Chrome vence y convence
El navegador de Google fue una de las gratas sorpresas de 2008: su concepción es otro de los ejemplos de que no todo está inventado aun cuando así lo parece -el mercado de los navegadores andaba un poco soso- y su popularidad está creciendo a marchas forzadas.

Lo demuestran las cifras de NetApplications, una empresa que se dedica a estudiar el mercado de los navegadores gracias al registro de la actividad de millones de páginas web. Esos datos permiten confeccionar unas estadísticas en las que mes a mes vemos cómo se comportan los distintos sistemas operativos y navegadores actuales. Y Chrome se está poniendo las botas.
En el año 2009 nuestro protagonista consiguió ganar 4 puntos porcentuales, del 1,52% al 4,63%. Un cálculo rápido indica que Google Chrome creció por lo tanto más de un 300%. Para poner esos datos en perspectiva, podría señalar que Internet Explorer (en todas sus versiones) pasó del 69,72% de cuota al 62,69% (perdió 7 puntos porcentuales) o que Firefox pasó del 22,11% al 24,61% (ganó 2,5 puntos porcentuales).

Ese crecimiento ha sido justificado, pero es que parece que el fenómeno Chrome sólo está comenzando: el reciente anuncio del soporte de las extensiones para Chrome es una excelente noticia para todos los que usamos este desarrollo, y cada día que pasa ese número de extensiones crece más y más. Así que podemos esperar un crecimiento aún más rápido de la cuota de mercado de Chrome en los próximos meses: ya es el tercero en cuota tras IE y Firefox, adelantando a Safari.
Lo demuestra la noticia que ha originado este post. En TechCrunch leíamos ayer que el creador de Greasemonkey ha creado una versión de esta extensión para Google Chrome. Para quienes no la conozcan, Greasemonkey es en realidad una metaextensión, una especie de catalizador que hace que podamos juguetear prácticamente con cualquier página web y servicio de Internet gracias a la potencia de JavaScript. Y hay más de 40.000 de esos scripts disponibles que ahora no serán exclusivos de Firefox.
Es una prueba más del interés que está generando Chrome. Firefox es un proyecto fantástico, uno de los mejores referentes del mundo Open Source, pero su ciclo de desarrollo está sufriendo algún que otro revés en los últimos tiempos -versiones retrasadas constantemente, mejoras poco destacables en las últimas ediciones- y Chrome está aprovechando su momento -no solo en netbooks- y, sobre todo, el apoyo del gigante Google.
Vamos, que mantengo lo que dije. Tiembla, Firefox. Y aún digo más. Tiembla, IE.