Así queda el cargador del MacBook Air (Late 2010) tras cuatro años de uso
Esta mañana publicaba una foto en Twitter sobre el lamentable estado en el que ha quedado el cargador del MacBook Air (modelo de finales de 2010) tras usarlo para recargar tanto ese modelo como el del mediados de 2012 que compré año y medio después. Como varios han contestado a ese tuit, he decidido comentar aquí el tema de forma extendida. Para empezar, la foto:


Disculpad la calidad, pero es una foto tomada con un LG G que no da ya mucho más de sí. Sea como fuere, el cargador ya llevaba un tiempo amenazando con acabar de esta forma. Uso tras uso veíamos como esa parte con ese sospechoso marrón tostado se iba haciendo más grande, pero también cómo inexplicablemente el aislamiento iba fallando.
Hoy hemos abandonado la lucha: la mayoría de los hilos que rodean al cable central -que sigue protegido, o eso parece- ya estaban totalmente desmembrados de la fuente de alimentación, y obviamente el proceso de carga era ya más bien peligroso.
Durante todo este tiempo le hemos dado al cargador un uso absolutamente normal. Yo diría que usarlo para cargar nuestros MacBooks es un uso normal, vaya. Mi cargador original del MBA de 2012 está guardado pero sin usar mucho, porque con uno solo íbamos alternando gracias al adaptadorcito del conector MagSafe de ambos modelos por el que Apple nos sopló unos fantásticos 10 euros.
El tema no me dolería tanto si no fuera porque hace unos días publiqué en Xataka Móvil "Yo que tú no compraría cargadores USB baratos", un artículo basado en un concienzudo estudio de un ingeniero eléctrico que demostraba cómo los cargadores originales son mucho más recomendables que las ¿burdas? copias que encontramos en muchas tiendas online chinas.
Uno esperaría de Apple que sus dispositivos y accesorios duraran toda la vida. Pagas un precio que precisamente justifica esa expectativa, y la cosa se pone especialmente interesante cuando uno tiene que pagar 79 euros por un adaptador de corriente. Que sí, que puede que sea una obra de arte de la ingeniería -no recuedo dónde vi un artículo que ponía a estos cargadores por las nubes-, pero si realmente lo es, ¿por qué ocurren estas cosas? No soy el primero ni el último al que un cargador de 80 euros para un portátil de más de 1.000 se le quema por el mero hecho de usarlo, algo absolutamente inexplicable para mi.
¿Mi solución al problema? Obviamente, pedir un nuevo cargador para poder seguir cargando el MacBook Air de 2010. Pero cuidado, no el de Apple, que como casi todos los accesorios de la empresa tiene un precio desorbitado.
En lugar de eso prefiero acudir a accesorios compatibles y con garantías. Hay varias tiendas que tratan de ofrecer alternativas válidas a muchas de las propuestas de Apple, y entre ellas están las que fabrican cargadores compatibles con sus MacBook.
Entre ellas están por ejemplo tiendas como iLevante, que tiene un catálogo muy variado de componentes y accesorios para dispositivos de Apple y que desde luego tiene cargadores para el MacBook Air perfectos para solventar problemas como el que he tenido yo, y que demuestran que la empresa de Cupertino no es ni mucho menos infalible.
Muy mal Apple. Muy mal.