Burbuja

Veamos.
- Bloomberg: Amazon se convierte en la primera empresa pública del mundo en perder un trillón (notación corta) de dólares en valor de mercado.
- CBS News: El valor de Meta se ha reducido en 700.000 millones de dólares. Wall Street lo llama un "descarrilamiento".
- Xataka: Las grandes tecnológicas vienen de una fiesta que ha durado más de una década. Ahora llega la madre de todas las resacas.
Son solo tres pequeños ejemplos de los titulares que estamos viendo en las últimas semanas. Las empresas más importantes del mundo siguen siendo las Big Tech (ocho de las diez primeras lo son, tanto en 2021 como en 2022), y lo curioso es que a pesar de esos titulares tan llamativos, en esta tabla no parece haberles ido tan mal a la mayoría (salvo a Meta).
2021 | 2022 |
Apple (2,53T) | Apple (2,65T) |
Microsoft (2,26T) | Saudi Aramco (2,33T) |
Alphabet (1,93T) | Microsoft (2,10T) |
Saudi Aramco (1,87T) | Alphabet (1,54T) |
Amazon (1,76T) | Amazon (1,42T) |
Facebook (1,06T) | Tesla (910B) |
Tesla (740B) | Berkshire Hathaway (644B) |
Berkshire Hathaway (648B) | NVIDIA (457B) |
TSMC (628B) | TSMC (456B) |
Tencent (617B) | Meta (449B) |
Pero esa tabla engaña un poco. El crecimiento de todas estos gigantes parece haberse detenido y varias de ellas han visto cómo su valoración bursátil caía de forma notable estos últimos meses, pero que ellas caigan "un poco" —Meta es bastante más que un poco y huele a muerto— ya es muy mala señal. La otra es aún peor.
Lo contaba David Heinemeier Hansson (DHH), creador de Ruby on Rails y máximo responsable de Basecamp y del servicio de correo electrónico HEY. Hablé de él en "Lentejas" debido a su particular guerra con Apple, y la verdad es que este chico dice cosas muy interesantes sobre la industria.
La última, como decía, es la de un artículo titulado "La burbuja ha explotado para las empresas de software sin beneficios", y en él pone ejemplos de empresas de software que tenían una valoración de mercado absurda para lo que realmente hacen.
Está por ejemplo Asana, que perdió 285 millones de dólares en 2021, 210 en 2020 y 118 en 2019. En este 2022 se estima que perderá otros 370 millones de dólares. Sus acciones están por los suelos (caída del 87% en un año) y como dice DHH "¡hacen jodidas listas de tareas!"
No está sola. Monday.com —gestión de proyectos— perdió 126 millones de dólares en 2021, 149 en 2020 y 90 en 2019. Se espera que pierdan otros 170 millones en 2022. Sus acciones han caído un 78% este año.
Con Smartsheet —hacen lo mismo—, más de lo mismo. Perdió 170 millones en 2021, 120 en 2020 y 103 en 2019. Para 2022 se esperan unos 222 millones de dólares de pérdidas. Las acciones están perdiendo un 62% en lo que va de año.
¿Por qué ha elegido DHH esos ejemplos? Probablemente porque compiten con su Basecamp. Aquí DHH presume de haber gestionado mucho mejor las vacas flacas: cofundó 37signals (matriz de Basecamp) durante la anterior burbuja de las puntocom, pero lograron sobrevivir y crecer de forma "aburrida". Han logrado convertirse en un referente sin acudir al capital riesgo porque su idea era la de evitar esas ayudas y mirar a largo plazo. Ese es al menos el discurso de este emprendedor, y tanto si es honesto como si no, la realidad es la que es: en cierta forma, estamos en una especie de nueva burbuja de las puntocom.
La están sufriendo las Big Tech, como decía al principio, pero sobre todo la están sufriendo esas empresas que hacían "jodidas listas de tareas" y lograban rondas de inversión asombrosas. Airtable (conectores de aplicaciones y servicios) ha levantado un total de1.400 millones de dólares y tiene una valoración de 12.000 millones. Notion (¡un jodido bloc de notas supervitaminado!) tiene una valoración de 10.000 millones.
Hay muchos más casos. Uno se da una vuelta por esta lista y puede sacar sus propias conclusiones. Grammarly (¡un jodido corrector ortográfico!) tiene una valoración de 13.000 millones de dólares. OpenSea (¡un jodido mercado de compraventa de NFTs!), 13.300 millones. Discord (¡un jodido chat!), 15.000 millones. Canva (¡un jodido Paint supervitaminado!), 40.000 millones.
No sé. Esas empresas pueden estar bien, seguro, pero no tanto para valer 13.000, o 15.000, o 40.000 millones de dólares. No puede ser que valgan casi tanto (o más) que, yo qué sé, LG (18.910 millones de valoración bursátil), Carlsberg (¡Carlsberg!), 19.120 millones), Telefónica (26.000), Xiaomi (43.100 millones) o Adidas (46.130 millones).
Es flipante. Que sí, que Marc Andresseen dijo aquello de "Por qué el software se está comiendo el mundo", pero en algunos casos la cosa parece ridícula. Que estamos hablando de (jodidos) blocs de notas, correctores ortográficos, listas de tareas o programas de dibujo, por Dios. Venidos a más, útiles para ciertos escenarios, seguro, pero... ¿tanto?
Pues igual no, y el mundo está empezando a darse cuenta. Igual todo esto estaba inflado como decían algunos analistas. O quizás este tortazo que se están pegando muchas sea tan solo un efecto colateral de la pandemia, la inflación y la Guerra de Ucrania.
Habrá que ver, eso sí, si el efecto colateral no acaba con algunas de ellas. No sé si esto es una burbuja 2.0, pero puede que después de todo esto no sea más que una enorme corrección de un mercado que estaba hiperinflado y encantado de conocerse a sí mismo.
Veremos, pero la cosa no pinta bien a corto plazo, desde luego. Justo hoy me entrevistaron sobre este tema en Canal Sur Radio, en el programa "El Mirador de Andalucía" de Natalia Barnés. Aquí tenéis mi participación de 10 minutos, por si queréis escucharla:
dsda
¡Saludos!
Actualización (15/11/2022): Antonio Ortiz escribe en Error500 un estupendo tema muy al hilo de esta conversación. En su caso muy centrado en las startups de mensajería (Gorillas antes, ahora Getir), pero con un mensaje similar. La desaforada fiebre inversora en proyectos cortoplacistas parece tocar a su fin.
Actualización 2 (21/11/2022): Antonio repite en Error500 con una estupenda reflexión sobre esto.