De iPads, iPods y iMovies
Apple siendo Apple. Ese es básicamente es el resumen de lo que pasó el martes cuando de repente se sacaron de la manga -cero filtraciones, oiga- el nuevo iPod touch de 2019. Un refrito absolutamente rácano salvo -que se sepa- por la presencia de un procesador majete, el Apple A10 Fusion, y la opción de comprarlo con hasta 256 GB de capacidad, que como opción mola pero no al precio que lo vende Apple.
A mí el iPod touch me parece el último exponente de esa filosofía cookiana de la decepción. Da igual lo que esperes, porque te vamos a defraudar, que diría el bueno de Tim.
Este producto está anclado en el pasado en casi todo. Han reutilizado el último iPod touch de hace 4 años con su diseño, sus materiales, su pantallita de 4 pulgadas (manda narices) y atención, hasta su toma de auriculares, esa que los de Apple decían que no valía para nada. Excepto cuando permite ahorrar costes, claro, porque eso es lo que es el iPod touch: un producto tacaño que permite ahorrar costes y maximizar (una vez más) el margen de beneficio.
Me imagino a Tim todas las noches antes de acostarse pensando en eso. "A ver de dónde leches puedo exprimir un poco más de pasta". Qué visión tan fabulosa a nivel empresarial. Y qué lamentable cuando eso acaba siendo lo único que importa.
Pero ahí está el iPod touch, magníficamente rácano e imperfecto. Y a su vez, a su manera, tan acertado.
"¿Acertado? A ver, aclárate Javipas". Pues sí. Es acertado porque es el dispositivo con iOS más asequible de Apple (que no es lo mismo que decir que es barato) y porque resulta que nada más salir ya tiene unas cuantas novias.
Lo explicaban muy bien en AppleInsider, donde apuntaban a que el iPod touch es una buena alternativa para:
- Niños: los papás del mundo pueden olvidarse de pagar una SIM y acceder a toda la magia de iOS y su App Store. Esto es clave teniendo en cuenta que se acerca Apple Arcade, el servicio de suscripción de juegos para iOS y macOS.
- Empresas: como terminal punto de venta (para coger pedidos, etc), puede ser una alternativa para el segmento hostelero, por ejemplo, pero también lo veo en mensajería, en logística y en otros sectores industriales que necesiten de un dispositivo pequeño, medio asequible y que funcione bien. Y iOS funciona bien si te ciñes a lo que te deja hacer Apple, claro.
- Smart Home: no sé cuánta gente lo usará en ese ámbito pero es cierto que puede ser un buen mando universal para el hogar conectado. Aquí le veo menos sentido porque si has metido domótica en tu hogar que sea compatible con HomeKit seguramente ya tengas un iPhone para controlarla, pero ok.
- Reproductor musical: esta opción es un poco absurda porque quien quiere un reproductor ya lo tiene en su móvil y si quiere algo más no va a ir a un iPod touch, sino a uno dedicado tipo FiOS. Decía yo ayer que además con el iPod touch pierdes buena parte del encanto de la fiebre por el streaming de audio que lo domina todo hoy en día. Puedes bajarte listas de reproducción en offline, claro, pero no es exactamente lo mismo.
- Desarrolladores: minipunto y punto para los de Apple Insider por fijarse en este punto. Efectivamente este puede ser un dispositivo "barato" con el que poder hacer todo tipo de pruebas de sus desarrollos.
Evidentemente puede no ser perfecto para ninguno de esos públicos, pero hay que reconocer que tiene su aquel. En CNET hacían una curiosa crítica con un artículo titulado '7 things to buy instead of the new iPod Touch', y las ideas de esos productos en los que gastarte más o menos ese dinero eran llamativas.
Y sin embargo, insisto, al iPod touch le veo más menene del que podría haberle visto hace unos meses. La razón en mi caso es personal y tiene nombre:
iMovie
Mi hija Lucía descubrió iMovie hace tiempo gracias a su prima mayor, que tiene un iPad y entre otras cosas lleva tiempo manejando iMovie para hacer pequeños tráilers con sus primos. Si conocéis un poco iMovie seguro que coincidiréis conmigo: el resultado es sorprendente incluso poniendo cuatro chorradas, y la pequeña Lucía lleva tiempo raptando el iPhone o el iPad de algún amiguito, amiguita, padre o madre cercanos cuando tiene ocasión para hacer sus pinitos.
¿Qué ha pasado al final? Pues que aunque reniegue de los tablets en general y de casi todo lo de Apple en particular, en casa hemos caído un poco en sus redes. El Campeonato de España de vestidos, banquetes y viajes La comunión de Lucía fue hace muy poco, y entre los regalos cayó un iPad.
Así es. Hay un iPad en casa. Pero es lo que hay, una tableta que le han regalado básicamente para que sea feliz con iMovie y que -esperamos- sirva para que juegue a juegos que la hagan pensar. De eso, claro está, ya nos encargaremos nosotros, porque me temo que el control sobre la tableta será férreo y ya veremos si la dejamos tocarla más allá de un ratito los fines de semana, que no creo. Al menos, de momento.
Lo curioso es que lo mismo que hemos resuelto con el iPad lo hubiéramos resulto con este iPod touch aunque en formato mini. Creo que entre ambos dispositivos el iPad es mucho más completo para estos escenarios -mayor pantalla, compatible con el Apple Pencil para un futuro-, pero incluso barajé la opción de comprar algún viejo iPhone 5s o 6 cuando estuvimos planteando ese regalo tecnológico. El iPhone SE también molaba, pero era más caro y no necesitábamos ni queríamos las opciones de un teléfono de momento.
Así que ahí lo tenéis: iMovie es una razón tan buena como cualquier otra como para acabar comprando un iPad de Apple. O un iPod touch. O cualquier otro. Y ahí está el secreto de Apple: en ir dando razones chorras, casi estúpidas, para que utilices esas cosas que funcionan tan bien en apartados que de otro modo no tendría sentido comprar. Se están dando cuenta de ello, claro, y por eso están impulsando unos servicios que te meten en ese maravilloso esquema que tanto le gusta a Tim Cook. Si no tienes un iProducto no puedes disfrutar de iMovie (por ejemplo), así que iMovie impulsa las ventas de los iProductos, y los iProductos impulsan más y más servicios que para más INRI comienzan a ser de pago.
Brillante, salvo por un detalle: a Apple no le costaba tanto hacer un iPod touch decente en 2019. Pero quizás hubiera ganado menos dinero, y eso, claro, es inaceptable. Mal. Muy mal fatal.