Blu-ray ganó una batalla, pero no la guerra
Hace unas semanas aparecía en The New York Times un artículo revelador titulado "Blu-ray: Do Consumers Care?", en el que el redactor -un tal Eric Taub- dejaba traslucir las dudas de los consumidores estadounidenses con respecto a este formato de alta definición. Y dejaba claro que a pesar de que Blu-ray ha ganado la batalla de los formatos de alta definición, aún le queda mucho camino por recorrer para situarse donde ahora está el DVD:
The ultimate success of Blu-ray depends not on how quickly consumers will be able to download movies from the Internet, eliminating the need for DVD discs, but on a much more basic factor: whether most people can even see the difference between a high-definition DVD image and a standard definition one.
O sea, que no importa demasiado que los discos BD ya sean la única alternativa viable para la industria: lo que importa es que los consumidores lo aceptemos como formato estándar, algo muy difícil para muchos teniendo en cuenta que los DVDs siguen siendo igual de populares... o incluso más que antes. Muchos usuarios no aprecian las diferencias y prestaciones del nuevo formato, o más bien, no las valoran, algo que a mí me resulta increíble teniendo en cuenta que la calidad de la imagen es claramente superior. Ya en un post de hace semanas presenté la diferencia entre la definición estándar (SD) y la alta definición (HD) comparándolas con imágenes de un capítulo de Lost, pero en aquel post y en los comentarios de su meneo había gente que afirmaba que lo de ver arrugas o gotas de sudor en los primeros planos y más definición en paisajes no era demasiado relevante. No lo entiendo. ¿La calidad de imagen no es relevante? function roll_over(img_name, img_src) { document[img_name].src = img_src; }


(Dejad el ratón encima de la imagen unos instantes para comprobar la diferencia)
Es evidente que la migración al formato BD va a ser muy, muy lenta: mientras que el DVD lo tuvo fácil por prestaciones (e impulso de la industria) frente al obsoleto -ya entonces- formato VHS, el BD se enfrenta a un estándar muy aceptado y popular, solvente, y que para la mayoría de la gente "está bien". Incluso el genial Berto de Buenafuente (con su eterna cara de recién levantado, como leí en algún lado) lo comentaba en uno de sus monólogos, razonando que a él le daba igual lo del Blu-ray, porque lo que no iba a hacer era comprarse las películas que le gustan otra vez, pero ahora en alta definición. El monólogo fue genial en forma, pero no en fondo, porque no estoy de acuerdo con la conclúsión, o al menos, no en parte: puede que yo no me comprara las pelis que ya me gustaban otra vez, pero desde luego sí empezaría a comprarme las nuevas en este formato.
Y es que, chicos (y chicas, si alguna me lee), así no avanza el mundo. Hay que evolucionar y mejorar, y BD representa esa evolución. La calidad de imagen y alguna que otra mejora en tema de sonido y de interactividad -mucho se habla de BD-Live, pero a mí me parece otro invento marketiniano que no servirá "pa ná"- son demasiado importantes, y tarde o temprano hasta los más escépticos acabarán dándose cuenta y diciendo del DVD aquello que ahora decimos del VHS:
¿Cómo podíamos ver películas con esa calidad?
Pero es que además de al conformismo del mercado se une otra circunstancia esencial: la descarga de películas. Mientras que un DVD se puede ripear y convertir a DivX/XviD y otros formatos con una calidad respetable (además sonido AC3 5.1) en apenas 700 Mbytes o como mucho, 1,4 Gbytes, las pelis en alta definición son otro cantar, y aunque ya están apareciendo por ahí copias ripeadas de varios lanzamientos, las descargas no son moco de pavo, y a menudo ocupan un DVD convencional, si no más. Los beneficios son muchos y las conexiones de banda ancha están preparadas, pero de nuevo... ¿y los usuarios?
Lo cierto es que esta "guerra" de formatos de vídeo me recuerda a otra que tenemos también muy cercana: la del formato MP3, cuya existencia es una especia de blasfemia para los audiófilos, pero que para la inmensa mayoría de humanos es un formato perfecto para nuestras necesidades. Mucho se ha hablado de sus sucesores, pero ahí sigue, impasible, omnipresente. ¿Pasará lo mismo con el formato Blu-ray Disc? Iba a poner encuestita, pero no quiero abusar de vuestra atención, sobre todo a los que habéis llegado hasta aquí. Si es que me enrollo más que las persianas, qué horror ;)