Dell XPS 13 y la importancia del “si funciona no lo toques”

Seguro que muchos leísteis aquella historia de terror en la que mi Dell XPS 13 apareció un buen día con ganas de darme la lata. Aquel problema acabó solucionándose, y lo cierto es que desde aquella reparación en septiembre de 2016 no he vuelto a tener sustos al respecto. También soy más cuidadoso, porque por ejemplo no hago uso del modo de suspensión que fue el causante del problema original.
Desde entonces reconciliación total con el equipo —y hasta con la marca, ya sabéis que compré el monitor Dell UP2715K y soy feliz—, que hoy por hoy creo que sigue siendo de lo mejorcito que hay en el mercado para quien busque un portátil puro. Es cierto que la webcam está en un sitio horroroso, pero la habré usado unas cinco veces en todo este tiempo. Además tampoco es que me llame mucho la atención usarla, y tengo una bonita minipegatina de una estrella de mar —cortesía de mi hija— tapándola para evitar que algún avispilla me vea a través de ella sin que me dé cuenta. Quizás me oigan, pero ver, lo que se dice ver, no ven nada.
Durante este tiempo he podido probar y analizar otras máquinas por trabajo y por ocio. Hablé aquí por ejemplo del Chuwi Laptop, un equipo de lo más llamativo por unos 250 euros (ahora mismo está a 237 euros en GearBest con el cupón cybermonday83) que incluso tenía un buen teclado (sorpresa), aunque quizás demasiado modesto. Más allá están esos Xiaomi Mi Notebook Air de 13 pulgadas que por fin pude probar en directo y, ya en plan repara, los Xiaomi Notebook Pro que no he tocado pero que son muy tentadores y ofrecen aún más potencia. Y que conste que he probado de todo últimamente, incluidos el Surface Pro (5), el Surface Laptop o el HP Envy 13 y sigo creyendo que esas dos alternativas enlazadas son más interesantes hoy por hoy para muchos usuarios.


Sea como fuere, está claro que esas alternativas son muy atractivas, pero en Dell han sabido fidelizar a los usuarios: han mantenido un formato casi perfecto (salvo por lo de la webcam) y han ido actualizando prestaciones y hardware. Hoy en día tenemos dos variantes: los XPS 13 (9360) convencionales, y los XPS 13 2 en 1 (9365), que se apuntaron a la moda de los convertibles. En ambos casos las prestaciones son muy llamativas, y en una reciente renovación tenemos los micros Core i7-8550U (lo más de lo más), además de mejores unidades SSD o ese puerto Thunderbolt 3 que da mucho margen de maniobra si queremos conectar alguna eGPU, una opción que personalmente me atrae bastante.
En The Verge hoy su redactor, Dan Seifert, probaba precisamente uno de estos modelos en los que Dell ha mantenido el formato y ha cambiado el interior. Hasta tienen opción con lector de huella (25 dólares más, no sé por qué no la incluyen en todos por defecto), y mantienen cosas importantes para mucha gente como el lector SD. Es un portátil que ya era estupendo entonces y que ahora es mejor. ¿Qué nota le dan en ese mini-análisis?
Un 7,5.
¿La razón? Que no es muy ligero, que la webcam está horriblemente colocada y, atención, que "ya es hora de un nuevo diseño".
Qué estupidez.
¿Por qué hay que cambiar el diseño del Dell XPS 13? ¿Por qué cambiar lo que funciona? Estoy de acuerdo en que solucionar el problema de la webcam sería interesante, pero este portátil no necesita un rediseño, sino tan solo esa modificación. En los comentarios del tema los lectores parecen coincidir con mi opinión, y muchos argumentan que otros productos (Apple, guiño, guiño) no cambian de diseño durante años y eso no hace que pierdan valor, al menos para los redactores de ese medio, que parecen quitarle 2,5 puntos a un equipo casi perfecto solo porque están aburridos de su diseño. Eso sí, si otros solo incluyen puertos USB-C, sin más opciones, y añaden una Touch Bar de discutible utilidad, les ponen un 7,6 (al de 13 pulgadas) y un 8,2 (al de 15). Esos equipos no solo son mucho más caros que el Dell: uno pierde demasiadas cosas por el camino.
Es como lo del MacBook Air. El que yo considero como uno de los mejores portátiles de todos los tiempos por formato, construcción y sensaciones, y no han sido capaces de actualizarlo como es debido. Es una verdadera tragedia (tecnológica). Os aseguro que si Apple sacara una versión con pantalla Retina y un hardware un poco más acorde con los tiempos, y no de hace dos años, me plantearía seriamente volver al redil. Pero no. Con las opciones actuales, ni de blas.
Así pues, una vez más nos encontramos con esa necesidad artificial de cambiar algo que funciona. A ver, que yo soy tan fan como el que más de productos que evolucionan tanto en su forma como en su fondo, pero es que el Dell XPS 13, como tantos otros productos, no tiene apenas fisuras en el ámbito del diseño. Lo más gracioso es que da igual que yo piense (o pensemos) que no necesita un rediseño, porque pronto lo habrá.

Varios medios publicaron hace unas semanas las imágenes filtradas del que será el nuevo Dell XPS 13, que aparecerá en un curioso color blanco como una de las opciones, y en el que además destaca la nueva posición de la webcam, que sigue abajo (argh) aunque esta vez la hayan centrado. Por lo que dicen en Forbes hay un cambio importante en los materiales, y pasamos de la fibra de carbono del modelo actual a una especie de "tejido de vidrio" que incluso apuntan a que está destinado a atraer al público femenino. De primeras el aspecto no parece malo, pero esa atención a los materiales y a los acabados podría volver a ser la condena de un equipo que como decía ya era prácticamente perfecto en forma y fondo. Démosle una oportunidad, pero así de primeras ese cambio me da un poco de miedito, sobre todo porque el tacto de la fibra de carbono era más "cálido" que el del tradicional aluminio que se usa en la mayoría de equipos.
Me da que me van a destrozar el Dell XPS 13, y eso me mata. Parece que nadie hace caso ya al "si funciona no lo toques".
Qué lástima.