Distrohoppingtosis: Fedora 25

Últimamente estoy volviendo a usar (un poquito) Linux, y eso de querer ver si logro hacer funcionar el Dell UP2715K con este sistema operativo me ha dado la excusa perfecta para darme una vuelta por algunas distribuciones que tenía perdidas.

Hoy era la oportunidad de Fedora 25. De hecho probé primero con una alpha de Fedora 26 que me dio kernel panic y que no llegaba a iniciarse ni en modo prueba, así que fui a la apuesta segura y tras bajar la imagen ISO y preparar el pendrive con Rufus comencé la instalación. Tenía un poco olvidado a Anaconda, y la verdad es que tardé en encontrar la forma de particionar como yo quería: el asistente pasa de mostrar las particiones Linux, o al menos no lo hace de serie, es curioso. Tuve que borrar la partición que tenía con Ubuntu 17.04 Beta desde una terminal fdisk y crear una partición tonta NTFS para luego "reclamar" ese espacio. Qué raro.

Dicho lo cual, la instalación sin problemas y el primer pantallazo esperanzador. Fedora 25 hace uso de Wayland y no de X.org, algo que podría tener su aquel para el soporte del monitor 5K. De momento no lo logra, y de hecho pasa lo de siempre: detecta dos monitores distintos en lugar de combinarlos para ofrecer la resolución buscada. Aquí, como decía, hay más esperanzas, porque xrandr tira y permite saber qué está viendo el servidor de ventanas, algo que abre la puerta a poder configurar ese soporte para las 5K:

Al final he tenido que poner las dos pantallas en modo espejo porque las aplicaciones se lanzaban en el escritorio "invisible" y no podía moverlas al que sí que veo, qué cosas. No he jugado mucho más con el tema porque no he tenido demasiado tiempo, pero llevo todo el día currando con Fedora como entorno de trabajo.

Antes he instalado lo básico: Slack, Chromium (de momento sigo manejándome mejor que con Firefox), y el cliente de Spotify que eso sí, hace que acabes bajándote cerca de 400 MB de dependencias. También he tenido que instalar Gimp (qué tiempos, hacía años), y alguna cosilla más que ha demostrado lo oxidado que tenía mi manejo de Fedora: seguía acudiendo a yum en lugar de dnf como gestor de paquetes, qué cosas.

Al final, como digo, muy buenas sensaciones tras usar la distro en modo 2.560 x 1.440 píxeles durante lo que llevo de día. He tenido que hacer algún cambio más con el dconf-editor (como que el gestor de tareas Alt+Tab cambie entre ventanas, no entre aplicaciones) para estar más cómodo, y en esencia todo ha ido muy bien, aunque claro, tampoco he hecho nada raro.

Lo que sí que me ha quedado claro es que sigo siendo un hombre GNOME. Qué limpito y qué apropiado todo. El centro de software no está mal, aunque no entiendo por qué no ponen la caja de búsqueda como parte fundamental de su interfaz de usuario. Es lo primero que va a hacer el usuario siempre, mucho más que pinchar entre los disponibles, en fin.

Por lo demás, Fedora 25 es desde luego estupenda. De hecho casi ni he notado que estuviera en Linux, algo que lógicamente sí que comenzaría a dar algún que otro problemilla a la hora de trabajar con aplicaciones propias de entornos Windows que utilizo a menudo (Office, Photoshop). Todo es solucionable, desde luego, pero hoy por hoy queda vuelve a quedar claro que para usuarios normales que no tengan que hacer cosas raras este tipo de distros son una pequeña maravilla.

Bien por Fedora, a la que le tenía un poco perdida la pista. Creo que voy a dejarla instalada una temporadita, a ver si trasteando un poco con Wayland puedo solucionar el tema de las 5K. He preguntado en los foros de Fedora, pero de momento nadie comenta. Crucemos dedos.