compañero, pero solo gracias a que pude aplicar el jailbreak y la liberación desde prácticamente el día cero de tenerlo conmigo.De hecho, publiqué un montón de guías y artículos al respecto (1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8) en Incognitosis, pero me temo que eso se acabó. Empieza una nueva era friki en mi vida: la de Android ;)
Ese proceso ya no será necesario en el Desire, que tengo liberado y "abierto" de serie, tal y como lo venden en diversas tiendas ya -no diré dónde lo he comprado, pero sí que en HTC Manía hay un foro con mucha información- antes de que aparezca a la venta a través de diversas operadoras.
El caso es que apenas sí he podido tocarlo durante un par de horas tras cargar la batería, pero las primeras impresiones son fantásticas. La velocidad de ejecución de todo en su interfaz es espectacular -el iPhone 3G comienza a verse algo limitado para según qué aplicaciones- y no digamos la navegación web. Hay páginas que aunque parezca mentira parecen cargarse bastante antes en el Desire que en mi PC con el Core i7 y Chrome/Firefox.

Leer los distintos tweets de mis fuentes y abrir los enlaces en el navegador nativo de Android es algo instantáneo, y un pequeño vistazo a Android Market me ha dejado igualmente impresionado por la velocidad con la que uno busca y navega por las herramientas disponibles. Qué gozada no tener que esperar esos pequeños pero molestos retardos que imponía el iPhone... y eso que ambos se conectan a la misma red WiFi de casa.
Como digo, tan solo he comenzado a cacharrear, pero las impresiones iniciales no pueden ser mejores. Y no paro de encontrar ventajas. Una de las más importantes es tan clara que casi se me olvida:
Adiós a iTunes.
Mira que odiaba esta aplicación, pero no había otra forma cómoda de sincronizar contactos, tareas, calendario y sobre todo música y fotos, así que al final pasé por el aro. Nunca más. Coño, qué a gusto se queda uno liberándose del yugo de Apple... aunque sea a costa de entrar por el aro (más atractivo, a priori) de Google.
Seguiremos informando.