El estándar HTML5 abre una nueva batalla de licencias
La semana pasada se produjeron dos anuncios importantes en el ámbito del vídeo en Internet. YouTube y Vimeo presentaron nuevas versiones experimentales de sus portales de vídeo, y en ambas había una apuesta importante por el estándar HTML5. Aunque la nueva versión del lenguaje traerá muchas otras mejoras, probablemente la más conocida hoy en día es el soporte del vídeo y audio embebidos sin necesidad de tecnologías complementarias como Flash.

O sea, que podrás ver vídeos de YouTube y Vimeo sin necesidad de tener el dichoso plugin de Adobe Flash Player instalado en tu PC y navegador. Esto es importante porque libera a los usuarios, pero también porque la popularidad de Flash lo había convertido en el objetivo de todo tipo de ciberataques que han utilizado esta solución como una pasarela para el control de nuestro PC de forma remota.
Sin embargo las ventajas no lo son todo, y también hay ciertos inconvenientes en las implementaciones que estamos viendo de HTML5 en las propuestas de YouTube y Vimeo. La más evidente reside en el contenedor y códecs de vídeo y audio utilizados para los vídeos alojados en los servidores de dichos servicios. Ahí reside el problema, porque tanto YouTube como Vimeo hacen uso de vídeos codificados con H.264, un códec que tiene un gran pero. Es propietario. Y por eso no se ve en Firefox.
Cuando YouTube y Vimeo anunciaron ese soporte para vídeos embebidos sin necesidad de Flash avisaron de que este tipo de vídeos solo eran reproducibles en Google Chrome y en Safari, dos navegadores que merecen todos mis respetos (sobre todo Chrome, que estoy usando para escribir esto) pero que apenas suman un 10% de cuota de mercado actualmente. Internet Explorer no está soportado (a no ser que instalemos el plugin ChromeFrame), y tampoco lo está Firefox, un navegador que sí disponía desde hace tiempo de soporte para ciertas características de HTML5, y entre ellas, para la incrustación de vídeos de forma directa... siempre y cuando se usase el códec Ogg Theora.

Lo explica en un interesante post Mike Shaver, uno de los mandamases de Mozilla Foundation, que indica que H.264 no es un formato adecuado para la web porque, simplemente, no es un formato abierto. Este códec depende del organismo MPEG-LA, y cualquiera que quiera usarlo de forma global tiene que pagar por ello o atenerse a las consecuencias. Y en Mozilla no tienen ganas de atenerse a nada, porque creen que la web debe apostar más por la apertura de formatos y estándares, y por ello prefieren mantener su soporte para Ogg Theora (un formato abierto al 100%) aunque eso signifique tener que renunciar a poder ver vídeos a través de HTML5 de YouTube y Vimeo por estar codificados con H.264.
La solución parece inalcanzable, y mucho me temo que los usuarios tendremos que optar por la solución que más nos convenga: o Chrome/Safari+H.264, o bien Firefox+Flash. No hay otra, y Google probablemente haya meditado muy bien su decisión antes de apostar por H.264. Después de todo, Google Chrome es su navegador y YouTube es su servicio de vídeos. Si quieren impulsar el uso de Chrome, esta es una táctica cuca muy interesante. Y un poco sucia también, sobre todo teniendo en cuenta su famoso "don't be evil".
Por cierto, si queréis ahondar más en este debate y en cómo está la situación, no os perdáis el sitio web Dive Into HTML5. Todo un ejemplo de claridad y en el que además se usa la nueva tecnología @font-face de soporte de tipografías extra en navegadores, algo de lo que hablaré en el futuro.