Sobre las charlas TED y la neutralidad en la red
He tenido un par de días especialmente ocupados en los que he dedicado muchas horas a publicar estas 6.500 palabras sobre las charlas TED. Mi texto es en realidad un complemento de la fantástica reflexión de Antonio de ayer, ‘TED, elogio y refutación del conocimiento pop en dosis ligeras‘ (me encanta el título), un análisis perfecto con el que coincido al 100%. Uno termina de ver una charla TED y, le guste más o menos, de repente tiene la sensación de saberlo todo sobre ese tema. Eso, por supuesto, es una ilusión, así que la idea con mi parte era la de trasladar no solo algunas reflexiones interesantes sobre el futuro, sino de complementarlas con libros y algún que otro recurso web que permitan ahondar en esos temas. Que es, creo yo, lo que deberían hacer en TED y TEDX: no quedarse en las charlas, sino ofrecer a los espectadores la posibilidad de llegar un poco más allá si lo desean.
Toda esta parrafada era inevitable: el texto me ha costado sangre, sudor y lágrimas -que yo recuerde, es el que más me ha costado de lo que llevo en Xataka- y me ha impedido cubrir muchas cosas importantes que han ocurrido este par de días. A algunas he llegado de refilón -tenemos evento Apple el 9 de marzo, adivinad quién estará al pie del cañón- y a otras ya no tenía ni fuerzas de llegar. Es el caso de una noticia especialmente notable: el de la FCC y su apoyo a la neutralidad en la red, algo que evita una futura Internet de primera clase e Internet de segunda clase (etcétera) y que hace que el acceso a la información no pueda priorizarse en base a intereses y, por supuesto, a los dineros que mueven el mundo.
En Ars Technica explican con bastante detalle lo que ha pasado en Estados Unidos -la reseña de Vox parece también bastante completa, y como siempre tenemos debate en Hacker News-, un país en el que la FCC tiene un poder asombroso (y peligroso) en estos temas y que era la que determinaría en último término el futuro de este mercado. Esto tiene consecuencias, claro: habrá demandas y los proveedores de Internet protestarán -ellos pierden con esta medida- pero lo importante es que los usuarios ganan.
Y aún así, se me escapa un poco el alcance de esta decisión porque como dije en el pasado, a mi la neutralidad en la red me parece un concepto confuso: igual aquí estoy completamente equivocado, pero me parece razonable que quien quiera un mejor acceso a los datos, más rápido (no sé si llamarlo prioritario) pague más por ello. Es la filosofía que se aplica en el capitalismo en el que estamos inmersos, y funciona. Aquí es donde entra -creo- esa recalificación a “utilidad” que iguala Internet con recursos como la luz, el agua, la educación o (eso no en Estados Unidos) la sanidad. Todo el mundo tiene derecho a ellos, pero luego hay quien además puede pagarse una luz más brillante, un agua más pura, una educación más completa o una sanidad más… ¿rápida?
Lo que está claro es que el tema de la neutralidad en la red tiene muchos flecos que se me escapan. La Electronic Frontier Foundation no ha publicado nada “a lo grande” aún, pero sí ha indicado en Twitter que esta es una “victoria parcial”. Tal y como estaba la cosa hace unos meses, yo diría que esto es más que una victoria parcial, pero aún así, veremos.