El Apple M1 lo cambia todo
Cuarenta y nueve minutos le bastaron a Apple. Bum.
Ese fue el tiempo que duró la keynote de ayer, largamente esperada y con un título muy especial, 'One more thing'. En ese tiempo Apple se centró total y exclusivamente en presentar sus primeros equipos con el chip M1 de Apple, un procesador que, creo, lo cambia todo.


Lo hace porque plantea una revolución sin igual en un segmento que ya de por sí se ha movido mucho en estos últimos 40 años. Ha llovido un porrón desde que se presentara aquel IBM PC con un procesador Intel 8088, y hoy tenemos ante nosotros PCs y portátiles fantásticos que nos permiten trabajar y jugar de una forma impensable cuando trasteábamos con aquellos equipos de los 80.
En todo este tiempo algo se ha mantenido casi inmutable: casi todos los procesadores de nuestros PCs y portátiles han usado la arquitectura x86, tanto en su versión de 32 como de 64 bits. Intel ha sido dueña y señora del mercado durante cuatro décadas, pero ese reinado tiene pinta de acabar.
Y la culpa es del M1.
No sé si visteis la presentación. Si no la visteis y preferís una versión comprimida, aquí la tenéis en 10 minutos. El ritmo fue una vez más frenético, como cuando Apple presentó los iPhone 12 hace un mes. Tanto que de hecho yo apenas me pude enterar de la mitad de las cosas: tuve que publicar un par de artículos en Xataka para hablar rápidamente tanto del chip M1 como del MacBook Pro 13".
Eso hizo que, como dije en Twitter a última hora, los equipos presentados no me parecieran especialmente destacables. Y ahí está el tema. Que lo eran, pero no por ser esos equipos. Vamos por partes.
El diseño como oportunidad perdida
Creo que esta ha sido una inmensa oportunidad perdida para Apple. Un cambio generacional como este se merecía diseños renovados. No digo que cambiasen totalmente el icónico diseño del MacBook Air o los reconocibles formatos de los MacBook Pro o el Mac mini.
Con este último sí que hubiera arriesgado más, pero da igual: Apple sabe muy bien lo importante que es para sus usuarios no solo tener productos Apple, sino mostrar al resto del mundo que los tienen. Que no haya nada diferencial en el diseño de estos equipos parece ser una señal de que a Apple casi le avergüenza decir que esos equipos son diferentes.
¿Cómo es posible? Hablaré de eso más adelante, pero es que son diferentes. Muy diferentes. Lo son por ese corazón M1 que los gobierna y que hace que los requisitos en cuanto a formato y forma sean muy distintos a los que existían hasta ahora.

Tengo ganas de ver el despiece de estos equipos, pero el clip de presentación del MacBook Air ya mostraba cómo la placa base de estos equipos es una ridiculez y ocupa tan solo una fracción del chasis del equipo. Teniendo en cuenta que además este equipo en particular tiene un diseño fanless, esto es, sin ventiladores, podían haber jugado aún más con el diseño y hacer cosas locas.
O no. Podían haber hecho algo, cualquier cosa, por mínima que fuera. Quizás volver a iluminar el logo de Apple cuando los equipos están encendidos, quizás algún tipo de logo distinto con algún tipo de referencia a cómo este es un equipo con chips ARM de Apple... no sé. Algo. Quien se compre estos equipos no va a poder mostrarle al mundo que son de los nuevos, de los guays. Eso, creo, es una oportunidad perdida para Apple, que curiosamente sabe como ninguna otra empresa cómo diferenciar sus equipos para poder sacar pecho con ellos. Es inexplicable.
La primera generación de equipos es rácana
Los equipos que presentó Apple me parecieron marca de la casa. Y lo digo por la racanería, porque si en diseño esperaba algo diferencial, que hayan cometido estos delitos con equipos que son un cambio generacional es súper llamativo. O más bien, súper decepcionante.

Vayamos por partes:
- Como mucho, 16 GB: la nueva "memoria unificada" de Apple es interesante porque plantea un concepto similar al de las PS5 y las Xbox Series X, que comparten la memoria gráfica. Supongo que el concepto aquí es el mismo, pero el problema es que el tope por ahora está en 16 GB. No sé si por coste (no lo entiendo, a Apple no le tiembla el pulso para ofrecer opciones mayores y cobrarlas a precio de
orotinta de HP), pero que ni siquiera los MacBook Pro, que se supone están dirigidos a profesionales, se puedan ampliar a 32 GB es un poco un golpe bajo para muchos. Una lástima. - Nada de eGPU: no es algo especialmente relevante, pero aunque estos equipos tienen puertos Thunderbolt, éstos no permitirán conectar tarjetas gráficas externas (eGPUs). Me pregunto si esto es una señal más de que a Apple le sigue interesando bien poco entrar al mundo del gaming, un segmento que como ya dije se le escapa porque ella quiere.
- Touch Bar: seguimos con versiones obligatorias del MacBook Pro con la Touch bar, que yo creo que para mucha gente sobra pero que Apple se empeña en meter en el pack. Veo esto como la obsesión de Microsoft con Kinect. Si la gente no lo usa, no les hagas pagar por ello. Como mucho ofrécelo como opción cara y listo.
- Dos puertos: un MacBook Pro 13 con dos puertos me parece otra señal que este equipo tiene bastante poco de "Pro", y que en conectividad de nuevo podían haber hecho un esfuerzo. Es el MacBook Pro de los pobres, más bien, pero a la versión Intel de mayo le pasaba lo mismo, y para tener cuatro puertos tenías que ir a la versión superior, que también daba opción a subir a 32 GB de RAM.
- Webcam 720p: en Apple hablaron bastante de las nuevas capacidades de sus M1 para mejorar la calidad de imagen en videoconferencia gracias al nuevo ISP, pero las mejoras estarán solo en el software, porque seguimos contando con la misma webcam FaceTime HD 720p de los últimos años. No digo que no sea suficiente —es probable que se vea bastante bien—, pero hubiera sido un buen momento para dar un salto cualitativo también aquí.
- Pantalla táctil: esto dudo que lo veamos nunca, pero dada la ipadosificación de macOS que es patente en Big Sur, parecía plausible pensar en una potencial versión con pantalla táctil que hiciera más natural la interacción con esas apps de iPadOS que están soportadas en macOS. Como digo, difícil que algo así se vea en los MacBook porque eso le quitaría aún más sentido a los iPad/Air/Pro, pero oye, hubiera sido algo realmente curioso.
No todo son malas noticias, claro. Aunque hay elementos que desde luego desaconsejan la compra de esta primera generación de equipos, hay dos argumentos potentes para ir a por ellos. El primero, el rendimiento que ofrecen esos chips M1 de Apple, del que hablo más adelante pero que pinta a ser absolutamente prodigioso.
El segundo, la autonomía de la batería que proporcionan tanto el MacBook Air como el MacBook Pro. Sobre todo este último, que promete 20 horas de reproducción de vídeo. Eso es el doble que sus antecesores y mucho más que la inmensa mayoría de portátiles basados en Windows. Esa autonomía de batería es insondable, y como decía uno en el anuncio promocional, "dura más que las horas que estoy despierto en el día". Buena forma de expresarlo, diría yo.
Frente a esas promesas, eso sí, un peligro: el de que estéis ante un equipo en el que no podréis hacer todo lo que queréis, o no podréis hacerlo igual de bien. El mejor ejemplo es Photoshop, que no estará listo hasta el año que viene y que probablemente podáis correr de todos modos y sin problemas notables gracias a Rosetta 2.
Precisamente Apple habló muy poco de esa parte de la transición, aunque ya profundizó en ello en junio. Diría que tienen muy encaminado el tema, pero los early adopters serán como siempre víctimas de las prisas. Esta primera generación de producto es como digo rácana y sin duda dará algún que otro problema ahora que acaba de empezar la transición a los chips ARM de Apple, pero oye, si os decidís podréis decir que vosotros estuvísteis ahí :)
Los precios dan buenas (y malas) noticias
Más allá de la relevancia del procesador, hay una noticia sorprendente en este histórico cambio generacional: los nuevos Mac son (previsiblemente) mucho más potentes que sus antecesores basados en Intel, pero son también más baratos.
Lo resumía muy bien Antonio Sabán en su post de hoy en Applesfera, pero sobre todo en ese tuit que era resumen de unos precios que curiosamente dicen adiós al impuesto Intel pero de momento no dicen hola al no menos tradicional impuesto Apple.
Por supuesto, no todo son buenas noticias. Los precios para las versiones básicas son buenos respecto a sus antecesores basados en Intel, pero la cosa cambia cuando vamos cogiendo opciones porque, amigos míos, en temas como la memoria ya no hay sitio para ampliar el equipo con componentes de terceras partes (aunque esto ya era muy difícil en los MacBook).

De hecho la memoria unificada se convierte en la excusa perfecta para que Apple ponga el precio que se le antoje a esa mejora. Si como intuyo es memoria GDDR5 (o quizás GDDR6) está claro que es algo más cara que la DDR4 normal, pero ostras, 230 euros por 8 GB es una pasta.
Lo mismo con las unidades de almacenamiento: una unidad SSD WD SN550 M.2 NVMe de 1 TB cuesta en Amazon Alemania 112 euros (envío incluido). Cuánto cobra Apple por la que llevan los MacBook Air? 460 euros (más el coste de la básica de 128 GB). Que sí, que igual el rendimiento es algo mejor (pero no muchísimo mejor, la de WD llega a los 2.400 MB/s) y el formato será distinto (no creo que sea 2280), pero seguro que me seguís. Esto es un poco aplicación del eterno modelo de la maquinilla y las cuchillas de afeitar: el paquete básico te sale barato, pero como quieras ampliarlo, te crujen.

Dicho lo cual, oye, bien por esos precios de partida. Que sean mejores que los que Apple ofrece en sus equipos con Intel es una estupenda noticia. Una, además, sorprendente.
El procesador que lo cambia todo
Por encima del debate sobre el diseño —que suele generar bastante polémica y que es totalmente secundario— está lo que los hace realmente diferentes, y ese es el chip M1 de Apple, un verdadero prodigio si efectivamente cumple todo lo que promete.

Y lo que promete no es poco. El triple de rendimiento en CPU de la generación anterior (aún basada en los micros de Intel), y cinco veces el rendimiento de la GPU, por no hablar de una autonomía que deja a mucha distancia a la competencia actual. Hasta 20 horas de reproducción de vídeo en el MacBook Pro de 13, por ejemplo.
Las promesas son espectaculares, y uno podría decir aquí que Apple se está tirando el pisto. Pues no, queridos lectores. Puede que de hecho esté tirando por lo bajo. El espectacular reportaje de AnandTech publicado ayer lo deja claro: estamos ante unos procesadores que dejan atrás a lo mejor que tienen tanto Intel como AMD.
Atentos, porque he hablado de que dejan atrás a TODO lo mejor que tienen esas dos empresas. No hablo de procesadores para portátiles, no. Hablo de cómo el chip M1 de Apple previsiblemente supera tanto al Core i7-1185G7 para portátiles como, atención, al recién presentado AMD Ryzen 9 5950X para PCs de sobremesa, que solo en casos puntuales muestra su poderío.

En el análisis ni siquiera podían probar un M1, claro, y para esas gráficas hicieron uso de un Apple A14 Bionic en el que teóricamente está basado el M1. Que ese chip muestre ese poderío ya es alucinante, pero es que el M1 debería ir incluso más allá.

El análisis de AnandTech se completaba con gráficas como esta en la que quedaba bastante claro cómo este procesador lograba dejar bastante en ridículo a la competencia de Intel en el mundo de los PC (no está el Ryzen 9, pero andaría un poquito por encima del A14).
Es un logro asombroso, uno que a mí me hace pensar que la era de Intel y AMD en el escritorio podría tocar a su fin. Marco Arment, célebre desarrollador, lo expresaba bien en ese tuit en el que simulaba la reacción de Intel ante este anuncio, y creo que no anda desencaminado. Si yo estuviera en la piel de alguna de estas dos empresas, estaría muy preocupado.
Por supuesto el de AnandTech es un análisis delicado, sobre todo porque todo son estimaciones y elucubraciones: si el M1 no es similar al A14 esos datos se caen, pero no hay razón para pensar que no lo sea. Como digo, lo normal es que sea una versión algo más potente gracias al pequeño margen de maniobra que dan los chips de portátiles frente a los de los móviles. El TDP es barrera absoluta del rendimiento de un microprocesador, y aquí yo diría que Apple no ha querido pasarse: que exista un MacBook Air fanless lo deja bien claro.
De hecho me escama esa diferencia entre el procesador básico del MacBook Air con 7 núcleos en la GPU y el del MacBook Pro o el Mac mini con 8 núcleos en la GPU. Apple no habló en ningún momento de distintas versiones del M1, pero yo incluso me la jugaría y diría que el M1 no es un procesador, sino una familia de procesadores.
Es como cuando Intel presenta su familia Tiger Lake: no lo hace con un solo procesador, sino con variantes que ofrecen distintos TDPs y distintas configuraciones de núcleos y frecuencias de reloj o de EUs para la GPU. Si estoy en lo cierto, el M1 del MacBook Air será distinto del M1 del MacBook Pro 13" y también distinto del del Mac mini.
Esa idea tiene sentido aun sin que sean versiones con nombre propio. Teniendo en cuenta que el MacBook Air tiene refrigeración pasiva uno esperaría que 1) su chip M1 funcione menos rápido, o 2) si funciona igual de rápido, lo hace muy poco tiempo y enseguida se pone en marcha el throttling y la potencia se vea limitada para evitar sobrecalentamientos.
Eso no es (tan) necesario en el Mac mini y el MacBook Pro 13 porque en ambos productos hay un ventilador. Apple, insisto, no dio detalles de la frecuencia de reloj a la que trabajan esos equipos, pero seguro que muy pronto desvelaremos este misterio.
Espera, que solo hemos visto el M1 en portátiles
En el último punto del análisis de AnandTech los responsables de ese texto iban un poco más allá, pero no eran los únicos al hablar no ya del M1, sino de lo que viene detrás.

Y lo que viene detrás será aún mejor en rendimiento. Apple afirmó que "el M1 es el procesador más potente del mundo", sin más. Sin añadir anexos como un "para portátiles" o algo por el estilo. El más. En general. Eso quiere decir que o bien lo que han analizado en AnandTech con el A14 está sensiblemente por debajo del rendimiento del M1, o bien que este chip tiene variantes aún mejores.
Creo que la respuesta es una combinación de ambas cosas. El M1 probablemente sea superior al A14, pero además creo que, como decía, esto es más bien una especie de familia de chips con distintas frecuencias de reloj, voltajes y configuraciones de núcleos para la CPU y la GPU.
Eso cobraría sentido si tenemos en cuenta que Apple integra ya la memoria principal como parte del paquete. El M1 es solo el principio porque está destinado a portátiles "modestos", y eso significa que nos esperan un iMac, un MacBook Pro 16 y sobre todo un Mac Pro con chips con mucho más margen de maniobra.
Es de cajón. Los procesadores de los ultraportátiles no suelen tener TDPs mayores de 15 W, y se habla de que el M1 ronda los 10 W. Ese, os lo aseguro, no será el TDP que Apple maneje en los chips del MacBook Pro 16, más voluminoso y por tanto capaz de refrigerar mejor un chip más potente y con mayor consumo. No hablemos ya del iMac y sobre todo del Mac Pro.
Quizás a la vuelta de la esquina esté el chip M2 o quizás el P1. Uno que en lugar de 8 núcleos para la CPU y 8 para la GPU tenga el doble y que permita que todos funcionen a mayor frecuencia de reloj. Las cuentas salen, y si un chip M1 de 10 W logra superar al Ryzen 9 5950X de 105 W, imaginad lo que puede hacer Apple con un chip de 45 W (como los Core i9-9980HK de los MacBook Pro 16 de mayo de 2020) para los MacBook Pro 16, o uno de 95 W o 105 W como los más potentes de Intel y AMD para PCs de sobremesa.
Puede ser la locura.
De hecho no puedo imaginar qué puede pasar ahí, porque si la mejora es proporcional al consumo, estaríamos ante procesadores que saltarían varias generaciones lo que tienen ahora tanto Intel como AMD, que probablemente tardarían uno o dos años como mínimo en llegar a algo así. Los 5 nanómetros de los M1 ayudan mucho, sin duda, pero también lo hace una arquitectura que si cumple con lo esperado plantea un cambio radical no ya en los Mac, sino en los PCs que manejamos a diario.
Igual me estoy flipando —en ExtremeTech eran hoy bastante más escépticos respecto al rendimiento del M1—, pero pronto sabremos qué podemos esperar de estos equipos: en una semana los tendremos en manos de los usuarios (supongo que los análisis también aparecerán la semana que viene) y será entonces cuando empiece la fiesta.
La de Apple, claro. Para Intel (y AMD) esto podría ser más bien un velatorio.